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México tiene problemas de expectativas. Esto es lo que puede rescatarse de algunos datos económicos publicados recientemente, en contraste con las altas expectativas que se tenían del país al empezar el año.
Después de que la prensa internacional declarara este año como el “Mexican Moment” y llamara a México “el tigre azteca”, hoy la confianza de los consumidores, empresarios y analistas mexicanos contrasta con esta imagen.
En junio de este año, el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y el Banco de México (Banxico) se redujo a 93.3 puntos; una disminución mensual de 1.94 por ciento, con cifras desestacionalizadas.
Este es el nivel más bajo que el ICC ha alcanzado en nueve meses. Con respecto a junio 2012, el ICC en su serie original reportó una disminución de 2.4 por ciento.
Por el otro lado, el Indicador de Pedidos Manufactureros (IPM) también elaborado por el INEGI y Banxico, se redujo a 51.4 puntos en su serie desestacionalizada, una reducción mensual del 2.23 por ciento.
El IPM de junio en su serie original reportó una caída de 3.54 por ciento (1.9 puntos) con respecto al mismo mes del 2012.
Además, la encuesta sobre las expectativas de los especialistas en economía del sector privado, realizada mensualmente por Banxico, reportó en junio que los expertos nuevamente redujeron su expectativa del crecimiento real de México para el 2013.
Mientras que en mayo la encuesta apuntó que se esperaba un crecimiento anual de 2.96 por ciento, la encuesta de junio ha reducido esta cifra a 2.84 por ciento. La expectativa de los especialistas para el crecimiento durante el 2014 varió mínimamente, pasando de 3.98 a 3.93 por ciento.
En suma, estos datos muestran que la confianza que los mexicanos sienten sobre el desempeño de su economía ha disminuido.
Estas no son buenas noticias para la economía mexicana, ya que Banxico apuntó, en su último anuncio de política monetaria, que la economía se ha desacelerado debido a un estancamiento en las exportaciones manufactureras y a la disminución en el ritmo de crecimiento de la demanda interna.
Midiendo la confianza
Para poder medir la confianza, el INEGI y Banxico utilizan una metodología rigurosa que les permite crear indicadores adecuados.
Para el ICC, las instituciones utilizan los datos arrojados por la encuesta nacional sobre la confianza del consumidor (Enco), un sondeo mensual de 2 mil 336 viviendas urbanas realizado en 32 ciudades (una por cada entidad federativa).
La información captada permite estimar el ICC, que mide la opinión que los entrevistados tienen de su situación económica presente y futura. La confianza del consumidor medida por el ICC sirve para estimar el comportamiento de la demanda interna.
Para el IPM, se utiliza la Encuesta Mensual de Opinión Empresarial (EMOE), que sondea a los directivos de mil 553 empresas a nivel nacional, incluyendo a todas las empresas del sector manufacturero con mil o más empleados.
El IPM mide las expectativas de los empresarios sobre cinco variables: pedidos, personal ocupado, entregas de proveedores e inventarios.
La confianza empresarial medida por el IPM en el sector manufacturero sirve para estimar el comportamiento de la producción en este sector, que cuenta con 5 mil 71 empresas y representa el 63 por ciento del personal ocupado y el 80 por ciento de los ingresos empresariales de México.
En conjunto, el ICC y el IPM resultan útiles como barómetros de las confianza que dos sectores clave de la economía mexicana sienten sobre la misma.
PIB a la baja
En la opinión de especialistas en economía del sector privado, las expectativas de crecimiento del PIB real para los siguientes dos años en México han disminuido.
De acuerdo con una encuesta realizada durante el último mes por Banxico, se espera que el crecimiento del PIB anual sea de 2.84 por ciento, mientras que en el mes de abril y mayo se tenía una expectativa del 3.35 y 2.96 por ciento, respectivamente.
Los niveles de crecimiento para el 2014 presentan una ligera disminución que llega a un 3.93 por ciento. En mayo, los especialistas preveían un crecimiento de 3.98 por ciento para el próximo año.
Estos datos se suman a una baja en la expectativa de crecimiento que se ha generado en los últimos meses.
Mediante encuestas periódicas, el Banco de México monitorea las expectativas que los especialistas tienen en relación con la economía del país, que han marcado una baja a la esperanza de crecimiento.
La perspectiva de los especialistas se ve influenciada por los recientes sucesos en los mercados que tendrán un impacto en la economía nacional a largo plazo.
Por su parte, las expectativas de inflación general para el 2013 disminuyeron, en relación con las encuestas anteriores, a 3.79 por ciento para el cierre de este año.
En cuanto al tipo de cambio del peso con el dólar, las perspectivas de los analistas coinciden en que habrá una apreciación para finales de este año que colocará a la moneda extranjera en 12.59 pesos.