La apuesta china en Latinoamérica
En los últimos años China se ha convertido en uno de los principales socios comerciales y uno de los mayores acreedores de Latinoamérica, pero ahora el dragón asiático está profundizando su apuesta mediante la adquisición de empresas en la región.
En los últimos años China se ha convertido en uno de los principales socios comerciales y uno de los mayores acreedores de Latinoamérica, pero ahora el dragón asiático está profundizando su apuesta mediante la adquisición de empresas en la región.
Datos de Bloomberg muestran que desde su entrada en Latinoamérica China ha invertido 80.3 mil millones de dólares en inversión extranjera directa, con casi el 90 por ciento de este monto proveniente de empresas paraestatales y más del 70 por ciento dirigido al sector energético, financiero y de materias primas. Este patrón no ha sido coincidencia, ya que representa una inversión estratégica para asegurar los objetivos económicos del gobierno chino.
Las inversiones en energía y materias primas aseguran un suministro de los productos necesarios para mantener activo el motor económico industrial de China, mientras que las del sector financiero se concentran en instituciones especializadas en comercio que pueden impulsar el sector exportador chino.
Pero el colapso registrado en los precios de estos productos en los últimos años ha golpeado a estos sectores y hundido el crecimiento económico de las mayores economías de Latinoamérica, presionando el valor de las empresas en la región.
Como consecuencia, actualmente 147 empresas públicas latinoamericanas cotizan a un nivel que fija una capitalización de mercado equivalente a la mitad o menos de la mitad de su valor contable. Esto las vuelve baratas y atractivas para los inversionistas en busca de oportunidades de largo plazo en la región.
Oportunidad barata
Quizá el mejor ejemplo de esto es Brasil, que gracias a la profunda crisis económica que experimenta contiene a la mitad de las empresas públicas latinoamericanas que cotizan con una razón precio/valor contable igual o menor a 0.5
El más reciente ejemplo de esto es la Corporación Estatal de la Red Eléctrica de China (SGCC, por sus siglas en inglés), la mayor empresa de transmisión y distribución de energía eléctrica de China y del mundo.
La paraestatal SGCC está negociando comprarle a la emproblemada constructora brasileña Camargo Correa su participación accionaria de 23.6 por ciento en la empresa CPFL Energia, a un precio estimado de 1.5 mil millones de dólares sin incluir alguna prima que podría ser ofrecida por el comprador.
De forma crucial, Bloomberg reporta que el trato favorecería a SGCC pero no sirve algún objetivo estratégico del gobierno chino. Esto quiere decir que las empresas chinas, incluso las paraestatales, están transitando hacia una evaluación de sus adquisiciones potenciales en Latinoamérica con base en su valor empresarial y no en su importancia política.
Esta transición llega justo a tiempo, ya que aún sin considerar a las empresas que cotizan en la bolsa el deterioro financiero de Latinoamérica está poniendo a la venta activos muy atractivos en la región.
“Activos que jamás pensamos llegarían al mercado están en venta ya que algunas compañías y sectores están afligidos y empresas multinacionales están anunciado grandes planes de desinversión”, dijo Marcus Sulberman, co-director de fusiones y adquisiciones para Latinoamérica de Bank of America-Merrill Lynch, en entrevista con Bloomberg en marzo de este año.
En ese caso, el siguiente blanco de las paraestatales chinas podría ser Oi, la operadora brasileña de telecomunicaciones que acaba de declarar un proceso de bancarrota de 19 mil millones de dólares – la más grande en la historia de Brasil.
El acreedor favorito
Fuera de las inversiones y actividad comercial, China se ha convertido en un importante prestamista para los países latinoamericanos en la última década.
La base de datos del Diálogo Interamericano, creada por la Universidad de Boston y la Universidad Tufts, muestra que los bancos paraestatales chinos se han convertido en una fuente significativa de financiamiento para ciertos países que enfrentan dificultades para acceder a créditos tradicionales debido al deterioro de sus finanzas públicas.
Entre el 2005 y el 2015, China otorgó casi 125 mil millones de dólares en préstamos destinados a Latinoamérica, principalmente para financiar proyectos de infraestructura y energía en Venezuela, Brasil, Argentina y Ecuador. Estos cuatro países concentran el 90 por ciento del total del dinero prestado, y más del 55 por ciento del número de préstamos otorgados.
México, en la séptima posición del listado, recibió mil millones de dólares durante este periodo,
correspondientes a un préstamo otorgado por el Banco de Exportaciones e Importaciones de China en junio del 2013 que fue destinado a la adquisición de equipo de perforación y explotación petrolera en aguas profundas.
Hora de comprar
La desaceleración económica de Latinoamérica ha presionado el valor de mercado de muchas empresas, que cotizan a un nivel de menos de la mitad de su valor contable:
>37% Energía
>19% Otros
>18% Materias primas
>18% Finanzas
> 8% Industria
Fuente: Bloomberg