Innovación en las jornadas laborales ¿inviable en México?
La propuesta de reducir el número de días laborales toma cada día más fuerza, sobre todo desde que el empresario más rico de México la puso sobre la mesa, pero en México está parece una discusión aún lejana
María Fernanda NavarroEl mercado laboral vive una transformación profunda a nivel global y una de las discusiones que ocurren en medio de este cambio es la viabilidad de establecer jornadas laborales de cuatro o tres días.
Pero en México, país que tiene el número más bajo en días de vacaciones pagadas y el mayor número de horas laborales de entre los países de la OCDE, esta discusión parece muy lejana; pese a que el empresario más acaudalado de México recientemente propuso disminuir los días laborales.
Durante su presentación en el encuentro de Becarios México Siglo XXI de la Fundación TelmexTelcel, Carlos Slim señaló que los esquemas de trabajo actuales ya no están funcionando por ello propuso que la semana laboral dure tres días, con jornadas laborales de entre 11 y 12 horas y aumentar la edad de jubilación hasta los 75 años.
Slim, advirtió a los becarios que probablemente ellos sean los que vivan este cambio.
Pero esta propuesta está lejos de ser nueva, centros de innovación e investigación de cultura laboral y hasta empresas multinacionales de software han planteado y tratado de implementar semanas laborales más cortas, con el objetivo de incrementar la productividad entre sus trabajadores y bajo el supuesto de que esta medida podría impulsar el turismo nacional e incluso disminuir el impacto ambiental.
Una de las principales razones que presentan los organismos que defienden este nuevo esquema, como la unión de trabajadores británicos conocida como TUC, es que la productividad de los empleados disminuye cuando tienen una jornada laboral prolongada, así lo detalla un estudio del departamento de economía de Stanford publicado en 2014.
Durante los últimos años se han llevado a cabo diversas pruebas en torno a la propuesta de recortar la semana laboral a cargo de compañías de todo tipo. En la subsidiaria de Microsoft en Japón, por ejemplo, durante agosto de 2019 establecieron una prueba en la que redujeron la semana laboral y aumentaron el fin de semana a viernes, sábado y domingo.
En este ejercicio se comprobó que la productividad de los trabajadores aumentó en 39 por ciento comparada con el mismo mes de 2018, además de notar la disminución de las juntas al implementar un límite de 30 minutos e impulsar la comunicación remota.
Durante la primera semana de junio de este año en Reino Unido 70 empresas de ese país con tres mil 300 trabajadores pusieron en marcha un piloto de seis meses para probar la semana laboral de cuatro días sin que esto implique una reducción de sus salarios.
Se trata de la prueba más amplía hecha hasta el momento impulsada por la organización sin fines de lucro 4 Day Week Global, que señala que las compañías empiezan a reconocer que la nueva frontera de la competencia es ofrecer calidad de vida a sus empleados y la ventaja competitiva se enfoca en centrar el empleo en el rendimiento y no el número de horas que cumplen.
Esta reducción de horarios también es vista como una oportunidad para bajar la incidencia del burnout o síndrome de desgaste profesional entre los empleados.
Esquemas de jornadas laborales reducidas, lejanos en México
Aunque esta podría ser una discusión relevante, hasta el momento parece lejana de abordar en México toda vez que la mayoría de los empleados del país trabajan en condiciones de bajos salarios, sin seguridad social y con jornadas laborales de más de 48 horas a la semana.
Aproximadamente 71.7 millones de personas en México no tienen acceso a seguridad social, que representa 53.7 por ciento de la población y 38.7 por ciento tienen ingresos laborales que no cubren el costo de la canasta básica, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de Política de Desarrollo Social (Coneval).
Además, con seis días de vacaciones al año, los trabajadores mexicanos son los que gozan de la menor cantidad de días de descanso con goce de sueldo obligatorio entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
De hecho, en el Senado de la República existen varias propuestas para ampliar el número de días de vacaciones pagadas en las empresas mexicanas y se espera que este mes se presente en el pleno un dictamen consensuado que garantice a los trabajadores “vacaciones dignas” para el esparcimiento y la liberación de la carga laboral.
Actualmente la Ley Federal del Trabajo (LFT) establece que los trabajadores tienen derecho a un mínimo de seis días de vacaciones a partir de su primer año de servicio en una empresa. Este período se incrementa en dos días por cada año subsecuente hasta llegar a 12, acumulado que se alcanza en el cuarto año; posteriormente, las vacaciones aumentan en dos días al completar un ciclo de cinco años.
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