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Aunque algunos expertos y políticos indican que el salario mínimo en México es demasiado bajo, otros responden que aumentarlo no logrará combatir la pobreza y causará problemas en el marco regulatorio y de inflación.
El debate lleva años dividiendo la opinión de especialistas. Ambos lados se apoyan de argumentos válidos e investigaciones, por lo que es difícil declarar un ganador.
A pesar de que existen varias interrogantes, existe un hecho irrefutable: México es un país con altos índices de pobreza y desigualdad.
La polémica del salario mínimo no gira en torno de si es conveniente subir el ingreso de los mexicanos, si no en cuáles son las mejores políticas públicas para hacerlo.
En el mejor de los casos, el aumento del salario mínimo debe ir acompañado de otras reformas para asegurar un verdadero crecimiento económico a largo plazo.
Desarrollo y pobreza
Uno de los principales argumentos de quienes apoyan el aumento del salario mínimo es que eso reduciría la pobreza y la desigualdad de ingresos, por lo que debe buscarse para lograr un desarrollo económico equitativo.
En este sentido, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) de la Organización de las Naciones Unidas, ha señalado a México como el único país donde el salario mínimo cae significativamente por debajo del umbral de la pobreza, y donde éste no se ha recuperado durante la última década.
Datos de la Cepal muestran que en términos reales el salario mínimo ha caído 43 por ciento de 1990 a la fecha en México.
Cepal destaca otra diferencia: mientras que durante los últimos 10 años los salarios mínimos se han incrementado de forma real en países como Argentina, Brasil y Ecuador sin afectar negativamente el empleo o la formalidad, en otros como México y Jamaica se han registrado descensos.
Así, aunque en la zona A del país (que incluye a Monterrey, Guadalajara y el Distrito Federal) el salario mínimo registró un aumento nominal de casi 36 por ciento entre el 2004 y el 2014, al inicio de la década eran necesarios dos salarios mínimos para adquirir una canasta básica y actualmente son necesarios 2.8 salarios mínimos.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) también se ha unido a las críticas de la Cepal, señalando el estancamiento del crecimiento real de los salarios mínimos en México. Como ejemplo, la OIT apunta que en Latinoamérica en 2013 sólo Honduras, Uruguay y Guatemala tuvieron un crecimiento real de salarios mínimos menor que México.
Impacto económico
El salario mínimo es un límite bajo de referencia impuesto por el gobierno. Cualquier modificación al mismo causará una reacción en cadena en la economía sin ayudar a los trabajadores.
Los sueldos de los trabajadores son determinados por la oferta y la demanda. Si una persona tiene la experiencia y conocimiento adecuado, las empresas están dispuestas a pagar más su trabajo.
En cambio, si se trata de un empleo genérico que cualquiera pueda realizar, la retribución por el mismo será menor.
Aún y cuando el salario mínimo actual es bajo, la mayoría de los trabajadores en México recibe más de lo que la ley establece.
Si el gobierno aumenta de manera arbitraria el salario de referencia, obligaría a las empresas a gastar más en su mano de obra.
En opinión de analistas, esto podría causar un problema inflacionario, ya que las empresas subirían el precio de sus productos para recuperar lo perdido.
Al final, el poder adquisitivo de los trabajadores sería el mismo y el aumento de salarios sólo contribuiría a la inflación.
En México es más complejo el problema, ya que impulsaría a la economía informal que no aporta al crecimiento.
Además, el salario mínimo no sólo es tomado como referencia para pagar a los empleados.
Gran parte del sistema jurídico mexicano hace referencia a este concepto para determinar el pago de multas, sanciones o intereses.
De acuerdo con el presidente de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, 145 leyes se verían afectadas por cualquier modificación.
Mejorar la calidad de vida de los mexicanos se consigue con un crecimiento económico prolongado, no con parches al salario mínimo.