Casi la mitad de las personas endeudadas en México consideran renegociar sus compromisos crediticios ante la incapacidad de poder cubrirlos. Foto: Especial

Millones de mexicanos viven endeudados y no pueden salir de esa trampa

La mala gestión del dinero, además de factores como un ingreso precario, inciden para que ocho de cada 10 mexicanos de entre 25 y 65 años de edad presenten dificultades para pagar sus deudas 

En un contexto marcado por los bajos ingresos, las magras condiciones laborales y poca educación financiera, millones de mexicanos suelen endeudarse para poder cubrir sus hábitos de consumo y poder hacerle frente a las emergencias que la vida tiene; cuestión que explica gran parte del estrés que viven las personas en el país por temas económicos.

La realidad mexicana contempla cuestiones como el tráfico, una gastronomía única en el mundo y hasta el amor de la familia; sin embargo, otro gran tema que atañe a la población desde Nuevo León, hasta Chiapas, es el hecho de muchas veces vivir anclado a las deudas.

Al respecto, Bravo, plataforma para liquidar deudas con descuento, detectó en su informe “Deudas de los mexicanos: Motivos, soluciones y retos”, que el 80 por ciento de la población entre 25 y 65 años en el país presenta dificultades para poder pagar completamente sus deudas; en un contexto donde los gastos imprevistos, la falta de ingresos suficientes y las elevadas tasas de interés figuran como las principales limitantes para que millones mantengan al corriente sus compromisos crediticios.

“El problema del endeudamiento lo encontramos en todos los segmentos socioeconómicos del país, aunque el de los salarios más bajos es quien tiene menor margen de maniobra”, puntualiza a Reporte Índigo, Diego Paillés, country manager de Bravo.

Así, con una deuda promedio de 184 mil pesos en el caso de los hombres, y 161 mil para las mujeres, la población mexicana llega a recurrir, incluso, a contraer hasta tres compromisos crediticios que en el 48 por ciento de las ocasiones buscarían renegociarse ante la imposibilidad de pago, consideran los deudores.

“Aunque el mercado crediticio muestra signos de recuperación y expansión, un alto porcentaje de la población sigue enfrentando dificultades para manejar sus deudas. Esto sugiere que la mayor disponibilidad de crédito no ha sido acompañada por una educación financiera adecuada ni ha mejorado la estabilidad económica individual. En sectores vulnerables, el sobreendeudamiento puede ser más pronunciado, ya que muchas personas recurren al crédito para cubrir necesidades básicas, cayendo en un ciclo de deuda difícil de romper”, se lee en el informe.

¿Cuáles son los factores que provocan que los mexicanos se endeuden?

De acuerdo con “Deudas de los mexicanos: Motivos, soluciones y retos”, la mala administración financiera, la reducción de los ingresos y la pérdida del empleo son los principales causales del endeudamiento, que combinados con emergencias personales, gastos médicos y hasta reparaciones del hogar, impulsan a los mexicanos a adquirir una o más deudas.

“El sobreendeudamiento se ha convertido en un problema común, impulsado por una percepción errónea sobre el crédito. A pesar de conocer los términos de los préstamos, muchos mexicanos luchan por manejar sus deudas al priorizar soluciones inmediatas sobre la reestructuración financiera. Al preguntarles si en el último año han realizado el pago mínimo en sus tarjetas debido a dificultades financieras (no les alcanza para hacer un pago mayor), se constata que el 65 por ciento de los encuestados realiza el pago mínimo, lo que genera más intereses e incrementa su deuda y dificulta su liquidación total. Sin embargo, no es el caso para un 35 por ciento de los encuestados”, destaca la plataforma Bravo.

Endeudarse también implica experimentar implicaciones físicas por el estrés financiero que genera

Aunque la deuda por sí misma no figura como una herramienta financiera mala, coinciden especialistas en el tema de finanzas personales, los efectos que puede generar en las personas que hacen uso excesivo de ella no solo se limitan al plano económico, ya que al provocar estrés financiero, este puede manifestarse a partir de afectaciones como el dolor de cabeza, la falta de sueño, colitis, y hasta cambios en la presión arterial, como lo ha expuesto la Encuesta Nacional sobre Salud Financiera, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

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