La caída de un grande
Desde diciembre del 2015, el valor de capitalización de mercado de Toshiba se ha disminuido a la mitad. La firma japonesa, que fabrica desde laptops hasta reactores nucleares, se enfrenta a una de las crisis más álgidas de su historia.
La debacle de una de las empresas emblema de la industria japonesa que sacó al país de la miseria en la posguerra se agudizó esta semana. Ayer, Toshiba emitió un comunicado refiriendo que su presidente de consejo , Shigenori Shiga, había dimitido.
Indigo StaffDesde diciembre del 2015, el valor de capitalización de mercado de Toshiba se ha disminuido a la mitad. La firma japonesa, que fabrica desde laptops hasta reactores nucleares, se enfrenta a una de las crisis más álgidas de su historia.
La debacle de una de las empresas emblema de la industria japonesa que sacó al país de la miseria en la posguerra se agudizó esta semana. Ayer, Toshiba emitió un comunicado refiriendo que su presidente de consejo , Shigenori Shiga, había dimitido.
Esto responde a una de las decisiones menos acertadas en la historia corporativa de Japón. En el 2006, Toshiba adquirió a la firma estadounidense de construcción de plantas nucleares Westinghouse Electric Company. El valor de la transacción fue de 5.4 mil millones de dólares.
El negocio jamás despegó. El rebase de los topes presupuestarios y el retraso de las obras se convirtieron en una constante en el manejo de la Wesinghouse Electric Company. Ayer, Toshiba dio a conocer que la compañía había tenido que realizar un recorte al valor de su negocio nuclear de 6.3 mil millones de dólares.
Debido a esto, la firma tuvo que pedir autorización al mercado de valores de Japón para retrasar la publicación de sus estados financieros. Analistas señalan que esta práctica es inusual entre multinacionales del tamaño de Toshiba. Generalmente, argumentan, se utiliza este recurso en la antesala de una bancarrota, con el fin de ganar tiempo para una venta de activos de emergencia.
Por un momento, esa posibilidad cruzó por la mente de los inversionistas. Toshiba había prometido explicar la debacle de su negocio nuclear. En cambio, la decisión de retrasar la presentación de sus estados financieros generó un episodio de fuerte confusión. El mercado castigó a la compañía con una rebaja de 9.2 por ciento del precio de sus acciones.
¿Camino a la insolvencia?
Toshiba aún no se encuentra en el punto de la insolvencia. Pese a que la deuda total de la compañía excede a los activos totales de la firma (resultando en un capital social negativo de 1.3 mil millones de dólares), ésta aún cuenta con amplia capacidad para seguir operando y pagando sus pasivos en el largo plazo.
Esto no quiere decir que la compañía no haya tenido que tomar medidas drásticas para neutralizar el daño que ocasionó el fiasco de su unidad nuclear. Toshiba anunció que pondría a la venta su negocio de microchips, una unidad rentable de la firma y uno de los pilares de la generación de ingresos. Inicialmente, el plan de la administración era vender únicamente el 20 por ciento de esta unidad, pero la crisis de la compañía se ha agravado más allá de lo previsto.
Además, Toshiba determinó que saldrá del negocio de la construcción de plantas nucleares y se concentrará en proveer equipo e ingeniería para esta industria.
El espiral de deterioro de Toshiba se volvió evidente en el 2015, cuando la compañía aceptó haber manipulado la contabilidad de los estados financieros de la empresa. El escándalo puso en tela de juicio la supervivencia de la empresa por primera vez. Desde entonces, la credibilidad no ha podido ser recuperada.
En el 2004, Toshiba contaba con un valor de capitalización de mercado mayor al de Apple, la empresa pública con el valor de mercado más alto en el mundo.