La factura del escándalo
Cuatro meses después de que el escándalo de emisiones contaminantes de Volkswagen (VW) saliera a la luz, la segunda mayor empresa automotriz del mundo ahora tendrá que lidiar con una demanda que se prevé le costará decenas de miles de millones de dólares.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó el lunes una demanda contra VW por haber modificado sus vehículos para engañar evaluaciones de sus emisiones contaminantes, lo cual resultaba en generación de óxido de nitrógeno y de dióxido de carbono muy por encima de los niveles reportados en las pruebas.
Rolando Hinojosa
Cuatro meses después de que el escándalo de emisiones contaminantes de Volkswagen (VW) saliera a la luz, la segunda mayor empresa automotriz del mundo ahora tendrá que lidiar con una demanda que se prevé le costará decenas de miles de millones de dólares.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó el lunes una demanda contra VW por haber modificado sus vehículos para engañar evaluaciones de sus emisiones contaminantes, lo cual resultaba en generación de óxido de nitrógeno y de dióxido de carbono muy por encima de los niveles reportados en las pruebas.
La demanda civil en teoría podría costarle hasta 46 mil millones de dólares en multas a VW, al tomar en cuenta los montos máximos de multa por cada una de las cuatro violaciones correspondientes a cada vehículo contemplado en el castigo.
Bloomberg reporta que se prevé que el monto final fijado por la corte será mucho menor que esta cifra, pero que seguirá siendo de varios miles de millones de dólares según oficiales anónimos del Departamento de Justicia.
La estimación del monto máximo sigue superando por más del doble la multa total esperada por algunos expertos legales previo a la presentación de la demanda, y es más de seis veces mayor que el monto de aproximadamente 7.2 mil millones de dólares que VW ha reservado hasta ahora para resolver esta situación.
Por su parte, legisladores alemanes temen que una multa tan grande resulte en fuertes pérdidas dentro de los 270 mil empleos que VW mantiene en Alemania, e indicaron que esperan evitar “consecuencias dramáticas” para la empresa mediante una cooperación veloz y completa con las autoridades estadounidenses.
Castigo desmedido
La multa que las autoridades estadounidenses probablemente buscan imponer sobre VW es vista como desmedida por ciertos expertos, ya que se trata de un monto más de tres superior al estimado total de daños causados por el engaño de la empresa.
Esta perspectiva combina estimaciones del valor del daño a la salud pública, causado por las emisiones de óxido de nitrógeno de los fraudulentos vehículos con motores de diesel, con el daño a los compradores de los vehículos afectados, que los compraron bajo información falsa.
Un estudio reciente realizado por Noelle Eckley Selin, profesora en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, estima que el costo para la salud pública se encuentra entre 100 y 110 millones de dólares.
A esto se suma el valor de los vehículos que tendrían que ser retirados de circulación, multiplicado por el número de vehículos involucrado. Cálculos realizados por Leonid Bershidsky, reportero de Bloomberg, con base en los reportes financieros de VW, estiman este monto en 16.7 mil millones de dólares.
En suma esto resulta en daños de 16.8 mil millones de dólares, a los cuales tendrían que agregarse daños punitivos que castiguen la conducta fraudulenta de la empresa.
Es por esto que la diferencia de más de tres veces entre el total de daños estimado y la multa que probablemente resultará de la actual demanda es visto como un castigo excesivo.
Algo que empeora las cosas para los ejecutivos de VW es que aún si la multa final cae por debajo de los 20 mil millones de dólares, esta cifra seguirá siendo mucho mayor que los aproximadamente 4.6 mil millones de dólares en ganancias que la empresa obtuvo de sus ventas en Norteamérica durante el periodo contemplado en la demanda.
Excepción mexicana
Las ventas anuales a nivel global de Volkswagen registraron un retroceso en 2015 por primera vez en los últimos 11 años. Sin embargo, el escándalo no influyó en la decisión de compra de los consumidores de todos los países en los que la firma automotriz tiene presencia.
México es la notable excepción. En noviembre, las ventas de Volkswagen en Estados Unidos se desplomaron 25 por ciento en términos anualizados. Esto contrasta con un incremento de 13 por ciento de las ventas en México en el mismo periodo.
Este fenómeno obedece a un fortalecimiento del mercado interno mexicano. El año pasado, el sector automotriz nacional creció casi 20 por ciento, de acuerdo a la Asociación Mexicana de Distribuidores Automotores. Para noviembre ya se habían vendido 1.19 millones de unidades, alcanzando un máximo histórico que supera el récord de 1.14 millones de unidades vendidas en todo el 2006.
En los últimos años, la industria automotriz se convirtió en la joya de la corona del sector exportador de México, el motor de crecimiento más notable de la economía. La debilidad del mercado interno era opacada por las tasas de crecimiento de dos dígitos de las exportaciones automotrices.
Ahora, los papeles se han invertido. En noviembre, la exportación de vehículos sufrió una baja de 5.9 por ciento en términos anualizados. La cifra se explica principalmente por la debilidad de la demanda en China y Brasil.
No obstante, el crecimiento del mercado interno compensó las menores ventas en el exterior, lo que se tradujo en un incremento de la producción automotriz de 4 por ciento en el mismo periodo.