En el universo de Guillermo del Toro no solo habitan monstruos. El cineasta mexicano ha apadrinado a diversos jóvenes con el objetivo de ayudarlos a concretar su sueño dentro y fuera de la pantalla grande.
Pero no siempre fue así. Antes de convertirse en uno de los mexicanos más reconocidos en la industria cinematográfica, el tapatío probó el sabor amargo de las derrotas. En 1993 se destacó con Cronos, aunque la magia duró poco tras su primer fracaso con Mimic para Miramax, en 1997.
Llevo años enamorado de los monstruos de una manera muy íntima y espiritual
Esta experiencia la ha catalogado como una de las peores en su vida, ya que sintió amenazada su libertad creativa. Desde ese momento supo que no volvería a desviarse de su estilo característico.
Hoy, Del Toro cumple 55 años y es considerado como el director mexicano mejor pagado de todos los tiempos, además se estima que su patrimonio neto asciende a 30 millones de dólares, de acuerdo con varios medios especializados.
En 2013, se le incluyó en un listado de la revista People with Cash, como uno de los 10 directores mejor pagados durante ese año.
“Para mí, el verdadero horror en la vida es la perfección. Eso me asusta muchísimo. Cuando el gobierno comienza a hablar de perfección, unidad, pureza, eso da miedo. ¿Yo? Me deleito con las imperfecciones”, declaró el cineasta durante una entrevista con el sitio Polzartem poco antes de que recogiera el León de Oro en 2018.
Un tuit con viaje redondo
Entre los ahijados del director originario de Jalisco destacan los equipos de primaria y secundaria de la Olimpiada de Matemáticas de la Ciudad de México, quienes a finales de mayo pasado solicitaron apoyo por redes sociales para poder pagar el viaje para ir a concursar a Sudáfrica por falta de recursos.
Cuando el tuit llegó al creador de la criatura con ojos en las palmas de las manos en El laberinto del Fauno, este se ofreció a pagar los boletos de avión para los 12 integrantes.
Pero la hazaña del nuevo padrino no terminó ahí. El director de El espinazo del diablo también apoyó a los estudiantes de preparatoria que concursaron por la misma asignatura en Reino Unido.
Isabel Hubard, delegada de la Olimpiada Mexicana de Matemáticas de la Ciudad de México, comparte que el apoyo de Guillermo del Toro no solo significó que iban a poder acudir a la competencia, también le dio visibilidad al talento nacional.
“México y el mundo nos vieron porque tener a alguien de su calibre apoyándonos hizo que nos pusieran en el mapa y que les interesara nuestra situación. Hoy, gracias a él la sociedad mexicana sabe que existen este tipo de eventos en los que niñas, niños y jóvenes compiten y se preparan para ser mejores”, precisa la también investigadora del Instituto de Matemáticas.
Otros ahijados llegaron a la familia cuando se supo que el cineasta mexicano retomó la producción y dirección del clásico de Pinocho para Netflix, un proyecto que durante años se mantuvo a la especulación sobre si en realidad se concretaría o no en un futuro.
No obstante, a inicios de este año, el amante de los monstruos lanzó una convocatoria para buscar a 30 guionistas, camarógrafos y diseñadores con el objetivo de incluirlos a su equipo en esta adaptación musical animada con stop-motion.
Lo que se sabe hasta ahora es que la convocatoria fue un éxito y se espera que la cinta, cuya trama no va dirigida a los niños, se estrenará en 2021.
La beca deseada de Guillermo del Toro
Los recién llegados a la familia son María Candelaria Palma Marcelino y Alejandro Ríos Rodríguez, ambos beneficiarios de la primera convocatoria de la Beca Jenkins – Del Toro, por un monto de 60 mil dólares.
Esta iniciativa surge gracias a los recursos que aportan la Fundación Mary Street Jenkins, la organización del Patronato del Festival Internacional de Cine en Guadalajara, la Universidad de Guadalajara y la Fundación Universidad de Guadalajara, además del apoyo de Guillermo del Toro, y tiene el propósito de fomentar el desarrollo del arte cinematográfico mexicano.
60,000
Rodrígo Martínez, crítico de cine y televisión, opina que esta clase de incentivos ayudan a impulsar a la industria y permiten que los nuevos talentos se preparen sin necesidad de que tengan que buscar otras alternativas en el extranjero.
“Guillermo del Toro se ha convertido en uno de los grandes impulsores de los jóvenes en México, no solo apoya a las buenas ideas, también sabe reconocer cuando hay pasión en una persona y en las historias que quiere contar”, refiere el experto del séptimo arte.
Dentro de su catálogo de películas destacan los Titanes del Pacífico, El laberinto del fauno, Hellboy, El espinazo del diablo, y Blade. Sin embargo, La forma del agua fue la obra con la que se consagró como mejor director en 2018.
El año pasado, la revista TIME lo seleccionó como una de las 100 personas más influyentes del mundo en la categoría de artistas a lado de otras personalidades, como Nicole Kidman y Hugh Jackman.
Isabel Hubard asegura que para el programa de la Olimpiada de Matemáticas de la Ciudad de México, el apoyo del productor tapatío fue el comienzo de un camino con el que buscan hacerse de más apoyos institucionales para seguir impulsando a los jóvenes, a pesar de la adversidad.
Es una persona que se ha destacado por apoyar al talento mexicano en muchos sentidos y es alguien digno de admirar por toda su trayectoria. Estamos seguros de que seguirá ayudando a más personas y ese será su mayor legado
