Mezcal: en defensa de la denominación de origen

Productores nacionales se encuentran en medio de una disputa por la inclusión de más estados en la certificación de la bebida, en momentos en que intentan frenar el desabasto del agave
Mara Echeverría y Nayeli Meza Mara Echeverría y Nayeli Meza Publicado el
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“Más que una bebida embriagante, es una invitación para hacer amigos”

El mezcal despierta pasiones encontradas. Esta industria ha tomado fuerza con el paso de los años, pero su boom ha generado otros problemas relacionados con la denominación de origen que obtuvo en 1994.

La propuesta del Instituto Mexicano de Propiedad industrial (IMPI) de incluir el mezcal de algunos municipios de Aguascalientes, Morelos y Estado de México en dicha clasificación ha generado la molestia de productores mezcaleros, principalmente, de Oaxaca donde se produce hasta el 85 por ciento de la bebida milenaria.

La ampliación de la denominación se da en momentos en que la bebida experimenta un auge importante entre los consumidores nacionales e internacionales.

Productores oaxaqueños consideran que esto no resulta extraño al tomar en cuenta que el valor de las debidas alcohólicas conformaron un mercado de 45 mil 749 millones de pesos durante 2017, monto que representó un crecimiento de 8 mil 101 millones, en comparación con el año anterior, de acuerdo con cifras de Euromonitor International.

Para Julián Luna, productor de la marca de mezcal Cordón Cerrado, la decisión del IMPI hace a un lado la ancestralidad en la producción del mezcal, una de las principales características de la bebida espirituosa.

“Se realizó muy al vapor, no se investigó. Nosotros presentamos pruebas para demostrar que los municipios que recibieron la ampliación no cuentan con los requisitos necesarios, pero el IMPI no tuvo la visión para ver que este tema es muy específico”, comenta Luna.

500
hectáreas en México cuentan con la denominación

Para manifestar su descontento, miembros del Consejo Regulador del Mezcal (CRM) realizaron una movilización a las afueras de las instalaciones del instituto ubicado al sur de la Ciudad de México.

Alejandro Murat, gobernador de Oaxaca, encabezó la protesta que ayudó a pactar un encuentro con la Secretaría de Economía (SE) en septiembre próximo.

Durante ese tiempo (del 28 de agosto hasta la fecha del acercamiento) no se podrá ampliar la denominación de origen del mezcal por orden de la dependencia a cargo de Ildefonso Guajardo.

Luna, quien también pertenece a la Cámara Nacional de la Industria del Mezcal (Canaimez), asegura que otros estados que buscan integrar municipios a la clasificación son Sinaloa, Baja California y Quintana Roo.

Otro de los argumentos por los que el productor del mezcal Cordón Cerrado busca frenar la medida es porque Estados Unidos es un mercado clave para la expansión de los actuales productores de la bebida espirituosa.

“Queremos evitar la masificación del mezcal porque cuando eso sucede los costos van para abajo y en una guerra de precios nadie resulta beneficiado”, agrega.

Herencia milenaria

La tradición del mezcal data desde hace siglos. La bebida espirituosa se obtiene al destilar el corazón del maguey o el agave en un proceso artesanal que tarda entre siete y nueve años.

El mezcal es la herencia de los pueblos indígenas que habitan, además de Oaxaca, en Durango, Guerrero, Guanajuato, Michoacán, Puebla, San Luis Potosí, Tamaulipas y Zacatecas.

Juan Carlos Méndez, productor de maguey y de la marca de mezcal El Cortijo, considera favorable que en México existan diferentes marcas que se producen en otros estados. El problema es algunas no cumplen con las características que hacen único al mezcal.

“Con esta ampliación en la denominación de origen cualquier productor va a poder meter sus sistemas tecnificados, por lo tanto, el mezcal va a comenzar a perder su identidad”, expone.

Ante esta situación, el también presidente de la ruta Caminos del Mezcal opina que una alternativa es aquellos estados en donde nunca se ha elaborado la bebida, en lugar de otorgarles una denominación de origen como tal, se establezca una denominación por nombres locales de las bebidas para que también puedan haber plusvalía en esas regiones.

“Muchos de los estados no producen buenos productos artesanales o por lo menos con la cultura y la tradición original del mezcal, sino que lo hacen sólo por negocio”, precisa el productor.

Luna, de Cordón Cerrado, coincide con la propuesta de Méndez, al considerar que cada entidad debería de luchar por conseguir la denominación para sus destilados de maguey. Pero, insiste en que el mezcal es una bebida que cuenta una historia, la de México, y eso no debe tomarse a la ligera.

“El apogeo del mezcal no es una moda, lo que sucede es que el mundo lo descubrió”
Julián LunaProductor del mezcal Cordón Cerrado

“En este momento, cuando ya la bebida está en apogeo resulta que todos los estados hacen mezcal cuando todos decían que producían tequila. Esa es la molestia de los mezcaleros de Oaxaca, que ya hicieron mucho trabajo para que otros se suban a un tren que está avanzado”.

Declaración de ‘Hecho en México’

La declaración de Denominación de Origen del Mezcal (DOM) se publicó en el Diario Oficial de la Federación el 28 de noviembre de 1994 y determina la procedencia geográfica de la bebida, avalada por un holograma de certificación.

En un inicio, la denominación sólo contempló como productores a comunidades de cinco estados del país: Durango, San Luis Potosí, Guerrero, Zacatecas y Oaxaca, pero entre 2001 y 2005 se amplió a localidades en Guanajuato,Tamaulipas Michoacán y Puebla.

Para contar con la certificación, las comunidades mezcaleras del país deben contar con una población silvestre de magueyes, probar la persistencia en la elaboración de la bebida espirituosa y un proceso de producción ancestral.

Crisis del agave

El mezcal se ha posicionado como una de las bebidas favoritas para los mexicanos. Pero, su materia prima lleva años sumergida en una crisis que se agudiza en Oaxaca, destino que se ha caracterizado por ser principal productor y abastecedor.

“La crisis del agave ha golpeado a la industria desde hace años y aunque se han tomado cartas en el asunto aún existe el riesgo de que empeore”
Juan Carlos MéndezProductor de la marca de mezcal El Cortijo

En 1999, comenzó un fenómeno de agavización generado por la industria tequilera que creó una sobreoferta de maguey mezcalero, misma que se ha incrementado con el paso de los años.

Pero, la bebida originaria de Jalisco no es el único elemento en la ecuación. El Consejo Regulador del Mezcal (CRM) también ha adjudicado este desabasto del agave a los mezcaleros informales que no cuentan con ninguna certificación.

Por su parte, Julián Luna, productor del Mezcal Cordón Cerrado, reconoce que cada año se han elevado los precios del maguey a causa de que no sólo la industria relacionada con el alcohol necesita de este insumo para sobrevivir.

La extracción de la inulina (azúcar de la planta) para fabricar mieles, jarabes o edulcorante en polvo también se ha convertido en un reto para la agroindustria mezcalera.

“Existe el temor de que ocurra un desabasto, sobre todo, por la compra que empresas transnacionales que están fabricando mezcales y mieles”, advierte Luna.

Frente a esta situación, productores e inversionistas oaxaqueños han comenzado a apostar por la reproducción de la planta de origen mexicano al crear viveros y reforestar especies.

La industria mezcalera vive acechada por la sobreoferta de la planta que es vital para otros sectores, situación que ha dificultado a los productores asegurar un suministro fijo y constante del insumo

A inicios de este año, Maestros Mezcaleros solicitaron el apoyo del gobierno de Oaxaca y de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) para el proyecto de reforestación con árboles endémicos, maderables y agaves de la región, con el propósito de ayudar a hacer el cultivo del maguey más sustentable para que los productores tengan mejores oportunidades de acceder a otros mercados y lograr un precio justo frente a otras bebidas como el tequila o la cerveza.

Impuestos frenan boom

El cobro desigual de impuestos en el país también aplica para la industria mezcalera. En la actualidad, el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) es de 53 por ciento, mientras que para el Impuesto al Valor Agregado (IVA) la tasa es de 16 por ciento.

Por si no fuera poco, la informalidad se suma a la lista de desafíos a los que se enfrentan los mezcaleros en el país. En promedio, 36 por ciento de las bebidas alcohólicas en México son ilegales, de acuerdo con información del Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República.

Julián Luna considera que estos gravámenes y el mercado informal no sólo golpean a los industriales también al bolsillo de los consumidores.

64
por ciento de impuestos por botella de mezcal pagan los productores

“Es necesario que se empiece a ver al mezcal como un producto artesanal y no sólo como una bebida alcohólica. Los impuestos son altos y creemos que es injusto que nos apliquen la misma tasa que a bebidas extranjeras como el ron”.

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