Los emprendedores mexicanos la están rompiendo a nivel internacional y un ejemplo es la empresa de San Luis Potosí, Green Hug, la cual estuvo presente en el VI Encuentro de Jóvenes de la Alianza del Pacífico.
Jorge Lomelí, fundador de Green Hug, explicó que son una empresa en la cual están conscientes de los problemas ambientales y sociales que se viven en México y el mundo, por eso decidieron crear algo que pudiera hacer frente a todo esto.
Green Hug nació como un proyecto de prepa y terminó convirtiéndose en una fundación en apoyo al artesano mexicano y al medio ambiente con una pulsera artesanal ecológica.
“Es una empresa social que nació con el objetivo de disminuir el impacto social y ambiental por medio de nuestros productos ecológicos. Hacemos ropa de materiales reciclados, también tenemos productos de higiene personal 100 por ciento naturales fundadas y pulseras. Por cada producto plantamos un árbol”, relató
Aparte la venta de todos sus productos, aparte de financiar las reforestaciones, también brindan charlas sobre la concientización a través de un podcats. Hasta la fecha llevan más de 29 mil árboles plantados.
¿Hoy los consumidores están dispuestos a pagar un producto sostenible?
“Todos los consumidores tienen un gran poder que es protestar con la cartera. Entonces nosotros podemos decidir qué comprar y qué no, por todo el problema que hay detrás del consumo responsable podría ser la gran diferencia. Todas las personas nos vemos por las grandes historias, entonces si hay una historia detrás del producto, entonces va a ser mucho más fácil que le consumir quiera comprarlo”
“Ya las personas no solo compran el producto, sino la historia detrás de él. Es importante tener una gran historia”, explicó durante el encuentro.
¿Qué se necesita para tener un producto sostenible?
“Cuando nosotros empezamos el producto yo no tenía idea de cómo hacer una playera, había estudiado finanzas, sabía el problema ambiental que había detrás de la industria de la moda, pero me faltaba este gran detalle. Para mi fue sencillo para este proyecto trayendo ropa 100 por ciento reciclada y orgánica de Inglaterra y Turquía, pero cuando medio el impacto de traerla de otra parte del mundo hasta México realmente hacía nulo su impacto ambiental.
En este sentido tuvo que cambiarlo todo a hacerlo 100 por ciento en México y así disminuir hasta un 30 por ciento en el impacto ambiental. Con eso se dio cuenta que, aunque sea una playera orgánica, pero está hecha en otra parte del mundo es más ecológica que una playera sintética hecha en México.
Lomelí opina que, actualmente, las redes sociales son una herramienta muy poderosa para hacer conciencia, pues está al alcance de más información.
“Es mucho más fácil que las personas se concienticen con un tema porque sale ese video de esa tortuga que está sufriendo en el mar, en menos de 10 minutos ya lo vieron millones de personas , se crea una campaña de concientización que va por medio de redes sociales, las personas se han concientizado más que las generaciones porque tienen alcance a esta información, se hacen los challenges y se suma a estos movimientos”, concluyó Lomelí.
