Los nuevos socios de México

Durante el fin de semana, el presidente Peña Nieto celebró el avance en los acuerdos comerciales entre Latinoamérica que se estipularon en la cumbre de la Celac -UE (Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe y la Unión Europea). 

En esta convicción, en el portal de la presidencia Peña Nieto indica que la meta a largo plazo entre los países de la región es: “convenir la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas”.

Sin embargo, lograr una apertura regional de tal magnitud será difícil, particularmente por el contraste de ideologías que existen en los países pertenecientes a la región (inclusive a la comunidad Celac).

Aunque algunos países muestran resistencia ante la nueva tendencia de reducción al proteccionismo, el avance con los acuerdos entre algunos mandatarios será beneficioso para México. 

Durante la cumbre se mostró una postura insistente por parte de la Unión Europea para que América Latina avance en dirección a la eliminación de barreras comerciales, para que así, el desarrollo de ambas regiones pudiera mejorar. 

En particular, la canciller alemana Angela Merkel hablaba de la posibilidad de recuperación económica de países como España y Portugal ante un fortalecimiento en la relaciones comerciales con Latinoamérica. 

El comisionado de comercio exterior de la Unión Europea, José Manuel Barroso, expresó que a pesar de que en teoría el proteccionismo se repudia, en práctica, el libre comercio se somete cada vez más a presiones. 

Sin embargo existe la crítica sobre esta cumbre debido al escepticismo sobre el verdadero alcance de la eliminación de las barreras. 

Incertidumbre en los miembros

Históricamente ha existido un paradigma en América Latina que promueve el proteccionismo de ciertas industrias ante un posible deterioro, en caso de que la economía se abra al comercio exterior enteramente. 

Esto se ha reducido con el paso del tiempo a través de fuertes acuerdos comerciales con países tanto dentro como fuera de la región. Sin embargo, algunos jefes de estado todavía tienen una orientación de política comercial cerrada, por lo que una apertura completa será un reto. 

En primera instancia vemos que el liderazgo de la Celac que tenía Sebastián Piñera va a ser transferido (como proceso de rutina) a Raúl Castro, mandatario actual de Cuba. A pesar de que él es más abierto a ideas económicas liberales, en comparación con su hermano Fidel, queda mucho camino para que Cuba adopte un modelo de economía abierta. 

Hacia el sur del continente la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, no mostró una postura totalmente a favor de la apertura buscada por algunos miembros del Celac y de la Unión Europea. 

Entre sus declaraciones se destacó lo siguiente: “Hay países emergentes con desarrollo industrial emergente frente al consolidado desarrollo de la UE, y se necesita que esto sea previsto para que las asimetrías estén previstas, para que no se perjudique a nuestra industria y sobretodo a nuestros pueblos”.

Esta es una visión clara de cómo los países en vías de desarrollo no podrían competir en un ambiente internacional, lo cual ha sido uno de los principales motores para el proteccionismo regional en América Latina. 

Ventajas para México

A pesar de la dificultad que existe en un acuerdo comercial generalizado en América Latina, el esfuerzo entre algunos países es inminente. En particular, Colombia, Chile, Perú y México acordaron reducir en 90 por cientos los aranceles que tienen entre ellos. 

Los aranceles tendrían que ser reducidos antes del 31 de marzo por las cuatros naciones. Después de esto, se tiene como meta acordar la eliminación del restante 10 por ciento para lograr una verdadera unión comercial entre ellos. 

Esto es una buena noticia para Grupo México, quien anunció un gasto de inversión en capital de 3 mil 500 millones de dólares durante el 2013. 

Esta empresa tiene fuertes operaciones mineras de cobre, con gran presencia en Perú. 

Según The Wall Street Journal la producción anual de cobre por parte de este grupo es de 625 mil toneladas, con el ambicioso plan de inversión se espera una producción de mil 400 toneladas para el 2015. 

Los proyectos serían expandidos tanto en Estados Unidos como en Perú. Luego del acuerdo comercial será enteramente beneficioso para Grupo México expandir sus operaciones de cobre en dicho país, donde las trabas por los aranceles serán disminuidas. 

Bajo el esquema de comercio exterior actual, México tiene una dependencia importante  con la economía estadounidense. Si el comercio con algunos países de América Latina crece, y las exportaciones se logran diversificar, se disminuiría el riesgo de una contracción económica cuando la economía de Estados Unidos caiga.