La decepción mexicana

Por si la noticia del martes fuera poca cosa, el país ahora se enfrenta ante la reacción de los mercados financieros. El costo del dólar ha aumentado a su mayor nivel en los últimos dos meses, el rendimiento de los bonos mexicanos subió y el índice bursátil de la bolsa mexicana de valores cayó.

El pronóstico de crecimiento de México fue ajustado el martes a 1.8 por ciento por la Secretaría de Hacienda después de que el Producto Interno Bruto (PIB) y la generación de empleo dieran resultados decepcionantes.

La agencia de calificación de riesgo Moody’s urgió al país a concretar cambios en la economía para evitar un mayor deterioro del crecimiento.

De acuerdo con Moody’s, para elevar la calificación soberana de riesgo de México es necesario que el país consiga un crecimiento sostenido del 4 por ciento anual.

El dato contrasta con las expectativas optimistas de crecimiento del 3.5 por ciento que se tenían en el país a principio de año y que al día de hoy la Secretaría de Hacienda rebajó al 1.8 por ciento.

Lo anterior comprueba que cumplir con las expectativas no es un trabajo sencillo. Moody’s resalta que es primordial aprobar una reforma energética a profundidad lo más antes posible debido a que este tipo de iniciativa tienen un efecto inmediato en el crecimiento económico.

Asimismo, la agencia calificadora considera que México, en comparación con otros países similares de América Latina, se ha retrasado en su crecimiento debido a que en los últimos 10 años ha registrado una expansión promedio de sólo 2.5 por ciento.

Mauro Leos, analista principal de Moody’s, aseguró que el país cuenta con una gran fortaleza crediticia y finanzas públicas saludables, pero debe corregir la pendiente negativa de su crecimiento económico.

El estancamiento de las exportaciones a los Estados Unidos y un bajo gasto público durante la primera mitad del año ha puesto al país en problemas. 

Sin embargo, especialistas esperan que el crecimiento se acelere a finales de este año cuando el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto reactive el gasto presupuestal después de que fueron reducidos en un 5 por ciento en términos reales en los primeros cinco meses del año.

Parte de los problemas a los que se enfrenta el bajo crecimiento provienen de las reformas estructurales que el gobierno federal no ha conseguido aprobar. 

Además de la mencionada reforma energética, sigue pendiente la discusión y aprobación de la reforma fiscal, la financiera.

Aunado a lo anterior, las reformas en materia de telecomunicaciones y en educación continúan en el limbo jurídico al no concretarse las leyes secundarias que las sostendrán.

De acuerdo a datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en conjunto con Banorte-Ixe, la aprobación de las reformas estructurales podrían tener un impacto directo en el crecimiento del PIB hasta en un 2.5 por ciento adicional.

En otras palabras, las reformas podrían hacer que el país creciera a un ritmo del 5.5 por ciento anual para el año 2015, pero es necesario que sean aprobadas por los legisladores lo más pronto posible.

De mal en peor

Por si los indicadores decepcionantes no fueran suficientes, los mercados mexicanos también han experimentado un desempeño negativo. 

El peso mexicano se ha depreciado frente al dólar, el mercado bursátil del país tuvo un desempeño negativo, y el rendimiento de la deuda denominada en pesos aumentó.

En reacción a los datos económicos recientes y a la especulación sobre el camino que tomará la política monetaria estadounidense, el peso mexicano perdió valor frente al dólar. 

Durante la jornada de ayer, el peso cotizó frente al dólar en su nivel más débil en casi dos meses.

El dólar encarecido alcanzó un precio de 13.17 pesos por dólar durante la mañana de ayer.

La caída del peso fue la segunda más grande entre 16 divisas importantes rastreadas por Bloomberg, solo superada por el descenso de la corona noruega.

Además, el rendimiento de la deuda a 10 años denominada en pesos incrementó cinco puntos base, alcanzando 6.3 por ciento.

El Índice de Precios y Cotizaciones (IPC), el índice bursátil de la Bolsa Mexicana de Valores, también observó un desempeño negativo durante la mañana de ayer. 

El IPC alcanzó a registrar una pérdida de casi 600 puntos frente a su cierre del día anterior a las 11:00 de la mañana, una caída de casi 1.3 por ciento.

¿Hasta cuándo?

México se le une a Brasil como país prometedor que termina su primer semestre como un país débil. Los datos mencionados que se publicaron ayer, teniendo al empleo, el PIB y al IGAE decayendo, generan la preocupación de cuánto durará esta situación de desaceleración económica.

Por un lado tenemos la urgente necesidad de poner en acción las ya publicadas reformas del gobierno, permitiendo así mayor inversión privada extranjera en el sector energético. 

De la misma manera, se cree que la aprobación de las reformas de educación, telecomunicaciones y sector energético causaron gran optimismo, pudiendo cegar la realidad de nuestra situación actual.

Lo que sí es seguro es que estos cambios se sentirán realmente a partir del próximo año, cuando las empresas ya se puedan encaminar en conjunto con las nuevas leyes entonces ya impuestas por su respectiva reforma. 

Conforme vayan dándose a conocer las leyes secundarias de las reformas, se podrá ver el verdadero potencial, pero es importante entender que dichos cambios son de mediano a largo plazo.

De haber iniciado el año con un crecimiento esperado en el año de 3.5 por ciento, hoy en día el crecimiento anual esperado y mostrado por la Secretaria de Hacienda  es de 1.8 por ciento, sin embargo el subsecretario de Hacienda, Fernando Aportela, asegura que aún no se está tomando en cuenta la aceleración del segundo semestre del año, que se ve impulsada por la recuperación de Estados Unidos y el anhelado mayor control en recaudación de impuestos.

PIB
> El producto interno bruto disminuyó 0.74 por ciento durante el segundo trimestre del año, frente al trimestre anterior, según reportó el martes el INEGI.

IGAE
> El Indicador Global de la Actividad Económica cayó en junio 0.4 por ciento en términos reales, frente al mismo mes del 2012, según reportó el martes el INEGI.

Generación de empleo
> Durante el primer semestre de este año se crearon 300 mil 689 empleos, un ritmo de generación de empleo 39.7 por ciento menor que el del mismo periodo del 2012.

Tipo de cambio
> El peso se depreció frente al dólar el día de ayer en más de 2 por ciento. El dólar alcanzó un precio al cierre de 13.26 pesos, contra un cierre anterior de 12.97 pesos.

IPC
> El índice bursátil de la Bolsa Mexicana de Valores tuvo un desempeño negativo durante el día de ayer, ya que al cierre de mercado mostró un descenso de más de 367 unidades, una pérdida de 0.88 por ciento.

Bonos
> El rendimiento de la deuda a 10 años denominada en pesos incrementó ayer cinco puntos base, alcanzando 6.3 por ciento.