Nicholas Woodman multimillonario hasta el límite

Extremo es la palabra que caracteriza la experiencia de Nicholas Woodman, tanto en la vida como en los negocios. Obsesionado por el surf y los deportes extremos, creó la cámara deportiva GoPro. Woodman explica que la idea se le ocurrió después de que lo revolcara una ola durante un viaje por las playas del sudeste asiático. Aún no cumple los 40 años, pero su fortuna está valuada en 2.3 mil millones de dólares. y acaba de otorgar el 10 por ciento de su fortuna a su viejo compañero de cuarto.

Jefe de jefes

Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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Extremo es la palabra que caracteriza la experiencia de Nicholas Woodman, tanto en la vida como en los negocios. Obsesionado por el surf y los deportes extremos, creó la cámara deportiva GoPro. Woodman explica que la idea se le ocurrió después de que lo revolcara una ola durante un viaje por las playas del sudeste asiático. Aún no cumple los 40 años, pero su fortuna está valuada en 2.3 mil millones de dólares. y acaba de otorgar el 10 por ciento de su fortuna a su viejo compañero de cuarto.

Jefe de jefes

> Fue el director general mejor pagado de todo Estados Unidos en el 2014. De acuerdo con Bloomberg, el empresario recibió una compensación en acciones equivalente a 284.5 millones de dólares el año pasado.  Su empresa pasó de tener ocho empleados en los primeros años (todos amigos de Woodman) a más de 500 actualmente. Las cámaras GoPro se usan por deportistas y famosos.

Vida de locos

> Las principales publicaciones de negocios describen a Nicholas Goodman como el “multimillonario loco”. Esto se debe a su agitado estilo de vida, marcado por su pasión por los deportes extremos: amante del surf, practicante de snowboarding, corredor de autos de carreras y piloto de avionetas.  Dice que fue a la Universidad de San Diego únicamente para poder surfear todas las mañanas y todas las tardes: antes y después de clases.

Sin cansancio

> El emprendedurismo siempre fue el camino de Woodman. En la preparatoria vendía camisetas para financiar sus gustos extremos.  Cuando surgió la idea de GoPro, pasaba 18 horas seguidas encerrado en su cuarto trabajando en su proyecto. Asimismo, el mercadeo, que inició con la promoción en distintas convenciones, implicaba largos viajes que hacía Woodman en su “Bizcocho”, un Volkswagen Sedán Clásico 1971 .

Dificultades a la vista

> Sin embargo, como todo emprendedor, tuvo fracasos estrepitosos. Michael Woodman fue una víctima de la debacle del mercado bursátil tecnológico de 2001.  La burbuja del dotcom lo hizo perder casi 4 millones de dólares que inversionistas habían confiado a su proyecto.  A los 26 años, buscaba hacer de “funBag”, un servicio de mercadeo de videojuegos en línea, la firma de vanguardia que lo llevaría al éxito. 

Promesa cumplida

> Nicholas Woodman entiende que las promesas son importantes en los negocios.  En mayo de este año cumplió la promesa que le hizo a su compañero de cuarto de la Universidad de San Diego, Neil Dang, hace una década al otorgarle el 10 por ciento de la ganancia que hizo con las ventas de sus acciones de GoPro. El pago a Dang, primer empleado de GoPro, fue de 229 millones de dólares equivalentes en acciones.

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