La clase media está en la mira de políticos, pero poco se sabe de este sector

La clase media está presente en los discursos de los políticos que buscan un puesto de elección popular para 2024, pero de este sector de la población hay poca información al carecer de un diagnóstico actualizado de su estado.

El país ha atravesado por la emergencia sanitaria más grande del último siglo, un periodo de presiones inflacionarias no vistas en años y el impacto del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania; pero no hay una revisión de cómo esos eventos han afectado al bolsillo de uno de los estratos socioeconómicos más mencionados en el debate público.

Aunque seis de cada 10 mexicanos consideran pertenecer a este estrato, de acuerdo a los datos de De las Heras Demotecnia, ser clase media trasciende del mero ingreso, cuestión que complejiza su entendimiento, explican centros de análisis a Reporte Índigo.

“Son los hogares que ya no están en la pobreza, es decir, tienen un nivel de ingresos mayor al de aquellas familias que se encuentran en los niveles más bajos de la pirámide socioeconómica y que sus gastos trascienden de la necesidad; consumen más allá de la mera supervivencia y tienen acceso a otro tipo de servicios”, explica sobre el concepto de clase media Ana Gutiérrez, coordinadora de Comercio Exterior y Mercado Laboral del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

Al respecto, los diversos criterios que existen para categorizar a la población de estrato socioeconómico medio, como el del Banco Mundial o el de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), se centran en el ingreso, mientras que el elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) integra, además, el tipo de consumo que las familias realizan.

¿Cómo va la clase media?

El último análisis realizado por Inegi respecto al tema de la clase media en el país fue elaborado en 2020, los resultados del estudio arrojaron que un hogar requería tener un ingreso promedio mensual de 22 mil 297 pesos y acceso a servicios como internet, automóvil propio o tv de paga, por mencionar, para formar parte del estrato socioeconómico medio, algo que lograba el 42.2 por ciento de las familias mexicanas.

Ante la falta de un estudio actualizado que permita saber cuáles han sido los efectos de los acontecimientos vividos durante el primer tercio de la década actual dentro de las carteras de ese sector de la sociedad mexicana, los analistas infieren que probablemente hubo un beneficio marginal, en mayor medida, gracias al periodo de recuperación económica.

“Las clases medias sí han sido beneficiadas, eso se puede ver incluso en la disminución de la pobreza multidimensional, digamos que es como en el caso del ingreso de las clases medias bajas, pero eso no es suficiente en la medida que hay un menor acceso a servicios de salud, por ejemplo”, expone Sofia Ramírez, directora general de México ¿Cómo vamos?

No obstante, de poco sirve el aumento en el ingreso si existe un encarecimiento y dificultad para el acceso a servicios tan esenciales como las consultas o una escuela de calidad, advierte Ramírez, al considerar las carencias sociales existentes y documentadas por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).

Por lo tanto, gracias a la complejidad que implica analizar a la clase media lo único certero actualmente es que México no es un país de clase alta, ya que el grueso de su población se divide entre la probable clase media y una gran cantidad de personas que continúan rezagadas en el ámbito económico, de acuerdo a la coordinadora de Comercio Exterior y Mercado Laboral del IMCO.

Objetivo de las campañas

En la antesala del proceso electoral del próximo año ya es común escuchar en el discurso de diversos dirigentes y aspirantes políticos de todas las facciones un enfoque particular hacia la clase media, como sucede en la capital del país.

“Que esta ciudad sea de clases medias, que no haya tanta pobreza, que todos tengan la misma situación de servicios públicos básicos, que no haya tantas desigualdades, para mí gobernar no es un trabajo, es mi pasión”, considera Clara Brugada, ex alcaldesa de Iztapalapa y aspirante a la candidatura por la jefatura de gobierno de la Ciudad de México por el Partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA).

Resalta que la postura, al menos en los discursivo, sustituya al lema insignia del Partido, “Primero los pobres”; y que también sea utilizada de manera generalizada, invisibilizando a las millones de personas que aún viven con ingresos bajos y sin acceso a servicios básicos, por otros precandidatos.

“En la Ciudad de México la clase media es trabajadora y le gusta salir adelante; aquí en la CDMX no importa la alcaldía en la que vivas, la gente quiere aspirar a vivir mejor, mejor chamba e ingresos y mejores escuelas, quieren que el metro sirva; esa es la gente que me motivó a levantar la mano”, explica Santiago Taboada, alcalde de Benito Juárez y aspirante a aspirante a la candidatura por la jefatura de gobierno de la Ciudad de México por el Partido Acción Nacional (PAN).

A nivel nacional la tendencia es similar, ya que mientras Mario Delgado ha afirmado que la actual administración ha hecho mucho por la clase media, Marko Cortés, líder del PAN, asegura que durante la gestión de su partido dicha clase creció; ambos sin un diagnóstico actualizado de lo que vive ese segmento de la población.