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La confianza del mexicano en la economía del país va cayendo.
Contrario a lo que se esperaba, el índice de confianza del consumidor del mes de julio registró una caída de 2.5 puntos.
Esto significa que, previendo un mal desempeño de la economía, las personas se ven más inclinadas a guardar su dinero que a gastarlo.
La economía mexicana ha tenido un desempeño mediocre desde el inicio del 2013. El año pasado, el país creció apenas 1.1 por ciento, debajo de la expectativa inicial de 3.9 por ciento. Para el 2014, analistas pronosticaban una recuperación.
La Secretaría de Hacienda volvió a fijar su tasa de crecimiento objetivo en 3.9 por ciento. El consenso fue relativamente compartido por instituciones que van desde el Fondo Monetario Internacional (FMI) hasta el Banco de México.
Pero la economía volvió a desempeñarse por debajo de las expectativas en el primer trimestre del 2014.
Analistas concluyeron que el crudo invierno estadounidense del primer trimestre del año había causado estragos en el consumo y la producción, tanto de Estados Unidos como México.
Los pronósticos de instituciones globales y nacionales, públicas y privadas, fueron recortados. Hacienda ajustó su perspectiva de crecimiento para situarla en 2.7 por ciento.
Hoy, nuevamente, el consenso de analistas se encuentra en la posición de que, tras un revés económico, la economía mexicana repuntará en la segunda parte del año.
Se cita como principal factor la recuperación económica de Estados Unidos y el repunte de las exportaciones mexicanas.
Sin embargo, el optimismo no se ha visto reflejado en los indicadores clave respecto del futuro económico.
El Inegi publicó ayer el último dato del índice de confianza del consumidor. En términos mensuales desestacionalizados, el índice se contrajo 2.5 por ciento; mientras que en términos anuales la caída fue de 7.6 por ciento.
Este retroceso en la confianza del consumidor se considera inesperado, ya que corta una racha de cuatro alzas consecutivas de los últimos meses.
Este índice es la muestra más significativa respecto del sentimiento del consumidor en relación al futuro de la situación económica.
Dentro de los componentes que lo conforman, la caída más fuerte se observa en la medición de “la situación económica del país dentro de 12 meses, respecto a la situación actual”.
¿Y el crecimiento?
La desconfianza en la economía no solo se siente entre los consumidores.
En su última encuesta mensual a especialistas en economía que realiza el Banco de México, el pronóstico de Producto Interno Bruto (PIB) se redujo de 2.65 a 2.56 por ciento.
Lo que más destaca de la publicación es el cambio entre las principales preocupaciones que tienen los expertos sobre la economía mexicana.
Los cambios más importantes se mostraron en la inestabilidad financiera y política internacional, que aumentaron cada uno 5 puntos para ubicarse en 9 y 5 puntos de manera correspondiente.
Esto significa que los expertos prevén que los conflictos geopolíticos globales cada vez representan un mayor obstáculo para el crecimiento en México.
Sin embargo, del mismo modo en que se ha registrado desde el año pasado, los problemas de inseguridad pública continúan siendo el principal problema para el país.
En segundo lugar, la debilidad del mercado interno (medida en parte a través de la confianza del consumidor) puede impedir que México alcance su objetivo de crecimiento.
Construcción en crisis
El FMI fue la última institución relevante en recortar la expectativa de crecimiento del PIB. El ajuste de la perspectiva pasó de 3 por ciento a 2.4 por ciento.
El organismo argumenta específicamente que la debilidad del sector de la construcción fue uno de los factores primordiales para recortar el pronóstico.
El Inegi reportó que el valor de la producción de la industria de la construcción disminuyó 0.35 por ciento en mayo respecto al mes anterior. Esto representa la decimotercera caída consecutiva del sector.
La caída en términos anuales fue de 2.9 por ciento, que refleja una tendencia a la baja desde el máximo de septiembre del 2012.
La industria de la construcción es uno de los sectores más importantes de la economía mexicana: representó el 6.67 por ciento del PIB del primer trimestre, según estimaciones del Inegi.
El último indicador de confianza de la industria de la construcción tuvo una baja de 1.7 por ciento anual.
El componente del índice que mide si los empresarios consideran que es un buen momento para invertir se contrajo 9.5 por ciento respecto al nivel del año pasado.
La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) ha declarado reiteradamente que el rezago en el gasto público está frenando el desarrollo económico.
Específicamente, consideran que la lentitud con la que el Gobierno Federal ejerce el gasto en inversión física es un impedimento para el crecimiento del sector.
La CMIC pronostica que el crecimiento de la industria de la construcción en el 2014 será de cero por ciento.