En la actualidad, el arte no solo se trata de objetos decorativos que se colocan al interior de los hogares, recintos o museos, para muchas personas es parte de un negocio y una gran alternativa de inversión.
Las principales razones por las que los inversionistas depositan sus ingresos en activos refugio como son las obras de arte, es porque además de aportarles un significado emocional, son de los pocos bienes materiales que no pierden valor con el paso del tiempo ni al cambiar de dueño.
Desde el año 2000 y hasta 2017 la inversión en arte se incrementó año tras año con tasas de crecimiento superiores a 4 por ciento, de acuerdo con el Índice Sotheby’s Mei Moses.
El arte se convirtió en una alternativa para los fondos de inversión, instituciones y personas físicas que buscan obtener rendimientos extra a mediano y largo plazo.
Contrario a lo que se piensa, invertir en piezas artísticas no es una exclusividad de los individuos que poseen grandes fortunas, la gente común también puede ser participe mientras sus ingresos se adapten a las opciones que ofrece este sector.
En 2018, el mercado del arte alcanzó un valor de 67 mil millones de dólares, es decir, que tuvo un aumento de 6 por ciento en comparación con el año previo, revela el reporte El Mercado del Arte 2019 (Art Basel y UBS Report).
Humberto Calzada, economista en jefe para Rankia México y Latinoamérica, asegura que el mercado del arte ha sido muy estable en los últimos 35 años y en promedio mantiene un rendimiento de 5.8 por ciento anual, lo cual lo convierte en un activo que funciona para invertir.
“Cualquiera puede invertir en arte, lo único que se necesita es aprender. La persona que opte por esta alternativa primero debe hacer una investigación del mercado, debe ver las opciones que hay de artistas e incluso analizar a los que son más contemporáneos, en general los premios que han ganado, qué tipo de creador es y que el currículum vaya acorde al precio”, explica el economista en jefe para Rankia LATAM.
Analizar y dar el paso
En medio de la pandemia por Covid-19, la inversión en obras de arte se incrementó, ya que en momentos de desaceleración económica resulta más segura al no regirse por el movimiento de las bolsas de valores del mundo, incluso algunos especialistas argumentan que este sector aporta más certidumbre que cuando se invierte en oro.
Entre algunos de los artistas más demandados del mercado se encuentran Pablo Picasso, Salvador Dalí, Joan Miró, Antoni Tápies, Jaume Plensa, Lita Cabellut, Jean-Michel Basquiat, Marc Chagall y Cy Towombly.
Por otro lado, el arte mexicano cada vez cobra más valor y tiene mayor presencia en el mundo. La obra de Rufino Tamayo, Anrnoldo Coen, y Pedro y Rafael Coronel, son algunos de los artistas que ya son altamente apreciados.
Asimismo, existen varios pintores mexicanos ya son inalcanzables, como Frida Kahlo, Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y Clemente Orozco.
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Aunque numerosas son las razones para invertir en arte, las más importantes tienen que ver con que se revalorizan con el tiempo al contrario de muchos otros activos y protegen al inversor en épocas de alta inflación y volatilidad en las bolsas mundiales.
Además, sirve de colateral para otras inversiones, por ejemplo, si se desea realizar una inversión inmobiliaria, se puede aportar una obra de arte como garantía del préstamo.
En algunos países existe una fiscalidad especial para las obras de arte. Esto es particularmente cierto respecto al IVA y el impuesto de sucesiones, que ofrecen tipos de imposición favorables al invertir en arte.
¿Cómo invertir en arte?
Existen diversas formas de invertir en arte, pero cuatro son las más populares y las que han arrojado mejores resultados.
La primera tiene relación con la compra de acciones de empresas activas en el mundo del arte, como puede ser Sotheby’s una de las mayores casas de subastas de obras de arte a nivel mundial.
La segunda, con los fondos de inversión en arte, los cuales se dedican a la generación de retorno mediante la compra y venta de obras de arte. Estos fondos son gestionados por especialistas en inversiones de arte y reciben en contrapartida un sueldo y una parte de los beneficios que genera el fondo, por lo que sus intereses están alineados con los de los inversores del fondo.
El crowdfunding de arte es la tercera alternativa de inversión, se trata de una financiación colectiva a los proyectos de artistas, para muchos esta opción resulta ser una excelente manera de invertir y diversificar el patrimonio.
En muchas ocasiones, los artistas necesitan financiación para adquirir los materiales que requieren en sus obras, para abrir una galería donde exponerlas o para participar en un festival o concurso, en estos casos el crowdfunding también resulta ser una buena alternativa para ellos.
Comprar obras de arte en físico es la cuarta forma de inversión y también la más habitual, se trata de adquirirlas y revenderlas después de cierto tiempo cuando el inversionista considere que se revalorizo. En este punto se toman en cuenta las pinturas, muebles, manuscritos, cerámica, esculturas y fotografías.
El economista en jefe para Rankia LATAM Humberto Calzada comenta que con regularidad en las subastas hay asesores que les dan perspectiva o recomendación a los interesados sobre qué obra comprar, además asegura que 50 por ciento de las obras que se adquieren son por influencia emocional.
“De alguna manera se recomienda optar por estos activos, ya que presentan menor volatilidad y movimientos menos bruscos. En dado caso de que se decida adquirir alguna obra será necesario que antes de comprar el inversionista revise los papeles de la obra que certifiquen su autenticidad”, detalla Calzada.
