La caída del precio del Bitcoin y el destape del fraude en FTX giraron los reflectores hacia el cuestionamiento acerca de qué tan bueno es realizar inversiones en criptomonedas y, sobre todo, cuáles son los riesgos.
Académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) coinciden en algunos puntos: Son de alto riesgo y así como se busca ganar mucho, se debe estar dispuesto a perderlo todo.
“Yo no gastaría en ellas. Pero quienes sí quieren hacerlo les recomendaría que no inviertan en nada que no estén dispuestos a perder, que en el momento en que decidan entrar en el mundo de las criptomonedas lo hagan con la misma actitud con la que entrarían en un casino: Sabiendo que pueden ganar mucho dinero, pero también perderlo todo”, considera César Duarte Rivera, especialista del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.
🟢⚡Las principales criptomonedas suben hasta un 9,3%: Bitcoin supera los US$20.000 y registra su mejor semana desde octubre de 2021 pic.twitter.com/PgOJxLd1EY
— Finanzas Argy 🇦🇷📈 (@FinanzasArgy) January 14, 2023
Por su parte, Norman Wolf del Valle, especialista de la Facultad de Contaduría y Administración de la UNAM, expone que la mayoría de personas, al desconocer cómo funcionan las criptomonedas, tienen pocos elementos para prever su comportamiento.
“Como no todas las personas entienden la complejidad del proceso matemático a partir del cual se generan las criptomonedas, ni saben qué factores influyen en su oferta y demanda, tampoco están en condiciones de prever los riesgos que supone hacer transacciones con ellas”.
¿Cómo definir las criptomonedas?
Para desmenuzar un tanto la complejidad de estos activos digitales, Norman Wolf señala que es más fácil si se logra comprender lo que no son.
“Si definimos lo que una criptomoneda no es podemos comprender mejor su naturaleza. No es dinero en efectivo, no es un equivalente de dinero en efectivo, no es un instrumento financiero porque no es un contrato entre dos partes que da lugar a un activo financiero para una y a un pasivo financiero para la otra. Tampoco es un inventario porque no es una mercancía”.
Además, advirtió que así como el precio de una criptomoneda puede subir demasiado en un lapso relativamente corto, también puede desplomarse de manera estrepitosa.
“Es factible que una criptomoneda forme una burbuja y que esta burbuja estalle en cualquier momento (…) a excepción de El Salvador, ningún país les ha dado curso legal ni una base en oro, plata o diamantes que las ampare”.
¿Oscuras de origen?
“Al poco tiempo de que apareció el bitcoin, por ejemplo, se dijo que era utilizado para la compra de armas y el tráfico de personas, precisamente porque no está regulado”, dijo César Duarte Rivera.
Sin embargo, señaló que esto es contradictorio “porque la idea original consistió en que el manejo de las criptomonedas fuera autogestivo y descentralizado, pero estas características, en sí mismas, son las que permiten que se cometan fraudes o actos ilícitos con ellas.
“Por eso, ya han sido sometidas a varios intentos de regulación, pero en realidad se ha avanzado poco en este terreno”.
Por su parte, Norman Wolf consideró: “Una gran cantidad de recursos de procedencia ilícita encuentra un nicho seguro en las criptomonedas para quedar blanqueada. Incluso, éstas pueden ser usadas para financiar el terrorismo, pues se transfieren de un país a otro con suma facilidad.
“Como están en la web pueden circular libremente por todo el mundo porque, a diferencia de lo que ocurre con un cheque o una transferencia interbancaria, no hay ninguna manera de rastrearlas”.