Adrian Estrada, comerciante informal de la Ciudad de México, ha estado “formado” en una fila virtual a la que el portal del Servicio de Administración Tributaria (SAT) lo integró para poder generar una cita y con ello obtener su firma electrónica.
Este es uno de los requisitos fiscales que solicita la aplicación de conductores privados a la que Estrada busca integrarse debido a la caída de sus ventas de bisuteria durante los últimos meses, pero la ausencia de respuesta y la falta de información en torno al procedimiento para obtener una cita en las oficinas del SAT están acabando con su paciencia.
“Fui a la oficina del SAT que está en el ‘Caballito’ y me dieron un volante en donde decia que tenia que hacer una cita en la pagina, la hice y me metieron a una fila virtual para esperar que me dieran cita, se supone que me iban a avisar al correo cuando me tocaba y ya van dos meses y nada, pero no te dan mayor información, nada y la verdad es desesperante”, explica el hombre de 38 años.
Pero los dos meses es un periodo común de espera, de hecho expertos en materia fiscal advierten que actualmente obtener una cita presencial en el SAT puede tardar hasta seis meses.
“La autoridad ha manifestado de manera reiterada este rezago que tiene en trámites fiscales y en citas, el último que salió fue en este primer trimestre de informe de gestión que seguían reconociendo un rezago en citas, sin embargo es un avance respecto a agosto de 2021 cuando tenían un rezago de seis millones de trámites sin atender ”, explica Laura Grajeda Trejo, presidenta del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMPC).
Luego de dos años de confinamientos intermitentes ante la pandemia por COVID-19, la disminución de personal en esta dependencia y diversos cambios establecidos para cumplir con las obligaciones fiscales, no se ha podido regular el servicio de atención presencial, afirma la especialista.
Entre los cambios incluidos más significativos está la creación del Régimen Simplificado de Confianza (Resico).
Prórroga del SAT, insuficiente
Ante los cuellos de botella en la atención hacia los contribuyentes, el SAT informó el pasado 14 de julio que otorgaría una prórroga hasta el 31 de diciembre de este año para que los contribuyentes cumplan con la cancelación de facturas electrónicas fiscales anteriores a 2022 y el uso de la factura electrónica 3.3.
También a los integrantes del Resico se les permitirá expedir las facturas electrónicas con las herramientas de Factura fácil y Mi nómina a través de Mis cuentas sin la necesidad de contar con el certificado de la firma electrónica (e.firma) o de un Certificado de Sello Digital hasta el último día del 2022, además se extenderá la prórroga para los contribuyentes que no hayan habilitado su buzón tributario, registrado o actualizado sus medios de contacto a efecto de que durante dicho periodo no les sea aplicable una multa.
¡Agradecido con el de arriba! El SAT se ha apiadado de los contribuyentes, por lo que la entrada en vigor del CFDI 4.0 será el 1 de enero del 2023 y no en julio de este año, como todos temíanhttps://t.co/zROEYSH7tr
— Reporte Índigo (@Reporte_Indigo) June 8, 2022
Sin embargo, este tiempo extra que otorgó el SAT podría ser una medida insuficiente para solucionar la emergencia que enfrentan algunos contribuyentes que requieren llevar trámites con calidad de urgente, señala Grajeda Trejo.
“Si te contratan para un trabajo los patrones piden a los trabajadores su constancia de situación fiscal o una empresa que tenga que realizar cambio de domicilio tiene que concluir el trámite en 10 días o que si por alguna razón te cancelan tus sellos digitales necesitas reactivar esos sellos para poder facturar y que no haya posibilidad de resolverlo es sumamente frustrante. Hay que atender y que incumplir repercute en una sanción económica, una multa que no son nada baratos”, advierte.
En este contexto el IMPC ha solicitado a la dependencia encabezada por Raquel Buenrostro permitir la presentación de algunos trámites a través del portal digital o flexibilizar el otorgamiento de citas presenciales.
