Mexicana de Aviación va por vuelos baratos pero poco rentables  

Mexicana de Aviación regresa a los cielos mexicanos bajo el mando de Sedena con precios 20 por ciento más bajos que la competencia, un modelo bastante cuestionado por resultar poco rentable
Carlos Montesinos y María Fernanda Navarro Carlos Montesinos y María Fernanda Navarro Publicado el
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Después de 13 años de finalizar operaciones, la marca Mexicana de Aviación regresa al espacio aéreo del país bajo el mando del ejército y con un modelo comercial de costos bajos que no ha resultado tan rentable para otras empresas que ya operan bajo este esquema en México.

Ayer en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador se informó que la compra de la marca Mexicana Aviación se concretó gracias a un acuerdo con la organización de extrabajadores por 815 millones de pesos e iniciará operaciones con una flota de 10 aviones hacia 20 destinos entre los que se encuentran las 10 rutas más rentables del país.

La venta de boletos para los vuelos que ofrecerá esta aerolínea iniciaría en septiembre de este año para poder recibir esta clase de aeronaves con un costo entre 18 y 20 por ciento más bajo que la competencia en el mercado.

Pero las “batallas de ofertas” en los costos de los boletos de vuelos nacionales con el objetivo de incrementar la demanda y ganar mercado, ya han sido cuestionadas por especialistas que señalan que al mantenerse por mucho tiempo no resultan rentables.

“Lo que se requiere es un plan de negocios con la justificación adecuada para poder garantizar, no una ganancia como quieren hacer ver porque lo que se señala es que (la operación de esta nueva aerolínea) no es con fines de lucro, lo están haciendo con plan de beneficio; pero al final de cuentas se trata de una empresa aunque sea del Estado y requiere al menos que sea autosuficiente”,  explica Fernando Gómez Suárez, analista de aeropuertos y aviación.

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) será propietaria de la nueva aerolínea por medio de la empresa “Olmeca-Maya-Mexica” que también controlará el Tren Maya. Se proyecta que operará a través de 10 aviones Boeing 737-800 que se arrendaron por cuatro mil millones de pesos, cada uno con capacidad para 180 pasajeros y con solo un tipo de asientos para ofrecer servicios a costo accesible.

La central primaria de Mexicana será el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), con sus oficinas corporativas en la exhacienda de Santa Lucía en el complejo de la base militar, y la secundaria el Aeropuerto Internacional de Tulum Felipe Carrillo Puerto que sigue en construcción, ambos también propiedad de Sedena.

“La rentabilidad va a depender de la actividad que realicemos en cuanto a los vuelos”, dijo el general Luis Cresencio Sandoval, secretario de la Defensa Nacional al señalar que se espera alcanzar este nivel entre 2025 y 2030.

Gómez Suárez apunta que es necesario un plan de negocios para evaluar si los costos de los vuelos serán rentables, además sñala que el sector de la aviación tiene que asegurar el factor de seguridad operativa y en ese aspecto no se puede escatimar en gastos.

A eso se suma que los servicios aeroportuarios y el costo de la turbosina se han encarecido durante los últimos meses, al tiempo en el que está industria aún no se recupera de la caída de la demanda por la pandemia de COVID-19.

Cabe destacar que durante los últimos 20 años han quebrado más de 25 empresas de aviación mexicanas debido a las condiciones económicas en las que operan, lo que ha dejado una estructura de mercado de tres compañías que concentran hasta el 90 por ciento de los pasajeros transportados en vuelos nacionales.

Sin aviación regional

Entre las rutas con las que iniciará operaciones esta nueva aerolínea se encuentran Cancún, Monterrey, Guadalajara, Tijuana, Mérida y Puerto Vallarta que se enlistan entre las más demandadas actualmente.

Esta decisión va a poner a competir a esta empresa con otras aerolíneas comerciales privadas y descuida el desarrollo de la aviación regional con el objetivo de “conectar mejor al país”, advierte el especialista en aviación.

Antes de esta adquisición, en mayo de este año entró en vigor la Ley de Aeropuertos y la Ley de Aviación Civil para permitir que las entidades paraestatales administren y operen líneas aéreas.

“De acuerdo a las modificaciones que se hicieron a la ley de aeropuertos se debería garantizar que no habrá un trato preferencial a esta aerolínea a efecto de que no se genere incertidumbre en el sector para las demás aerolíneas competidoras porque pudiera haber condiciones de ventajas en cuanto a términos plazos o créditos y financiamientos a las operaciones de esta línea, es decir, turbosina, servicios aeronáuticos, radares, pistas, instalaciones aeroportuarias, crédito para traspasos de pagos”.

En medio de los planes de la administración de AMLO para ampliar la oferta de transporte aéreo en el país, el sector aún sigue bajo la lupa luego de que en marzo de 2022 la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos degradó a México a Categoría 2 por incumplir estándares internacionales de seguridad.

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