No para el movimiento telúrico en la red social considerada como la plaza pública digital del momento: Twitter.
El desplome de las acciones de la red social del pajarillo azul el pasado 13 de mayo después de que Elon Musk anunció la suspensión provisional de la compra de Twitter para conocer detalles de la cantidad de cuentas falsas en la plataforma provocó el último movimiento errático en la bolsa de la aún empresa pública desde que el hombre más rico del mundo anunció sus intenciones adquirirla.
El magnate escribió por la mañana del viernes en su cuenta oficial que el acuerdo con Twitter quedaba suspendido temporalmente “a la espera de detalles que respalden el cálculo de que las cuentas falsas y de spam representan menos del cinco por ciento de los usuarios”.
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La turbulencia más reciente en la empresa con 16 años de existencia tiene origen el 4 de abril de este año cuando Musk adquirió una participación del 9.2 por ciento en Twitter, lo que provocó que las acciones incrementarán de valor en la bolsa de Nueva York.
Esta acción derivó en una invitación de la junta directiva de la empresa a Musk para integrarse a ésta, pero el 9 de abril trascendió su rechazó para formar parte de esta, toda vez que estaba sujeto a un acuerdo para mantener una participación de 14.9 por ciento, lo que provocó una caída en las acciones del orden de 3.9 por ciento.
Cinco días más tarde Musk presentó una oferta para adquirir totalmente Twitter que ascendió a 44 mil millones de dólares. En aquel momento el magnate señaló que el regulador bursátil de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) había obtenido casi 46 mil 500 millones de dólares para completar la transacción.
Para contrarrestar las intenciones de Musk, la red social preparó una estrategia corporativa conocida como “píldora venenosa”. La “movida” se enfocaba en desactivar la “oferta hostil” a través de la venta de acciones a un precio más competitivo a los accionistas con el objetivo de hacer menos atractiva la adquisición y atacar la participación del 9.2 por ciento de Musk.
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Al dar a conocer esta estrategia de defensa las acciones de Twitter reportaron un incrementó de 3.8 por ciento.
Pero para el 25 de abril, tanto la plataforma digital como Musk informaron que habían llegado a un acuerdo para que éste adquiriera la empresa y la hiciera privada.
El magnate de origen sudafricano con nacionalidad estadounidense tiene una amplia lista de momentos polémicos y algunos de ellos han trascendido al foco público a través de su cuenta oficial de Twitter, como cuando bromeó con fumar marihuana durante las reuniones del consejo de administración, prometió cambios en la forma de operación de la red social de 280 caracteres y agregar un botón para editar los mensajes publicados.
Pero su promesa más firme, si es que asume el control de Twitter, es eliminar las cuentas falsas y ampliar el concepto de libertad
de expresión en la red que incluiría poner fin al bloqueo de cuentas como la de Donald Trump, que fue suspendida después del ataque al Congreso estadounidense el 6 de mayo por parte de partidarios del expresidente que buscaban evitar la certificación de Joe Biden como ganador de las elecciones presidenciales.
Polémico camino del nuevo dueño de Twitter
El hombre de 50 años nacido en Pretoria, Sudáfrica, inició su amplia trayectoria relacionada con la innovación en compañías de tecnología con Zip2, empresa enfocada en mapas y directorios digitales que en 1999 se vendió al fabricante de computadoras conocido como Compaq por más de 300 millones de dólares.
Fundó la empresa de servicios financieros en línea X.com, que más tarde se convirtió en Paypal, misma que fue adquirida en el año 2002 por Ebay a cambio de acciones de la empresa con un valor de mil 500 millones de dólares.
También encabeza las empresas de neurotecnología especializada en el desarrollo de dispositivos para el cerebro humano, llamada Neuralink, así como The Boring Company, pero las empresas más reconocidas de Musk son Tesla, compañía de diseño y fabricación de automóviles eléctricos; y SpaceX, creada en 2020 en California, que ofrece servicios de lanzamientos comerciales y públicos, misma que ha obtenido contratos con la NASA y la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
Este año, el líder de Tesla le arrebató el título del hombre más rico del mundo a Jeff Bezos, el dueño de Amazon, en la lista de los multimillonarios de Forbes, además su riqueza no se mermó con la crisis económica provocada por la pandemia de COVID-19, de acuerdo con OXFAM en su informe El Virus de la Desigualdad, que señala que Tesla se vio beneficiada por el incremento en el valor de las acciones de su empresa en Wall Street durante 2020.
