Comprender la realidad que existe detrás de la concepción que se tiene sobre el sector laboral informal de la economía mexicana resulta imperativo para poder atender las fallas estructurales que lo ocasionan, en lugar de perpetuarlo.
A pesar de que México figura como la doceava economía más grande del mundo, de acuerdo con los datos del Fondo Monetario Internacional, no significa que el país destaque por las condiciones de trabajo a partir de las cuales millones de personas se emplean, ya que la falta de un contrato formal, la ausencia de prestaciones y hasta el no reconocimiento de la relación laboral se han convertido, incluso, en parte del ideario nacional.
A tal grado que, aunque 32.2 millones de personas ocupadas en México actualmente se encuentran subordinadas a tal modalidad de relación laboral, según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, se han creado toda una serie de prejuicios que limitan una verdadera conversación sobre lo que se debe de hacer para atacar las causas que originan y profundizan a la informalidad laboral, explicó a Reporte Índigo, Alexandra Haas directora ejecutiva de Oxfam México.
“Mucha gente pierde con el tema de la informalidad, como lo son las personas más pobres, las racializadas, las mujeres; y detrás de la falta de análisis sobre el tema hay toda una serie de sesgos que han provocado que no lo abordemos como un problema central de la economía, y una limitante para poder impulsar el bienestar de las personas”, destacó Haas.
De ahí que el informe “El laberinto de la informalidad: mitos, trampas y realidades“, elaborado por la organización México, ¿cómo vamos? y Oxfam México de cuenta de cómo las falsas creencias sobre tal modalidad de relación de trabajo fallecen ante la evidencia y los verdaderos pendientes que tiene por resolver el país en materia laboral.
“Es una situación que afecta en mayor medida a las mujeres; a las personas con más hijos; a las personas con baja escolaridad; a las localidades pequeñas; a quienes trabajan por cuenta propia; a las micro, pequeñas y medianas empresas y a la región centro y sur del país. Además, tiene como consecuencia que, en promedio, las personas ganen la mitad de quienes cuentan con un empleo formal”, se lee en el informe.
Las falsas creencias sobre la informalidad en el país
Creer que la informalidad es una decisión personal; que las personas subordinadas a ese tipo de relación laboral no pagan impuestos y se aprovechan de los servicios que aportan los demás; además de que la informalidad impacta de la misma forma a toda la población o que tal fuerza de trabajo se dedica a actividades delictivas son parte de las falsas creencias que rodean al tema del trabajo no regulado en México.
Al respecto, los arreglos institucionales y sociales que hay en nuestro país en torno al trabajo; el pago de impuestos al consumo de las personas en el país independientemente a la relación laboral que ostenten, la heterogeneidad del fenómeno de la informalidad y la falta de protección legal por el trabajo, además de la falta de acceso a los bienes y servicios públicos son las cuestiones que en realidad explican tales mitos.
¿Qué hacer para trascender de los mitos sobre la informalidad laboral?
Las organizaciones que elaboraron el informe han considerado que es necesario fortalecer la inspección laboral, reforzar la seguridad social, simplificar los trámites para afiliar trabajadores a la seguridad social e implementar políticas que mejoren los ingresos de las personas en informalidad laboral para reducir al máximo una situación que actualmente afecta a más de 32 millones de mexicanos trabajadores.