Luz y sombra del bitcoin

Aunque a la bitcoin se le ha ligado con negocios ilícitos en Internet (drogas, armas, cazarecompensas, entre otros), el mundo ya está poniendo suma atención al alcance que esta moneda virtual podría tener en el futuro. 

Incluso el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, ha declarado que las monedas virtuales son una “promesa a largo plazo” que podría innovar al sistema financiero.

La bitcoin surgió como contraoferta de las monedas respaldadas por los bancos centrales del mundo, respaldada solo por la confianza de sus usuarios. Su oferta fija es de 21 millones de dólares, por su diseño original, de los cuales se han “extraído” 12 millones de bitcoins, dando lugar a los “mineros”, es decir, expertos informáticos que descifran algoritmos complejos para así “extraer” una de estas. 

Sin embargo, este proceso puede ser más complicado de lo que suena ya que tan solo para bajar el programa para comenzar a extraer se podría tardar un día entero en una computadora casera; pero que con un poco de paciencia se podría tener algo de ganancias en su transacción.

Cabe destacar que la evolución del tipo de cambio en los periodos más recientes ha sido mucho más agresiva que a sus inicios. A finales del 2010 se tenía un tipo de cambio de 0.30 dólares por bitcoin, el 2011 cierra a 5.27 dólares por bitcoin y para el 2012 llegó hasta los 13.30 dólares por bitcoin.

Su evolución

Debido a que cada vez más es más aceptada en el comercio online, se fue multiplicando el tipo de cambio a lo largo del año, llegando a su punto más alto en noviembre, donde se rompió la barrera de los mil dólares por bitcoin. 

Este tipo de expectativas le han dado a los mercados la confianza de aceptar este tipo de divisas como monedas de cambio en sus transacciones. 

Entre los más sonados en el año está Virgin Galactic, compañía que planea ofrecer turismo espacial suborbital, que anunció aceptar bitcoins como pago a sus servicios.

Sin embargo, la tendencia positiva continua se rompió cuando el Banco Central de China prohibió a los bancos comerciales el uso de monedas virtuales en sus transacciones, por lo que el tipo de cambio se derrumbó a inicios de diciembre a 600 dólares por bitcoin. 

A pesar de que cada vez la moneda es cada vez más repudiada por diversas instituciones financieras, su actual tipo de cambio ronda por los 800 dólares por bitcoin, lo cual nos habla de que lo que estamos viviendo es en efecto el nacimiento de un instrumento que cambiará al sistema o podría ser lo que muchos expertos sugieren, una mera burbuja especulativa que tarde o temprano se reventará. 

Suponiendo que las monedas virtuales logran vencer su mayor reto, obtener la confianza de consumidores, instituciones y gobierno, dichas divisas presentarían una alternativa a empresas y consumidores a usar una divisa que no esté sujeta a políticas monetarias de bancos centrales o decisiones gubernamentales. 

Retos del bitcoin

Diversas instituciones todavía no ven con tan buenos ojos el auge de las monedas virtuales. Entre estos se encuentra la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés), la cual ya ha publicado un comunicado donde advierte a la población sobre el peligro latente que existe al comerciar divisas como la bitcoin.

Entre los principales riesgos, el documento titulado “Advertencia a los consumidores sobre las monedas virtuales” destaca los siguientes puntos: no hay garantías legales que aseguren a los poseedores que su dinero estará a salvo ante cualquier percance, la naturaleza de la moneda pone vulnerable al sistema de asaltos a las carteras digitales, el cierre de páginas de comercio ilícito (donde hay un uso popular de monedas virtuales), provoca efectos en el tipo de cambio que afecta directamente a los poseedores de la moneda. 

Aunado a ello, de seguir incrementándose el uso de dichas divisas, falta ver cómo los gobiernos alrededor del mundo se adaptarán a su uso. 

Es posible que en el futuro otros gobiernos intenten regular o establecer las “reglas del juego” al tratarse de las transacciones de monedas virtuales, como es el caso de China. 

Actualmente, no se ha hablado mucho sobre cómo las ganancias por transacción de divisas electrónicas se gravarán.