México: ¿Promesa o decepción?

Los expertos del mundo financiero tienen opiniones encontradas respecto al país. Algunos apuntan que es una gran oportunidad, ya que invertir aquí es más rentable que hacerlo en mercados desarrollados. Un ejemplo de esto es Bill Gross, cofundador de la administradora de activos PIMCO, quien desde hace tres años recomienda a los inversionistas invertir en el peso y en los bonos mexicanos, incluso por encima de países como Alemania.

Rolando Hinojosa Rolando Hinojosa Publicado el
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por ciento es el intervalo de crecimiento que espera para el país el Banco de México durante el 2015
"Las expectativas en torno a las reformas estructurales estuvieron infladas de más. El desempeño del peso refleja esta actitud de pago por evento en el mercado: pagaré cuando vea que es una realidad”
Juan Carlos AldereteEstratega de divisas
en Grupo Financiero Banorte

Los expertos del mundo financiero tienen opiniones encontradas respecto al país. Algunos apuntan que es una gran oportunidad, ya que invertir aquí es más rentable que hacerlo en mercados desarrollados. Un ejemplo de esto es Bill Gross, cofundador de la administradora de activos PIMCO, quien desde hace tres años recomienda a los inversionistas invertir en el peso y en los bonos mexicanos, incluso por encima de países como Alemania.

Pero en contraste con este optimismo, otros señalan que el desempeño económico mexicano sigue estando por debajo de las altas expectativas, y que los mercados no recompensarán al país hasta que esta situación cambie.

Potencial mexicano

Bloomberg reporta que Gross, que ahora es administrador de portafolio en Janus Capital Group, dijo la semana pasada que los bonos mexicanos ofrecen “los rendimientos más atractivos del mundo”. 

Esto una semana después de que, en entrevista con CNBC, Gross dijo que invertir en los bonos gubernamentales mexicanos ha sido su mejor idea reciente.

El gusto por México de Gross, que durante casi tres décadas administró el mayor fondo de bonos del mundo, comenzó a relucir en junio del 2012, cuando dijo que prefería los bonos mexicanos por encima de los alemanes debido a los mayores rendimientos y menores niveles de deuda en el país.

Desde entonces, además de seguir recomendando los bonos mexicanos, Gross ha indicado su creencia en el potencial del peso mexicano. 

En febrero del 2013, Gross llamó a la divisa mexicana “una gran moneda”, y en su reciente entrevista con CNBC destacó que el peso podría recuperarse después del fuerte debilitamiento que ha sufrido en los últimos meses.

Gross no está solo, ya que Laurence D. Fink, director ejecutivo de la administradora de activos 

BlackRock, también dijo en 2013 que las reformas estructurales del país (en particular la energética) eran el inicio de una “revolución real”, y designó al país como su destino favorito para la inversión extranjera.

Desempeño apagado

Las grandes expectativas que generaron las reformas estructurales se han ido difuminando para algunos inversionistas. 

Laurence Fink, director general de BlackRock, la mayor firma de administración de activos del mundo, dijo en el 2013 que la reforma energética significaba el inicio de una verdadera revolución. 

El escepticismo se contagió gradualmente entre el ánimo de analistas e inversionistas, incluyendo a Blackrock. La firma dijo en el 2014 que la transformación mexicana se llevaría a cabo en las siguientes décadas. 

En el corto plazo, la economía mexicana ha sufrido embates tanto desde el exterior como desde dentro del país. Bloomberg reporta que en los últimos once trimestres los pronósticos de crecimiento han sido ajustados ocho veces a la baja.

La caída en el precio del petróleo puso en pausa los planes de inversión de las grandes firmas energéticas globales y redujo el interés generado por la reforma energética.

Asimismo, las finanzas públicas fueron presionadas. A pesar de que en 2014 entró en vigor una reforma fiscal de corte recaudatorio que deprimió al crecimiento, el Gobierno respondió con políticas de austeridad y un recorte al gasto público de 259 mil millones de pesos para 2015 y 2016. Este año el peso tocó mínimos al rebasar los 16 pesos por dólar. En los últimos doce meses la moneda se ha depreciado 18.8 por ciento frente al dólar.

Para algunos queda muy lejos la expectativa de los últimos tres años, cuando el peso fue catalogado por estrategas de inversión como “una apuesta segura” de rentabilidad.  

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