Radiografía de la desigualdad

En un contexto en que la inflación creció 6.59 por ciento a tasa anual en la primera quincena de agosto, es decir por arriba de los salarios, la desigualdad en los hogares mexicanos se ha profundizado, de acuerdo a cifras de INEGI.

Hace un año, el INEGI desató controversia por el cambio en el proceso de captura de datos de la Encuesta Nacional de Ingreso Gasto de los Hogares (Enigh) 2016, lo cual llevó a resultados de ingresos altos que despertaron sospecha.  Ahora, el Instituto tiene que convencer de la credibilidad en las cifras.

El cambio para captar el ingreso provocó que Coneval no pudiera utilizar los datos, por no ser comparables, y que México se quedara sin medidas de pobreza a nivel municipal hasta la fecha. La omisión fue corregida y la nueva publicación incluye cifras nuevas y comparables.

Los resultados publicados ayer arrojaron que el ingreso promedio de los hogares creció 2.1 por ciento en 2016.

El ingreso promedio de las familias se ubicó en 43 mil 036 pesos en 2016, lo que significó un crecimiento de 2.2 por ciento en términos reales respecto a 2012, pero 2 por ciento por debajo de 2010, y 8.2 por ciento menor al alcanzado en 2008.

Las cifras de la encuesta ofrecieron otra revelación: que las distancias entre norte y sur no sólo se miden en kilómetros, porque lo que separa a Nuevo León y Chiapas no son los 1,726 kilómetros entre las capitales de ambos estados, sino que también en 2016, en el estado norteño se registró el ingreso por hogar promedio trimestral más alto del país, mientras que el del sureste tuvo el ingreso más bajo.

Las familias de Nuevo León tuvieron un ingreso promedio trimestral de 87 mil 653 pesos en 2016, frente a los 23 mil 258 pesos de los hogares de Chiapas.

Lo anterior implica que los habitantes de Nuevo León recibieron 3.76 veces más dinero que los de Chiapas.

La Ciudad de México ocupó el segundo sitio al registrar en promedio 70 mil 834 pesos.

Dos Méxicos

Con motivo de los 25 años de la creación de la Secretaría de Desarrollo Social, el presidente Enrique Peña Nieto publicó, la semana pasada, un mensaje donde sostuvo que la división más profunda que vive México es la de un país con altos niveles de vida, pero al mismo tiempo con carencias y marginación entre su población.

“En nuestro país persisten dos Méxicos. Por un lado, un país moderno, con altos niveles de vida; por el otro, uno de carencias y marginación. Esta es la división más profunda en nuestro país”, afirmó.

El INEGI reportó que “el 30 por ciento de los hogares con mayores ingresos (deciles VIII, lX y X) concentraron el 63.3 por ciento de los ingresos corrientes totales, mientras que el 30 por ciento de los hogares con menores ingresos (deciles I al III) participan con el 9 por ciento del ingreso”.

Además se registró un coeficiente de Gini (medida ampliamente utilizada para medir la distribución del ingreso) de 0.448, ligeramente superior a la cifra de 2015. México es el segundo país con el peor nivel de desigualdad entre los miembros de la OCDE.

De acuerdo al INEGI, el décimo decil de los hogares en México captó 21 veces más ingresos que el primero. Los hogares del primer decil tuvieron un ingreso promedio al trimestre de 8,166 pesos, es decir, 91 pesos por día por hogar, que en términos de los perceptores por hogar se traduce en un poco más de 37 pesos diarios.

En el décimo decil, dicho ingreso fue de 168,855 pesos. Es decir, 1,876 pesos diarios por hogar, que en términos de perceptores implica casi 766 pesos diarios.

Origen de ingresos de los hogares:

>> 64.3%

Del trabajo

>> 15.6%

Transferencias

>> 11.3%

Estimación de alquiler de vivienda

>> 8.8%

Renta de propiedades

>> 0.09%

Otros ingresos