Mujeres, la otra fuerza económica

Millones de mujeres que trabajan en la informalidad mueven al PIB de México sin que su trabajo sea valorado en muchas ocasiones
Nayeli Meza Orozco Nayeli Meza Orozco Publicado el
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Las mujeres cargan sobre sus hombros un gran peso. No solo por factores que tienen que ver con la sociedad, sino por la contribución que hacen todos los días a la economía de México.

Sin embargo, la labor de las mujeres en el mercado laboral se ha quedado rezagada y al mirar hacia el sector informal la situación es mucho más desalentadora.

La población femenina en el país está conformada por 65.4 millones de personas, de las cuales aproximadamente 22 millones tienen un empleo.

6.3
millones de mexicanas laboran en la informalidad

Por sector, en la formalidad laboran aproximadamente 14.8 millones en tanto que el informal 6.3 millones, según cifras del Banco de Información Económica (BIE) del Inegi hasta el cuarto trimestre de 2019.

Durante años el sector laboral informal se ha estigmatizado, pero ante la rigidez del mercado formal muchas trabajadoras optan por esta alternativa debido a que es más flexible en el horario, aunque eso signifique que deban renunciar a las prestaciones de ley y a recibir un mejor salario.

Desde hace 10 años Martha Erika Salazar Hernández se dedica a la venta de carne y productos derivados de la misma. El interés en el negocio surgió gracias a su hermano, quien comenzó como ayudante y poco tiempo después logró hacerse de sus locales.

65.4
millones de mujeres hay en México

La carnicera emprendió por su propia cuenta y es propietaria de un local donde le apoya un trabajador en las labores diarias que comienzan desde las 8 de la mañana hasta las 6 de la tarde.

Históricamente la industria de las carnicerías en México y el mundo ha sido dominada por los hombres y a las pocas mujeres que participan en la actividad se les deja relegadas. No obstante, a Salazar Hernández este antecedente no le quita el sueño ni tampoco le genera preocupación.

“Estar en un negocio donde hay más hombres no es difícil, lo más complicado es conocer bien el producto con el que trabajas y asegurarte de que sea de calidad para el cliente, de lo otro ni me preocupo todo es cuestión de disciplina”, asegura la carnicera de 38 años.

La experta en el tratamiento de la carne también comparte que el trabajo que realiza no necesariamente es parte del sector informal, debido a que cada año paga por el espacio en el que trabaja.

No es que no paguemos impuestos, todos los locales en el mercado tienen que pagar por el uso de suelo cada año, entonces de alguna manera u otra sí contribuimos
Martha Erika Salazar HernándezCarnicera

Pensar en el futuro, reto de las mujeres

Elvia García Vergara se autoempleó porque asegura que el trabajo que realizan las diseñadoras de modas en ocasiones es muy mal pagado y a este factor se le suman las condiciones laborales a las que están expuestas las mujeres en general.

“Muchas veces nosotras mismas nos devaluamos porque en la necesidad de encontrar un trabajo y tener algo que llevar a casa aceptamos sueldos bajos y malas condiciones”, lamenta la diseñadora de modas.

Para Elvira uno de los mayores retos a los que se enfrentan las mexicanas es que algunas deben jugar un rol doble: ser madres y trabajadoras, aunque eso implique hacer sacrificios personales.

Aun cuando su trabajo puede ser demandante, la madre de 47 años asegura que siempre está al pendiente de sus hijas, sobre todo en un contexto tan complicado para la población femenina por temas de seguridad.

“Tienes que dividirte y a veces quedas mal en tu casa y en el trabajo, pero las mujeres siempre cumplimos con los roles en los que nos desempeñamos”, comparte García Vergara.

Las mujeres somos ayuda idónea del hombre y por eso siempre pongo a mi esposo a la misma altura en la que yo estoy porque ambos somos indispensables
Elvia García VergaraDiseñadora de modas

A pesar de que es su propia jefa, la diseñadora de modas se estableció un horario con el objetivo de atender las necesidades en su hogar y las de sus clientes que visitan su local.

En México, 22 de cada 100 pesos del Producto Interno Bruto (PIB) nacional tienen como origen el sector informal, muestran datos del Inegi.

22
pesos que se aportan al PIB de México provienen del sector informal

Hace casi 20 años Silvia González entró al mercado laboral. Su primer trabajo fue en Iusacell cuando empezaba a surgir la telefonía celular, pero el deseo de querer estar cerca de sus hijos la llevó a emplearse de manera independiente.

Desde entonces a la fecha, la trabajadora de 64 años es dueña de su propio local, en donde vende accesorios para los teléfonos, como cargadores, manos libres y también ofrece chips, además de hacer reparaciones de equipos.

González está tranquila con su forma de trabajo, aunque sea en la informalidad, pues gracias a su esfuerzo hoy sus hijos cuentan con una carrera y salieron adelante. Aunque al mirar hacia el futuro tiene algunas inquietudes.

“Por el seguro no me preocupo tanto ya que uno de mis hijos me lo da, pero soy consciente de que no voy a tener una pensión cuando sea mayor y tampoco quiero depender de mis hijos porque cada uno ya tiene su propio camino”.

Nosotras somos importantes para mover a la economía de este país y me da gusto saber que cada vez hay más mujeres luchando por ellas y por sacar adelante a sus familias
Silvia González Comerciante

Trabajar en conjunto

Muchas mujeres trabajadoras creen que merecen las mismas oportunidades que los hombres, sin necesidad de que ninguno esté por encima del otro. Para Martha Erika Salazar Hernández las mujeres tienen una mayor capacidad para emprender a diferencia de los hombres, aunque destaca que ellos también tienen un papel importante en la economía.

La carnicera considera que en la actualidad todas las personas tienen la capacidad de hacer cualquier trabajo siempre y cuando se sientan capaces de hacerlo.

La participación de los hombres dentro del núcleo familiar y laboral también es importante, pues ayuda a impulsar la economía, aunque la discriminación hacia las mujeres es un factor constante

“Debemos dejar de hablar de géneros y tener un pensamiento más enfocado hacia los seres humanos porque al final si quieres salir adelante no importa si eres mujer u hombre simplemente lo vas a hacer”.

En este mismo tenor, Elvia García Vergara asegura que su trabajo le ha permitido tener satisfacciones e ingresos para apoyar a sus cuatro hijas, aunque en la labor de llevar dinero a casa no está sola.

“Yo aporto un granito de arena y mi esposo pone otro más y entre los dos sacamos adelante a nuestra familia”, dice la diseñadora de modas.

Derrumbar los prejuicios

Cada día, Margarita Vázquez Martínez distribuye su tiempo entre la casa, el trabajo y el cuidado de sus dos pequeños.

Ella comenzó a laborar hace unos años cuando su esposo le pidió que lo apoyara en el local de tacos mientras llegaba alguien que se encargara de otras tareas del negocio, sin embargo, la copropietaria de la Taquería Samy encontró en la preparación de alimentos una gran pasión.

Lo probé y me gustó no estar tanto tiempo en casa metida solo en las labores del hogar. Este trabajo me ha permitido conocer muchas personas y al mismo tiempo generar ingresos para mis niños; lo mejor es que no estoy sola porque mi esposo y yo hacemos un buen equipo
Margarita Vázquez Martínez Copropietaria de la Taquería Samy

La mamá de 29 años comparte que la educación y formación de su familia es igual tanto para su hija como a su hijo, ya cuando crezcan le gustaría que ambos fueran personas con valores bien establecidos.

Este pensamiento es heredado de las enseñanzas que sus padres le inculcaron desde pequeña y que ahora trata de transmitir a sus hijos.

A pesar de que ser su propia jefa tiene diversas ventajas, Vázquez Martínez comparte que no siempre hay días buenos y la actitud de algunos clientes que no son frecuentes empeoran la situación.

30
por ciento de los hogares tienen a una mujer como jefa de familia

Cuando su esposo se llega ausentar del negocio o sale por otras tareas, Margarita se queda a cargo del local y sin importar si se trata de cortar carne, atender clientes o cobrar lo hace.

“Me ha tocado que a veces me preguntan por mi esposo y cuando les digo que no está dudan sobre si puedo o no atenderlos. Hubo una vez que un cliente me dijo que prefería esperarlo. Debemos cambiar ese tipo de pensamientos porque el hecho de que todos vayamos juntos es importante para mejorarnos como sociedad”.

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