La ilusión dorada

El martes el precio del oro alcanzó un máximo histórico, al romper la barrera de los 1,700 dólares por onza. Para poner esto en perspectiva, previo a la crisis financiera, la misma cantidad costaba, en promedio, 700 dólares.

Catapultado por una economía mundial frágil, el oro ha recobrado su prestigio mundial como reserva de valor.

La demanda por esta materia prima ha incrementado, en su mayoría por la aversión al riesgo de los bancos centrales, que intentan recuperar, al menos parcialmente, todo lo que vendieron previo el 2008.

Eduardo Flores Eduardo Flores Publicado el
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Por ciento incrementó la demanda de este metal precioso por los bancos centrales en el último año
Aunque han incrementado significativamente sus compras, los bancos centrales tienen solo el 30 por ciento del oro que poseían 
en el 2002

El martes el precio del oro alcanzó un máximo histórico, al romper la barrera de los 1,700 dólares por onza. Para poner esto en perspectiva, previo a la crisis financiera, la misma cantidad costaba, en promedio, 700 dólares.

Catapultado por una economía mundial frágil, el oro ha recobrado su prestigio mundial como reserva de valor.

La demanda por esta materia prima ha incrementado, en su mayoría por la aversión al riesgo de los bancos centrales, que intentan recuperar, al menos parcialmente, todo lo que vendieron previo el 2008.

Según datos del Consejo Mundial del Oro, un organismo que le sigue la pista a la oferta y demanda mundial de la materia prima, la demanda de los bancos centrales incrementó 134 por ciento en los últimos 12 meses.

A pesar de tantas compras, los bancos se encuentran con aproximadamente solo el 30 por ciento del oro que poseían en el 2002.

Si bien cabe la posibilidad de que estos institutos ya no estén tan dispuestos a mantener oro en reservas, y por lo tanto el nivel deseado ya no es el anterior, la diferencia es todavía amplia.

Las joyas de la corona

Sin embargo, el alza del precio es mala noticia para otros sectores, principalmente la joyería y la electrónica.

El 42 por ciento de la demanda mundial por oro proviene de la industria de la joyería.

Un incremento en el precio no es benéfico para la industria, pues a pesar de incrementar sus activos, los hace más difíciles de vender al público en general, que no ha visto sus ingresos aumentar en la misma proporción.

Usando datos históricos del precio de oro, se puede intuir que, por ser un bien de lujo, la caída en su demanda cuando incrementa el precio es más que proporcional.

Por ejemplo, por cada punto porcentual que aumenta el precio del oro, se ha observado a nivel mundial que la demanda por artículos de joyería cae casi tres puntos.

En algunos países, la demanda por joyas ha caído hasta 30 por ciento, y a nivel mundial un 15 por ciento en comparación con hace un año.

Si bien el Consejo Mundial del Oro no recaba datos para México, no es difícil imaginar un escenario parecido. Los casos excepcionales son Rusia y Taiwán, donde la demanda por joyas ha incrementado.

¿Atar la moneda al oro?

Pero el oro caro no solo afecta a las joyerías, las implicaciones son enormes también para gobiernos.

Un caso típico es el de Etiopia, donde el gobierno intenta captar a más de 250 empresas mineras para explotar sus inmensas reservas de oro.

Para ello, está dotando de contratos con facilidades fiscales, en las que se cobrarán impuestos sobre el excedente entre el precio del oro y el costo de extracción.

A los precios actuales esto podría significar una recaudación de hasta mil 700 millones de dólares en impuestos.

Sin embargo, si el precio se desploma, el gobierno podría quedarse con las manos vacías.

La fortaleza del oro incluso se ha hecho notar en los proyectos políticos de algunos países desarrollados.

El plan de campaña del Partido Republicano en Estados Unidos incluye la creación de una comisión para estudiar la posibilidad de regresar al llamado patrón oro, que consiste en atar la moneda a la oferta de dicho bien.

Sin embargo, según Bloomberg, la idea más bien parece ser una concesión política a la ala libertaria del partido, puesto que es prácticamente imposible de llevarse a cabo.

El gobierno de Estados Unidos tendría que poseer más de la mitad del oro en el mundo para poder respaldar todo el dinero en circulación.

Significaría comprar 4 veces lo que tiene en reserva hoy, hasta acumular más de 42 mil toneladas, de acuerdo a datos citados por el medio. Para los inversionistas también parece una estrategia arriesgada.

Relación con la inflación de Estados Unidos

Según otro estudio del Consejo Mundial de Oro, hay una relación directa, aunque rezagada, entre el precio del oro y la inflación en Estados Unidos.

También encuentran que tras un choque externo, como podría ser la última crisis financiera, el precio del oro tarda aproximadamente cinco años para revertir dos tercios de la desviación.

A simple vista, estas dos cosas implícitamente señalarían que estamos ante una burbuja.

La inflación en Estados Unidos está en niveles históricamente bajos, por lo tanto, la desviación entre su precio “natural” y el observado es cada vez mayor.

Y más aun, bajo esta teoría, el tiempo se acaba, pues la crisis financiera inició hace más de 4 años. Por lo tanto, indicaciones más creíbles de una recuperación en Estados Unidos o Europa podrían llevar al precio del oro a su precio históricamente estable.

Desde luego que existe el contraargumento. En una nota publicada por el Financial Times, se hace alusión a una nueva teoría que coloca la culpa de las alzas en las expansiones monetarias de China.

El hecho de que nadie sepa con certeza que está sucediendo implica que quienes tienen grandes cantidades de inversiones en oro están corriendo más riesgo del que creen.

Cabe la pregunta, ¿qué tanto valor, si acaso alguno, está “guardando” el oro? Solo el tiempo lo dirá.

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