México: contraste de riesgos

Aunque las expectativas del Mexican Moment han convertido al país en un destino favorito de la inversión de cartera, los inversionistas institucionales no consideran que México esté exento de riesgos.

Blackrock, el inversionista institucional más grande el mundo, elabora un índice que evalúa el riesgo soberano de 50 países diferentes.  México ocupa el lugar 32, posición que se ha mantenido estable durante el último año.  

Los primeros cinco lugares son ocupados por Noruega, Singapur, Suiza, Suecia y Alemania.

México está ubicado debajo de todas las naciones latinoamericanas incluidas en el índice, con excepción de Argentina y Venezuela, cuyos lugares son 44 y 49 respectivamente.  

Destaca la duodécima posición de Chile en el ranking, ubicándolo por encima de Estados Unidos (15) y China (19). 

El índice denota los contrastes de México. Blackrock destaca que el país posee el tercer sistema bancario con mayor fortaleza de la muestra, únicamente detrás de Estados Unidos y Eslovaquia.  

Además sus finanzas externas, que consideran el estado del balance de cuenta corriente y la exposición a deuda en moneda extranjera, son saludables, lo que ubica al país en el lugar 18 en este rubro.  

Voluntad de pago afecta en el ranking

A pesar de esto, México está situado en la parte baja del ranking debido a sus malos resultados en los dos componentes más importantes del índice: espacio fiscal y voluntad de pago. 

El primero realiza una valoración en base a ingresos por impuestos, plazos de deuda y razones de deuda sobre Producto Interno Bruto. El país se encuentra entre los 15 países peor evaluados en este sector. 

La voluntad de pago considera la efectividad y estabilidad del gobierno, además de factores como corrupción percibida. El ranking sitúa a México en el sitio número 31 de este rubro.

La calificadora Moody’s le elevó la calificación crediticia a un A3 en febrero, lo que propició condiciones para que México emitiera un bono a cien años en libras esterlinas en marzo. 

El titular de la Secretaría de Hacienda, Luis Videgaray, declaró en su momento que la colocación del bono reflejó el interés y confianza existente en la economía mexicana.

Esta posición contrasta fuertemente con la evaluación que Blackrock, gestor de 4.32 billones de dólares en activos, realiza respecto del riesgo soberano de México.