El sistema financiero de Estados Unidos espera ansiosamente una decisión que la Reserva Federal tomará hoy y que impactará de manera sustancial los bonos de gobierno americanos.
Tanto ayer como hoy, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC por sus siglas en inglés) está reunido para decidir si extender o no un programa de intercambio de la maduración de la deuda.
Ben Bernanke, actual presidente de la Reserva Federal, ha sido uno de los más influyentes líderes que ha tenido este organismo debido al activo rol que ha debido asumir después de la crisis financiera.
Durante su mandato al frente de la Reserva Federal se han introducido programas monetarios de gran alcance.
Ya ha implementado tres mecanismos importantes en aras de mejorar la economía.
Aunque el presidente del banco central es quien está bajo la luz pública, las políticas se deciden bajo la junta de gobierno.
En el caso de los programas monetarios más importantes, se deciden a través del FOMC.
En este comité tienen poder de voto los siete miembros de la junta de la Reserva Federal y rotativamente cinco de los 12 presidentes de los bancos regionales de la Reserva Federal. Solo es miembro fijo el presidente del banco de Nueva York.
Además de Bernanke, la junta de gobierno está integrada por Janet Yellen, Daniel Tarullo, Jeremy Stein, Jerome Powell, Sarah Bloom y Elizabeth Duke.
El intercambio
En la primera fase de esta operación de maduración de deuda, la Reserva Federal intercambió 400 mil millones de dólares en bonos de deuda gubernamental de corto plazo por bonos de largo plazo.
El programa estaba planeado para empezar en octubre del año pasado y terminar durante este mes en curso.
Sin embargo, hay una posibilidad de que el programa se extienda y se intercambien hasta 180 mil millones de dólares más de bonos de deuda de largo plazo por bonos de corto plazo.
De esta manera se reduciría la tasa de interés del bono de largo plazo.
Al tener un compromiso de no aumentar la tasa de interés del bono de corto plazo, el diferencial del rendimiento entre la deuda de corto y largo plazo se reduciría.
Ante esto, el costo de oportunidad de invertir en bonos de largo plazo aumentaría y se fomentaría la inversión, que a su vez es el motor del crecimiento económico.
Este mecanismo fue empleado por primera vez en 1961 durante la administración de John F. Kennedy y se le bautizó Operation Twist en honor a un estilo de baile que estaba de moda en la época.
Las alternativas del banco central
En el 2004, antes de ser presidente de la Reserva Federal, Bernanke publicó un artículo explicando las tres alternativas que tiene un banco central cuando la tasa de interés del bono soberano de corto plazo está cercana a cero.
En resumen indica que estas acciones pueden ser:
1.- Asegurarle a los inversionistas financieros que las tasas de corto plazo van a ser más bajas de lo que en ese momento creen que van a estar.
Si ya se encuentran en cero y los inversionistas creen que van a subir, se tendrá que asegurar que no subirán.
El compromiso de mantener la tasa de interés baja, ahonda Bernanke, puede ser ligado a un calendario económico o a resultados de los indicadores.
Subraya el caso donde el gobierno japonés se comprometió a mantener la tasa de interés baja hasta que se terminara la deflación.
2.- Intercambiar la oferta relativa de valores gubernamentales (en el caso de Estados Unidos, las notas y bonos del Tesoro) modificando la composición de la balanza de pagos del banco central.
Esto es precisamente lo que hace la Operación Twist al cambiar deuda de corto plazo por deuda de largo plazo para mantener baja la tasa de interés de largo plazo.
3.- Incrementar el tamaño de la balanza de pagos del banco central para lograr que la tasa de interés de corto plazo llegue a cero.
Este mecanismo se lleva a cabo inyectando dinero a la economía y se le denomina Programa de Relajación Monetaria (conocido también como Quantitave Easing o QE).
Bernanke no parece olvidar sus propias recomendaciones, ya que le ha dado vueltas al asunto y desde la crisis financiera ya ha utilizado todas sus cartas posibles.
Se realizaron ya dos programas de relajación monetaria. Estos programas han sido polémicos debido a los miedos de inflación. Por esa razón se ha recurrido a la operación de intercambio de maduración de la deuda ya que tiene menos trabas políticas.
Halcones vs. palomas
A los miembros del comité que decide los programas que realiza la Reserva Federal se les conoce popularmente como halcones o palomas.
En términos sencillos, las palomas están a favor de extender los programas monetarios, los halcones, en contra.
Este año, los presidentes de bancos regionales que votarán son el de Nueva York, Cleveland, Richmond, Atlanta y San Francisco, además de los miembros de la junta de la Reserva Federal. De entre todos, el único que se inclina a ser halcón es Jeffrey Lacker, presidente de la reserva de Richmond.
Es buen momento por parte de la Reserva para someter su programa a votación debido a la aparente facilidad con la que este programa pasará la votación.
Estados Unidos se encuentra en una inminente trampa de liquidez de la cual no ha podido salir fácilmente.
Con el tiempo se observará si los intentos de Bernanke tuvieron éxito y logra sacar a Estados Unidos de esta situación de crisis.