Nearshoring e inversión también para Pymes

México podría ser uno de los países más beneficiados por la relocalización de las cadenas globales de suministro, pero para que este impacto positivo alcance a las pequeñas y medianas empresas se requiere eliminar las barreras que les impiden su integración
María Fernanda Navarro María Fernanda Navarro Publicado el
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El comercio internacional y las inversiones extranjeras son uno de los grandes motores de la economía mexicana, pero esta derrama económica poco beneficia a las pequeñas y medianas empresas (Pymes).

De no eliminar las barreras que tradicionalmente han impedido a las Pymes participar de las exportaciones o ser un blanco atractivo de inversión, no lograrán formar parte de los beneficios que están reportando fenómenos como el nearshoring.

“El nearshoring es una oportunidad espectacular para México por estar tan cerca de Estados Unidos, por la guerra que existe entre Estados Unidos y China, por los retrasos que ha generado el COVID-19 en todas las cadenas de suministro internacionales.

“Creemos que esto va a impactar positivamente a las empresas de todos los tamaños. Pero en México hay un problema, menos del 10 por ciento de las Pymes participan de la exportación; en el sureste de Asia, una región que podría ser comparable a México, ese porcentaje sube a 33 y China, un país muy propyme la exportaciones las hacen 70 por ciento de las pequeñas y medianas empresas”
Martín PustilickCEO y Fundador de Mundi

Hasta 2021 el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) identificó que había cuatro millones 460 mil 247 millones de negocios, de los cuales 99.8 por ciento pertenecían al conjunto denominado de micro, pequeñas y medianas empresas. Es decir, el grueso de los negocios del país no están siendo beneficiados con el nearshoring, un proceso que podría generar potenciales ganancias hasta por 35 mil millones de dólares, equivalente a 2.66 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), derivado de nuevas exportaciones de mercancías.

El nearshoring es una tendencia de regionalización y relocalización geográfica de las cadenas de suministro y producción globales que ha beneficiado a México por su posición geográfica privilegiada.

Entre las barreras más comunes para que las Pymes se puedan integrar a estas cadenas globales de valor están los trámites aduaneros, los flujos de pago, la inseguridad en el transporte de mercancías y las fluctuaciones en el tipo de cambio y bajo este contexto han surgido fintechs como Mundi que se enfocan en proveer soluciones de exportación a empresas.

Si bien el Gobierno federal se ha enfocado en eliminar barreras para que las Pymes se integren al comercio exterior, Pustilick señala que es necesario agilizar aún más los procesos aduaneros de registros.

“Muchas veces cuando uno quiere acceder a esa información puede que no tenga acceso en tiempo real. Pero los procesos de aduana pueden ser más rápidos de la misma forma que el gobierno ha trabajado con el Servicio de Administración Tributaria (SAT) para que pueda reflejar casi al instante todas las facturas, es una innovación que ha hecho México y hacerlo en las aduanas permitirá quitar una fricción muy importante”, detalla el CEO de Mundi.

Ola positiva del nearshoring para las Pymes

Las autoridades hacendarias y económicas del país han apuntado con entusiasmo a las ventajas de México frente a este proceso de reconfiguración del comercio internacional que se intensificó desde el 2020.

De hecho, Raquel Buenrostro, titular de la Secretaría de Economía, señaló en noviembre de este año que México se encuentra en un punto inmejorable en materia de intercambio comercial, toda vez que hay 400 empresas que quieren relocalizarse en el país.

Uno de los objetivos de la actual administración es que con este proceso de relocalización se pueda beneficiar, sobre todo, a las regiones sur-sureste y del istmo de Tehuantepec, impulsadas por proyectos gubernamentales como el Tren Maya y el Corredor Multimodal Interoceánico.

De hecho, en julio de este año se anunció que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) otorgaría una línea de crédito de 200 millones de dólares para facilitar la relocalización de las empresas extranjeras en cualquier parte de México aunque se dará prioridad a la región del Istmo.

Sin embargo, se prevé que este fenómeno se localice con más fuerza en las regiones norte, el bajío e incluso en la Ciudad de México y Estado de México por ser zonas en donde se consolida la mayor parte de la planta productiva del país y generalmente atrae más inversión extranjera, de acuerdo con un reporte de Moody’s.

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