Mucho empleo, pero mal pagado después de la pandemia

México se ha destacado de entre los países de América Latina por su recuperación en la ocupación laboral casi a índices previos a la pandemia, pero esto puede estar ocurriendo a costa del salario de los trabajadores advierte el FMI
María Fernanda Navarro María Fernanda Navarro Publicado el
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Después de cuatro meses sin trabajo, América Vázquez fue llamada a reincorporarse al hotel de Cancún en el que trabajó por más de dos años hasta que la pandemia por COVID-19 la mandó a casa ella y a cientos de sus colegas que laboran en el ramo turístico. La propuesta por parte de la administración del hotel era regresar a su antiguo empleo con un sueldo 30 por ciento menor al que percibía, jornadas más extensas y realizando actividades que no le correspondían hacer.

“Era aceptar eso o quedarme sin trabajo otro rato, porque no estaban contratando en otros hoteles, entonces decidí aguantarme, pero desde que regrese a trabajar hasta la fecha siguen sin pagarme como antes y por lo que me cuentan compañeros de otros hoteles todo esta igual”, explica la licenciada en gastronomía.

La historia de América no es aislada, de hecho podría ser el sello de la recuperación de la crisis laboral que se registró en el país en 2020, de acuerdo con expertos y organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI).

México registra una recuperación casi completa de los puestos de trabajo que se perdieron en 2020, pero esto ha ocurrido a expensas de la calidad de los trabajos en donde los empleados “parecen haber reingresado en la fuerza laboral en empleos menos remunerados”, señala el reporte de Perspectivas Económicas “Las Américas” del FMI.

De enero a septiembre de 2021 se registró la creación de 821 mil 187 puestos de trabajo, para así sumar 20 millones 594 mil empleos formales hasta el mes pasado, de los cuales 87 por ciento son permanentes y 13 por ciento eventuales, de acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Cabe destacar que sólo para el mes de septiembre se crearon 174 mil 96 puestos de trabajo formales, que representa el incremento más alto para el noveno mes del año del que se tiene registro.

Una anotación que hace el FMI ante el proceso de recuperación laboral de México es que permanece elevado el subempleo, es decir, aquel en el que los trabajadores se emplean menos tiempo del que están disponibles y pueden ofertar. Este “flojo” desempeño en el empleo formal puede ser indicativo de una desaceleración en la creación de empleos de alta productividad, señala el organismo.

Hasta septiembre de este año en México se registraban 48.3 millones de personas en condiciones de subocupación, de acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Cabe destacar que los datos del IMSS muestran la recuperación del empleo formal, en tanto que registros como los de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), elaborada por el INEGI, apuntan a características ocupacionales de la población de 15 años y más.

Otra característica del proceso de recuperación de la crisis laboral en México y la región de América Latina y el Caribe es que el empleo femenino se vio más afectado que el masculino, además el empleo entre trabajadores de menor nivel educativo se redujo más que entre los de nivel educativo mediano a alto

Dicha tendencia se podría explicar por el hecho de que los sectores de contacto personal intensivo tienden a emplear a más mujeres y trabajadores poco calificados, y son precisamente los empleos de estos sectores los que siguen siendo afectados por la pandemia.

Este aspecto también se ve reflejado en los datos de empleo de septiembre que presenta el INEGI a través de la ENOE que revela que de los 55.1 millones de personas ocupadas 33.7 son hombres y 21.5 son mujeres. En tanto que la tasa de desocupación, es decir, la población que se encuentra sin trabajar pero está buscando un empleo; asciende a 4.3 por ciento entre las trabajadoras y 4.1 por ciento en los trabajadores.

Aunque la brecha salarial entre hombre y mujeres parece ser un fenómeno que se presenta desde hace varias décadas, en 2020 estas diferencias pudieron haberse ampliado. En ese año el ingreso promedio trimestral de las mujeres fue de 14 mil 860 pesos, que es 34.3 por ciento menor al ingreso promedio de los hombres que asciendió a 22 mil 618, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares en 2020 (ENIGH).

La diferencia entre los hombres y mujeres que estudiaron la secundaria completa o incompleta es de 42.7 puntos porcentuales, ellos con sumas que alcanzan hasta los 18 mil 802 pesos y ellas con 10 mil 762 pesos. En el extremo del tablero que se enfoca en los ingresos por nivel de escolaridad se observa que los hombres que estudiaron completo o incompleto un posgrado perciben 81 mil 832 pesos, cifra que supera por 30.6 por ciento a las mujeres que tienen ese mismo grado escolar al registrar ingresos por 56 mil 772 pesos.

Cabe destacar que las afectaciones a los sectores de contacto intensivo se podrían contrarrestar parcialmente en la medida que se integren a la digitalización con el transcurso del tiempo, lo que les permitirá adaptarse a las actuales restricciones.

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