Para Netflix no es suficiente revolucionar toda la industria de la televisión, su siguiente presa es Hollywood.
Ejecutivos del sitio de streaming anunciaron ayer que se preparan para la producción de varias películas originales que se estrenarán de manera simultánea en salas de cine e Internet.
La primera de las producciones está agendada para estrenarse en agosto del 2015 y será una secuela a la exitosa cinta de El Tigre y el Dragón.
Con más de 31 nominaciones a los premios Emmy de este año, parecería lógico que Netflix haga un salto a la pantalla grande.
Sin embargo, el negocio de producir series es muy distinto al de las películas, por lo que la empresa está realizando un gran apuesta al expandir sus operaciones.
Para empezar, hacer una película es mucho más caro que una serie. Por ejemplo, las primeras dos temporadas de House of Cards, una de las principales series orginales de Netflix, ha tenido un costo de 100 millones de dólares.
Tomando en cuenta que en total cuenta con 26 episodios que en promedio duran 60 minutos, cada hora de video cuesta poco más de 3.8 millones de dólares.
En contraste, el sitio de noticias Quartz afirma que el presupuesto inicial para la secuela de El Tigre y el Dragón es de 23.5 millones de dólares. En promedio, las películas tienen una duración de 2 horas, por lo que la diferencia es importante.
Negocio del streaming
En promedio, cada usuario de Netflix pasa alrededor de 92 minutos al día viendo contenidos en la página.
Este dato es la carta fuerte de la empresa que ayudó a esparcir el fenómeno conocido como binge watching, que hace referencia a las personas que ven capítulos de sus series favoritas durante muchas horas seguidas.
Es por eso que muchos dudan del nuevo camino que está tomando la empresa con las películas.
Cada una de estas producciones cinematográficas no aumentará mucho el tiempo que los usuarios permanecen conectados.
En respuesta a estas críticas, Netflix afirma que no busca ganar más tiempo de la vida de sus clientes, sino obtener nuevas subcripciones con los lanzamientos.
“La razón por la que queremos entrar en este mercado e intentar lanzar grandes producciones cinematográficas por nuestra cuenta es porque me preocupa que mientras los dueños de las salas de cine están luchando por acabar con la innovación y distribución del contenido, están acabando no sólo con su negocio, sino que también podrían acabar con las películas”, dijo Ted Sarandos, director de contenidos de Netfix.
