Será durante esta semana cuando sea inaugurada la refinería Dos Bocas (Olmeca), la cual se constituye como un proyecto emblema de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien ha insistido en su política energética.
¿Dónde está Dos Bocas?
La refinería se halla en el municipio de Paraíso, Tabasco, en el Puerto de Dos Bocas y fue presentado por primera vez a finales de 2018 como parte del primer paquete de obras de infraestructura.
A su vez, su edificación representó la reanudación de construcciones en materia energética ya que la última ocasión que Petróleos Mexicanos (Pemex) hizo una refinería fue en 1979.
De esta manera, el terreno, de 556 hectáreas, conectará a la red nacional de poliductos. Dos Bocas se encontrará con un entronque en Minatitlán, en Veracruz, a una distancia de 35 kilómetros.
¿Cuánto costó Dos Bocas?
De acuerdo con el gobierno del presidente AMLO, el costo total de la refinería Dos Bocas sería de 8 mil millones de dólares, cantidad que fue anunciada en el año 2019 cuando comenzaron las obras.
“Son buenas estas conferencias porque queda constancia, todo está grabado. Son desafíos, retos, a ver quién tiene la razón”, dijo AMLO cuando anunció el costo.
No obstante, para este 2022, la Secretaría de Energía dio a conocer que hubo un incremento en el costo a 9 mil 800 millones de dólares.
Pero, en mayo, Bloomberg calculó que la obra, de acuerdo a los contratos, tendría un costo total de 14 mil millones de dólares. Mientras que fuertes externas, relacionadas a Pemex y que hablaron de manera anónima, respecto a que calculaban el costo de 18 mil millones de dólares.
Incluso, el 24 de junio, López Obrador reconoció que el gasto de la obra, insignia de su objetivo para alcanzar la “autosuficiencia energética”, tuvo un aumento de hasta 12 mil millones de dólares, que sería un 50% más de los 8 mil millones originalmente planteados.
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“Hay un incremento, pero en los términos autorizados por el Consejo de Pemex”, dijo el mandatario durante la conferencia matutina.
Sin embargo el gobierno hace difícil acceder, analizar o siquiera confirmar estos datos: Hacienda no lleva un registro del avance físico y financiero de la obra, mientras que Pemex limita detalles afirmando que su filial PTI Infraestructura de Desarrollo “no es sujeto obligado de la Ley General de Transparencia”.
En tanto, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) ha detectado varias irregularidades, como el inicio de obras sin Manifestación de Impacto Ambiental Regional –similar a lo que sucedió con el Tramo 5 del Tren Maya–, opacidad, así como deficiencias y pagos en exceso e injustificados.