— Imperio ‘confiable’
El padre de Ambani comenzó su carrera profesional como un empleado que se arriesgó a dejarlo todo para comenzar su propio negocio. Con el tiempo fundó Reliance Industries, hoy en día uno de los más grandes conglomerados de India. Mukesh Ambani interrumpió sus estudios en negocios que realizaba en Stanford para responder a un llamado de su padre de regresar a su casa a ayudarle con el negocio familiar.
— Problemas fraternales
Tras la muerte de su padre en el 2002, Ambani entró en una pelea con su hermano porque no había testamento que repartiera los bienes. El conflicto escaló, y con la mediación de su madre, acordaron repartirse el imperio del padre. Mukesh se quedó con el sector de refinación, petroquímica, petróleo, gas y textiles; su hermano heredó las empresas de telecomunicaciones. A pesar de los acuerdos, los hermanos pasaron más de 10 años sin hablarse.
— Mansión gigante
Su lugar de residencia es considerado el más caro del mundo, valuado en mil millones de dólares. La mansion, llamada Antilia, abarca un terreno de casi 4 mil 500 metros cuadrados y tiene 27 pisos de altura. Tiene tres heliopuertos, 128 lugares de estacionamiento, una sala de cine para 50 personas y cuenta con más de 600 sirvientes. Su dimensión causa controversia en India desde que se inició la construcción.
— Gustos simples
A pesar de su fortuna y casa ostentosa, Ambani mantiene un interés por lo sencillo. Prefiere comer en la calle y uno de sus platillos favoritos es el idli-sambar. En el 2009 sirvió como ejemplo de moderación en su empresa y redujo su sueldo en un 66 por ciento. Le gusta ver alrededor de tres películas de Bollywood a la semana. Es considerado como un devoto hindú y no come carne ni bebe una gota de alcohol.
— Peligro de muerte
El año pasado fue amenazado de muerte por parte de un grupo paramilitar por los vínculos que mantenía Ambani con personas concebidas como antimusulmanes. Ante la amenaza, el gobierno le ofreció una protección de primer nivel parecida a la que tienen diversos altos funcionarios gubernamentales. Además del acompañamiento de 20 comandos armados, la residencia de Ambani mantiene un conjunto de vigilantes.