La tormenta de Volaris

El panorama de la aerolínea luce retador por los altos costos de los combustibles y una mayor competencia en tarifas, situaciones que desestabilizarán el vuelo de la empresa en el largo plazo
Nayeli Meza Orozco Nayeli Meza Orozco Publicado el
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“Tener el costo unitario más bajo es la ventaja competitiva más importante en este entorno”
Enrique BeltranenaDirector general de Volaris

Se acabó la fiesta. Volaris vive una resaca de la que no saldrá tan fácil. La aerolínea desencantó al mercado luego de que reportó una pérdida neta de mil 118 millones de pesos durante el primer trimestre del año.

Como resultado, el viernes pasado las acciones de la empresa se desplomaron un 18.5 por ciento, a 13.14 pesos, y aunque en la jornada del martes recuperó su vuelo al cerrar con un avance de 3.45 por ciento, a 11.41 pesos por título, analistas advierten que sobre la empresa se ciernen nubes negras que, al menos por ahora, provocarán su desestabilización.

Las cifras de los tres primeros meses de 2018 estuvieron por debajo de la guía proporcionada por la empresa en términos de margen de operación, la cual ya había sido considerada como conservadora, explica Barclays en un reporte.

“Volaris, como cualquier otra aerolínea, está enfrentando a nivel bursátil severos problemas, pero, no por eso podemos decir que está en una crisis de la que no se podrá recuperar”, dice Rodrigo Soto-Morales, abogado postulante en materia de derecho aeronáutico.

En este momento Volaris se enfrenta a cuatro importantes retos:

1) Combustible

Cuando comenzó la caída del precio del petróleo, hace unos cuatro años, las aerolíneas fueron las más beneficiadas, pues, al no pagar altos precios por los combustibles en sus países de origen, aumentaron su poder adquisitivo, lo que motivó el turismo.

Sin embargo, el alza en los precios de la gasolina ha hecho que Volaris tenga que comenzar un aterrizaje forzoso.

El tema es un arma de doble filo. Por un lado, se prevé que en el futuro el combustible aumente su precio más de lo esperado por el mercado, lo que afectaría a la aerolínea y a todo el sector, pero, si los precios del crudo vuelven a caer esto perjudicaría a la economía mexicana. Sólo uno puede ganar.

2) Reguladores

El gobierno mexicano podría cuestionar algunas prácticas de la industria, advierte Citibanamex en un análisis, al explicar que bajo la lupa estarían el cobro a los pasajeros de productos adicionales, incrementando los costos del sector como el tiempo de descanso de la tripulación, entre otros.

3) Mayor competencia

El aumento de la competencia en el sector es resultado de una política de cielos abiertos entre México y Estados Unidos que comenzó en 2017 y que aumentó la capacidad, explicó Holger Blankstein, director de operaciones de Volaris, durante una conferencia con analistas.

Empresas como United y American Airlines se encuentran entre los principales competidores en el país.

El aumento de la competencia en el sector es resultado de una política de cielos abiertos entre México y Estados Unidos que comenzó en 2017 y que aumentó la capacidad

Además, un deterioro en la situación económica del país a causa de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y las elecciones del 1 de julio presionarían a Volaris por una posible desaceleración en los ingresos por pasajero.

4) El Nuevo Aeropuerto

El retraso en las obras del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) por un tema electoral impactaría en la demanda del tráfico aéreo y por consiguiente en la venta de boletos. A esto se suma otro factor externo: el clima.

“Debemos entender que la industria aeronáutica depende de la temperatura ambiente; dirección e intensidad del viento y la presión atmosférica”, detalla Soto-Morales.

Luz en el horizonte

Aun con todos los pronósticos en contra, Volaris logrará salir de este torbellino, pues, no representa un riesgo de muerte, ya que la aerolínea se ha logrado abrir paso en un mercado saturado y su estrategia ha dado resultado.

Tan sólo desde que comenzó operaciones, en marzo de 2006, a la fecha, la empresa que encabeza Enrique Beltranena pasó de tener cinco rutas a más de 170, y de enero a marzo de 2018 transportó a 4.3 millones de pasajeros.

Rodrigo Soto-Morales explica que si Volaris no se logra capitalizar recortará costos, pero, dará prioridad a temas como el empleo de los trabajadores.

Otro de los caminos a tomar es que la empresa se verá obligada a reducir rutas y sólo dejar las que son más rentables para su cartera.

“Deberá hacer alianzas con otras aerolíneas, recortar rutas, pero lo que no puede hacer es dejar asientos vacíos y sin trabajo a su gente”, precisa el también catedrático de la Universidad Panamericana.

Ante la posibilidad de que incremente el precio de sus boletos, Soto-Morales explica que esto sería inviable por su modelo de negocio de bajo costo, lo que le da poco margen de maniobra en este sentido.

Rodrigo Soto-Morales se muestra optimista respecto al futuro de la aerolínea. A pesar de que hoy pilotea bajo una tormenta, más adelante logrará salir de ella.

“A nadie le conviene que Volaris deje de existir. Es una empresa que vino a atender un mercado que muchos ignoraron por años”
Rodrigo Soto-Morales,abogado postulante en materia de derecho aeronáutico

La tormenta perfecta

Para Cipactli Jiménez, inversionista privado, las acciones de Volaris aún no han tocado fondo.

Jiménez explica que en el corto plazo se observará una recuperación en el precio de los títulos, pero, ésta no será sostenida.

Es decir que habrá días en que se registrará un alza que ayudará a posicionar los papeles de la aerolínea en una banda de los 11.50 y 12.10 pesos. Sin embargo, no podrá sostenerse en ese precio, ya que el mercado pronostica una tendencia a la baja hasta en un periodo de tres años.

El inversionista afirma que el declive podría detenerse en los 9.85 pesos. “A las acciones de Volaris todavía les falta caer”, añade.

Asimismo, expone que mientras los precios del petróleo sigan en aumento, los costos de insumos de la aerolínea seguirán incrementando.

“Los dueños de la empresa deberán formular una nueva forma de hacer negocios que a los inversionistas les llame la intención”
Cipactli Jiménez,inversionista privado

Jiménez confía en que con el paso del tiempo esto ocurrirá, pero, al menos por ahora esto sólo se resume a especulaciones.

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