Las grandes potencias del mundo han intensificado una competencia por el posicionamiento estratégico sobre minerales que figuran como la base para el desarrollo de tecnologías como la Inteligencia Artificial y el proceso de transición energética, tendencias que transformarán la economía internacional en los próximos años.
La necesidad de insumos naturales para el cambio tecnólogo y la transformación energética han dado pie a una disputa entre Estados Unidos y China, en un símil que recuerda a la guerra fría, ya que la concentración geográfica de diversos minerales y la imposibilidad de sustituirlos, plantea un escenario donde dichas naciones se han ido haciendo con el control, directo o indirecto, de los espacios donde se localizan, cuestión que tiene un impacto considerable en sus precios, señaló el Fondo Monetario Internacional en su último Congreso Mundial de la Asociación Internacional de Economía realizado en diciembre.
Y es que, ambas naciones compiten por dos elementos clave: el Litio y Tierras Raras, sin embargo, el gigante asiático ya lidera el mercado de producción de estas últimas, pues tuvo una cuota de extracción de 240 mil toneladas métricas solo en 2023, que representa al menos el 70 por ciento del total mundial, de acuerdo con el reporte más reciente del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USCG, por su sigla en inglés ) y datos del Ministerio de Recursos Naturales chino.
Respecto al litio, que resulta pieza clave para la elaboración de paneles solares y vehículos eléctricos, empresas estadounidenses y chinas continúan invirtiendo sus esfuerzos para aumentar su influencia en naciones como Australia, Chile y Argentina, que se posicionan entre un puñado de naciones que concentran el grueso de las reservas de dicho mineral, según la USCG.
Gracias a la alta concentración de Litio, por ejemplo, la gran economía asiática había buscado reforzar lazos comerciales con Argentina, sin embargo, con la entrada del nuevo presidente, Javier Milei, se modificaron planes de cooperación previamente establecidos entre ambas naciones, ya que la actual administración busca tener un vínculo más estrecho con Estados Unidos.
Disputa podría intensificarse en marzo al fijar posturas comerciales
El temor de que este conflicto se agudice a partir de este año es latente, sobre todo por las medidas que anunciarán los gigantes de América y Asia al revelar sus agendas comerciales, lo que puede intensificar o suavizar la de por sí ya tensa relación que explotó en 2018 tras la imposición de aranceles que el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, aplicó a China; a ello se suman las elecciones estadounidenses en donde el exmandatario vuelve a tomar la delantera en las preferencias con su lema: “Hagamos grande a Estados Unidos otra vez”.
Y es que cada primero de marzo la Oficina Comercial de la Casa Blanca presenta su agenda para el año, en donde se estipula a qué países se les fincan aranceles. Por otro lado, sesiona el partido comunista chino, del uno al cinco de ese mes; un periodo que merece especial atención porque si Estados Unidos impone más sanciones a China, este responderá imponiendo medidas a Washington en reciprocidad, lo cual es muy peligroso para la economía mundial, explicó en entrevista Ignacio Martínez, doctor en Economía Internacional por la por la Universidad Complutense de Madrid.
Al respecto, Sergio Martínez, especialista en economía internacional, señaló que está en curso el décimo cuarto plan quinquenal de China, donde se estipula un avance para su producción industrial, cuya base está en las Tierras Raras y el Litio, si Estados Unidos quiere estar dentro de la carrera de la nueva revolución científico-tecnológica requerirá de esos elementos, explicó.
Ante tal panorama, los pronósticos para el desenlace de esta nueva guerra fría o comercial no son halagadores para la nación norteamericana, pues dichos minerales son clave y pueden ponerla en “jaque”, ya que el país asiático lleva amplia ventaja al ampliar las relaciones de cooperación con economías que cuentan con dichos recursos pero que carecen de capacidad para explotarlos, destacó el experto en economía internacional.
En ese sentido, no todos los países cuentan con el beneficio de tener Tierras Raras, de ahí que China lleve ventaja, ya que es la nación con mayores yacimientos, y deciden a quién se las venden y a quién no, abundó el especialista en economías emergentes.
“Estamos presenciando la antesala del posible desplazamiento de Estados Unidos como potencia, no es que vaya a dejar de serlo, sino simplemente se le va a quitar del lugar uno. Se pronostica que para 2050 China va a estar posicionado como la potencia hegemónica, por eso tiene proyectos en todos lados, por eso es un arma de dos filos que Estados Unidos decida pelear con este país, pues puede ser que en menos de un siglo el gigante de Asia levante un imperio, como se dice, sería el ‘despertar al dragón’”, concluyó.