‘Las Vegas’ a la mexicana

Tradicionalmente, el único requisito para que una casa de apuestas pueda operar en México es negociar un permiso con el Gobierno Federal. 

Ahora, por primera vez en más de 60 años, se presentará una iniciativa para establecer reglas claras en el sector. 

Entre los cambios que se espera que contenga el proyecto destacan permisos para construir hoteles con casino al estilo de Las Vegas y la prohibición de regalar bebidas alcohólicas.

Alejandro Dabdoub Alejandro Dabdoub Publicado el
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casinos están registrados en México ante la Secretaría de Gobernación; forman parte de los 380 establecimientos dedicados a las apuestas, juegos y sorteos
http://youtu.be/-SIyv8ZA3rI

Tradicionalmente, el único requisito para que una casa de apuestas pueda operar en México es negociar un permiso con el Gobierno Federal. 

Ahora, por primera vez en más de 60 años, se presentará una iniciativa para establecer reglas claras en el sector. 

Entre los cambios que se espera que contenga el proyecto destacan permisos para construir hoteles con casino al estilo de Las Vegas y la prohibición de regalar bebidas alcohólicas.

Medios de comunicación como Proceso y El Financiero afirman que se propone la creación de un nuevo Instituto Nacional de Juegos y Sorteos para hacer la labor que actualmente realiza la Secretaría de Gobernación.

Este nuevo organismo desconcentrado ha levantado varias críticas debido a que estará conformado por representantes de algunas secretarías de Estado, organizaciones sociales, instituciones académicas y otros casineros.

Este último grupo de empresarios es señalado como el principal problema del nuevo proyecto, ya que el instituto es el encargado de otorgar nuevos permisos.

Esto podría afectar la competencia si casinos con influencias políticas fuertes empiezan a prohibir la entrada de nuevos empresarios.

Otro de los obstáculos que tiene el proyecto son los cientos de permisos vigentes para operar centros de apuestas. 

Se desconoce de qué manera se hará la transición a la nueva ley o si estos casinos estarán exentos de cumplir con las nuevas obligaciones legales.

Se espera que la siguiente semana la Cámara de Diputados presente la iniciativa. Estos son los principales cambios propuestos.

> Al estilo ‘Las Vegas’
La nueva ley permite abrir casinos en zonas hoteleras del país en el mismo establecimiento de hospedaje. Este tipo de negocios son comunes en Las Vegas, de donde se tomó el modelo para su regulación. Ahora las personas podrán tener un cuarto para dormir en el mismo edificio donde está el casino.

> Monopolio de los tragamonedas
Uno de los temas más polémicos en el tema de apuestas en México es el uso de máquinas tragamonedas. La nueva ley señala que para usar este tipo de aparatos se necesita contar con el permiso adecuado, es decir, ser un casino. Esto acabaría con las máquinas de comercios pequeños donde a menudo son utilizadas por niños.

> Sólo para mayores de 21 años
Las disposiciones actuales prohiben a los menores de edad participar en los juegos y sorteos. Esto significa que cualquier persona mayor de 18 años puede apostar a su antojo. Con la nueva ley se pretende aumentar a 21 años la edad legal para que las personas puedan apostar o se les permita el ingreso a un casino.

> Sin alcohol gratis o guarderías
Una de las promociones más llamativas de varios centros de apuestas son las bebidas alcohólicas gratuitas dentro del lugar. Mientras una persona apueste, el casino le regala una bebida. Estas promociones estarán prohibidas en el nuevo marco legal, al igual que el ofrecer servicios de guardería a los clientes.

> Mantener su distancia
Los casinos actuales no pueden, en teoría, ubicarse en un radio de 200 metros de una institución de educación o culto. La nueva restricción establece una distancia mínimo de 500 metros y añade otras zonas como reservas naturales, hospitales y lugares declarados como patrimonio cultural tangible o intangible.

> Bajo el ojo del Estado
A pesar de que la creación de un instituto de juegos y sorteos es criticada por analistas, su principal intención es aumentar el control del gobierno sobre los casinos. De tal modo, los centros de apuesta tendrán que presentar informes mensuales sobre sus utilidades y subscribirse al sistema nacional de apuestas.

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