Los jóvenes quieren trabajar, pero las oportunidades son escasas. En México, este segmento de la población se enfrenta a una complicada situación de desempleo al salir de la universidad o en años posteriores, ya que no existe la suficiente oferta laboral para dar espacio a los profesionistas.
La fuerza que constituye esta población es de suma importancia, debido a que 30.7 millones de mexicanos son jóvenes, equivalentes a 24.6 por ciento de la población total del México, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2018.
La tasa de desempleo a nivel nacional se ubicó en 3.6 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) en el tercer trimestre de este año, sin embargo al mirar hacia los jóvenes, la OCDE y el Banco Mundial estiman que el nivel se ubica en 7.0 por ciento.
Héctor Márquez Pitol, director de relaciones institucionales de ManpowerGroup, considera que esta población es la más vulnerable a sufrir las consecuencias del desempleo, por eso es importante que desde las organizaciones se les brinde el apoyo necesario.
“Los jóvenes viven un viacrucis al momento de buscar trabajo, seguimos atorados al darles oportunidades y se tienen que aprovechar las estrategias que se han implementado para apoyarlos”, dice Márquez Pitol.
El desempleo juvenil no es nuevo en México, de hecho, a este problema se enfrentan muchos países en todo el mundo.
Estimaciones de la OCDE muestran que, a la fecha, cerca de un millón de jóvenes mexicanos están desocupados, pero al tomar en cuenta el porcentaje de naciones como Grecia o Italia, donde el desempleo juvenil se ubica en 39.3 y 28.7 por ciento, respectivamente, la cifra es mucho mayor.
El costo para la economía mexicana de los 3.9 millones de jóvenes que no estudian ni trabajan asciende a 194 mil 090 millones de pesos, que equivalen al 0.9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), según cifras de la OCDE y el Inegi hasta 2018.
Para Lissete Salgado, coordinadora del Centro de Excelencia en Competitividad y Emprendimiento (CECE) de CETYS Universidad, la forma de catalogar a estos jóvenes no es la más adecuada, ya que se fomenta un estereotipo cuando muchos de ellos realizan una actividad económica, pero fuera de la formalidad.
Al salir de las universidades no todos tienen las mismas oportunidades de conseguir un empleo, entonces se dedican a otras actividades con el objetivo de obtener ingresos mientras encuentran algo estable y acorde a su perfil profesional
Emprender, un camino contra el desempleo
Frente a los retos que pone de frente la escasa oferta laboral, muchos de los integrantes de las nuevas generaciones han dado un giro hacia el emprendimiento, aunque esta alternativa tampoco es sencilla al tomar en cuenta la tasa de mortalidad de los negocios en el país.
33
El Inegi pronostica que el 33 por ciento de las unidades que ingresan a la actividad económica durante su primer año de vida mueren por diversos factores relacionados con inseguridad, mala administración o falta de recursos.
México es un semillero de emprendedores y los jóvenes representan un motor importante para el desarrollo del país. El deseo entre las nuevas generaciones por comenzar un nuevo negocio ha colocado al país como un referente a nivel internacional.
65.8
Un informe elaborado por Young Business Talents (YBT) muestra que 65.8 por ciento de los entrevistados en México de entre 15 y 21 años les gustaría emprender, en contraste con el 28.1 por ciento que preferiría laborar en una empresa y 5.9 que se inclina por la idea de ser funcionario público.
Héctor Márquez Pitol considera que las iniciativas creadas por el Gobierno federal enfocadas a asesorar y apoyar financieramente a los jóvenes son positivas, pero se requiere de un esfuerzo mucho mayor.
Los jóvenes mexicanos prefieren emprender antes que trabajar en una empresa o para el gobierno
“Millones de jóvenes están desempleados. Necesitamos no bajar la guardia y valorar los programas que los quieren ayudar, pero también tenemos que meterle mayor presión entre todos”, comenta el director de relaciones institucionales de ManpowerGroup.
El desempleo juvenil se relaciona con deficiencias estructurales en la educación y con la falta de compromiso por parte de las nuevas generaciones. No obstante, Lissete Salgado, coordinadora del Centro de Excelencia en Competitividad y Emprendimiento de CETYS Universidad, asegura que esta percepción entre la sociedad es errónea.
“Se cree que los jóvenes no quieren trabajar, pero sí desean hacerlo, solo que las oportunidades son escasas por eso existe mucho desempleo. Desde la academia y las empresas hay que tratar de entenderlos y apoyarlos. No son el futuro, son el presente del mercado laboral”.
