Las monedas de 10, 20 y 50 centavos cada vez son menos en el mercado al punto que pocos mexicanos las utilizan, debido a que con el efecto de la inflación no existen casi productos que cuesten 50 centavos o menos por lo que el propio Banco de México (Banxico) dejó de fabricarlas.
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De hecho, fue en el año 2019 cuando Banxico ordenó que las monedas de 10 y 20 centavos dejaran de fabricarse, con lo que se sumaron a las extintas monedas de 5 centavos que dejaron de existir desde 2002.
Sin embargo, las monedas de 10 centavos todavía circulan en el país y de acuerdo con la ley todavía es obligatorio recibirlas, aún más en operaciones como el pago del pedrial en el que se puede efectuar el pago con ese tipo de monedas.
A su vez, el banco central ordenó a la Casa de Moneda la acuñación de 2 mil 285 millones de monedas, de las cuales, 507 millones corresponden a las de 50 centavos y para el próximo año, Banxico acuñará 2 mil 500 millones de monedas de todas las denominaciones.
Por otro lado, una encuesta del Banco de México arrojó que a los mexicanos no les gusta usar las monedas de 10 y 20 centavos, ya que por su tamaño pequeño se asocian con un bajo valor o se piensa que están devaluadas.
Al 07 de Octubre de 2022, las Reservas Internacionales del #BancodeMéxico tuvieron un saldo de 196,963 m.d pic.twitter.com/YoJTWzIk4I
— Banco de México (@Banxico) October 11, 2022
En ese sentido, Banxico prevé que con la inflación los centavos van a desaparecer debido al encarecimiento de los productos mientras en cuanto a practicidad muchos consideran que este tipo de monedas son pequeñas y peligrosas.
En cuanto a la situación económica, el peso mexicano inició esta semana apreciándose siete centavos, para concluir la sesión en $19.97 spot.
A pesar del deterioro de la escena geopolítica, la crisis energética en Europa y el riesgo de recesión, los operadores se mantienen al pendiente del dato de inflación de la economía estadounidense de septiembre este miércoles.
Sobre la política monetaria, destacaron los comentarios de Lael Brainard, vicepresidenta de la FED, y Charles Evans, gobernador de la Fed de Chicago. Brainard comentó que el endurecimiento monetario ha comenzado a reflejarse en la economía de EUA, incluso más rápido de lo anticipado.
Por su parte, Evans declaró que las tasas de interés deberían aumentar por encima del 4.5 por ciento a principios de 2023, y mantenerse en nivel restrictivo por el periodo suficiente para garantizar la convergencia a la meta inflacionaria de 2 por ciento.
