La inflación en México mostró en la primera quincena de diciembre una desaceleración que llevó la tasa anualizada a 7,45%, menor a la registrada en la segunda mitad del mes anterior, aunque aún se mantiene sobre la meta del banco central, lo que hace prever a los analistas que se recurrirán a nuevas alzas en las tasas de interés para contener el avance de los precios.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró en la primera quincena de diciembre un alza de 0,10% respecto a la quincena inmediata anterior lo que llevó la tasa anualizada a 7,45%, ubicándose por debajo del registro que se reportó a finales de noviembre que fue de 7,70%, anunció el jueves el estatal Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
México no ha podido escapar a las presiones inflacionarias que golpean a muchos países desde Asia hasta América que han estado asociadas a la pandemia del coronavirus, la caída de la oferta de algunos bienes y materias primas, y los incrementos de precios en los alimentos y energéticos.
El comportamiento de la inflación anualizada de la primera quincena de diciembre sorprendió a los analistas que esperaban que se mantuviera la fuerte aceleración de los últimos meses. La tasa anualizada de 7,70% de noviembre fue el mayor registro en dos décadas.
El Banco de México elevó la semana pasada la tasa de interés interbancaria a 5,5%, el quinto incremento consecutivo desde junio, en un intento por frenar el avance de la inflación que ha generado preocupación en la segunda mayor economía de Latinoamérica, donde la mayoría de su población es pobre.
La inflación aún se encuentra sobre la meta de 3% que se fijó el Banco de México, lo que hace prever a los analistas que el organismo continuará durante el 2022 con su política monetaria restrictiva de alza de las tasas de intereses.