Una de las críticas al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) radica en que agrandó la brecha salarial de México con Estados Unidos y que eso llevó a erosionar el sector de manufacturas en el país vecino. Pero, expertos opinan que el factor China y la robotización natural en las fábricas explican mejor este fenómeno.
Una preocupación cuando se negoció el tratado fue que el salario barato en México sería un imán para las fábricas de Estados Unidos. Eso fue justo lo que ocurrió.
A la par del crecimiento del comercio bilateral y de pasar de un superávit a un déficit comercial con México, también desaparecieron 850 mil empleos entre 1993 y 2013 en Estados Unidos, según el Instituto de Política Económica.
El investigador de la Universidad de California (UCLA), Harley Shaiken, explicó que el debate sobre el TLCAN cae en el ámbito comercial, pero la clave es lograr mejores condiciones para los trabajadores estadounidenses, lo cual se podría obtener al mejorar las condiciones de los trabajadores mexicanos en ambos lados de la frontera.
Además, la productividad de la manufactura mexicana creció 80 por ciento entre 1994 y 2011, mientras que la compensación salarial cayó casi 20 por ciento.
En ese sentido, hacer efectivo los derechos laborales en el sector exportador daría beneficios a los trabajadores mexicanos y eso se traduciría en un mayor poder adquisitivo, un crecimiento económico más robusto, y un alza en las importaciones estadounidenses, agregó Harley Shaiken.
Como resultado, la relación comercial bilateral buscaría un equilibrio.
Visión parcial
Mario Correa, economista en jefe de Scotiabank México, considera que Donald Trump tiene una visión parcial sobre el comercio binacional que no refleja la realidad.
“Así como hay empresas que se establecen en México para fabricar ciertos productos, hay que notar que en muchas cadenas de valor hay una integración muy importante entre los dos países”, sostuvo.
La pérdida de empleos en las empresas manufactureras en Estados Unidos se explican más por la entrada de China a la Organización Mundial del Comercio y por el proceso natural de robotización en las plantas ,que por el bajo costo salarial en México.
“En EU hay muchos empleos que dependen también de esas fábricas que están instaladas en México”, precisó.
Mario Correa argumenta que el costo salarial barato es una de las razones para que vengan empresas a producir a México. No obstante, señaló que también influye la competitividad del país en términos de costos de energía, materias primas e infraestructura.
“Trump menciona sólo el déficit comercial pero lo que no menciona es que las empresas que producen en México pueden poner a disposición de los consumidores estadounidenses productos más baratos que los que tendrían si sólo producen allá”, aseguró.
Además, las exportaciones de EU tienen componentes procedentes de México que las hace competitivas.