Apple será un daño colateral. En caso de que la disputa comercial entre Estados Unidos y China suba de tono, la empresa estadounidense podría sufrir las consecuencias, debido a que el mercado chino representa el 20 por ciento de los ingresos del gigante tecnológico y en términos operativos es la segunda región más rentable, sólo después de Japón.
Además, la mayor parte de los componentes con que está hecho el iPhone son originarios de China, lo que limitaría su fabricación en el largo plazo y aumentaría su costo al usuario final.
A pesar de las constantes amenazas entre el Tío Sam y el dragón chino, al menos por ahora, la empresa más valiosa del mundo se encuentra a salvo, ya que en la lista de los 1,333 productos chinos importados susceptibles a ser gravados por el gobierno de Donald Trump se omite a estos dispositivos.
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Sin embargo, especialistas coinciden en que las ventas de teléfonos inteligentes fabricados tanto en China como en Estados Unidos eventualmente podrían costar más y vender menos por el temor a la posible imposición de aranceles.
Medios de noticias chinos advierten que las ventas del iPhone en el país están en riesgo de “sufrir un revés” si China intensifica la lucha comercial.
Incluso, en las redes sociales del país asiático ha comenzado a extenderse una campaña anti iPhone. Aun cuando el teléfono de la manzana compite en el mercado asiático con gigantes como Xiaomi y Huawei, la marca estadounidense tiene una buena reputación entre los consumidores chinos.
La mayor parte de los componentes con que está hecho el iPhone son originarios de China
Al respecto, Sergio Negrete, catedrático de la Escuela de Negocios del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), explica que existe un riesgo de que Apple sufra las consecuencias y eso encarezca los productos no sólo en México, también a nivel global.
“Esta guerra puede afectar al iPhone simplemente porque es un producto icónico en todo el mundo. Por el momento no hay un riesgo, pero, lo habrá ante un escalamiento en la disputa por parte de cualquiera de los dos países que buscan afectarse mutuamente”, comparte Negrete.
Otro escenario que puede influir en el aumento del costo del teléfono originario de Cupertino, California, es que la lista de los aranceles crezca. Por ahora, ambos socios comerciales se encuentran en relativa paz, luego de que durante días se atacaron con gravar productos.
Pero, no se descarta que más adelante se puedan poner sobre la mesa los smartphones, una importante fuente de ingresos tanto para para Estados Unidos como para China.
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Cifras del banco de inversión francés Natixis muestran que los teléfonos chinos que se envían a territorio estadounidense representan el 1.69 por ciento del total de exportaciones y 22 por ciento de todos los dispositivos comercializados a nivel mundial.
Mientras que los iPhone 7 que se venden en China representaron el 5.2 por ciento de las ventas totales de smartphones al cierre de 2017.
Sergio Negrete advierte que la cantidad de productos potenciales que pueden sufrir las consecuencias es enorme, además de que ambos socios comerciales saldrían mal librados en caso de continuar con una guerra comercial.
“No sólo hay un efecto negativo para los productos primarios, también hay un bombazo para los secundario, porque dependen de los que ya fueron incluidos en las listas de ambas naciones”.
