Industria del vino de México tiene mala vendimia

La industria vitivinícola en México sufre los estragos de la pandemia ya que sus ventas cayeron no solo por el cierre de bodegas, también por la cancelación de eventos de enoturismo, sin embargo, los productores encontraron una forma de evitar un mayor impacto a través del comercio electrónico
Nayeli Meza Orozco Nayeli Meza Orozco Publicado el
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Los productores de vino están pasando por un mal trago. A pesar de que la industria en México es nueva, el producto que se vende lleva siglos de existir y su gran variedad ha ocasionado que más personas en el país lo tomen de manera frecuente.

En cinco años, el consumo promedio per cápita de la bebida se duplicó al pasar de 450 mililitros en 2012 a 960 mililitros en 2018, de acuerdo con las últimas cifras disponibles por el Consejo Mexicano Vitivinícola (CMV).

2.4
millones de cajas de vino es la producción total en México

De manera anual, la cadena de valor produce alrededor de 2.4 millones de cajas de vino, que solo alcanzan para satisfacer el 30 por ciento de la demanda interna, debido a que los mexicanos consumen en promedio 9 millones de cajas.

El Gran Confinamiento presionará mucho más a una industria que se enfrenta a un mercado competido por otras bebidas que tienen un gran arraigo entre los consumidores: cerveza, tequila y mezcal.

Y aun cuando el panorama luce desafiante, Paz Austin, directora ejecutiva del CMV, asegura que los productores tomaron medidas a tiempo para apuntarlar a la industria por el canal de venta en línea con el objetivo de no quedarse rezagados.

Estamos preocupados, pero ocupadados, al igual que muchos otros sectores esta crisis nos golpeó sobre todo en enoturismo, que tuvo pérdidas del 100 por ciento, entonces nos dedicamos a digitalizar las tiendas y a asociarnos con plataformas para tener nuevos puntos de venta diferentes a los tradicionales
Paz AustinDirectora ejecutiva del CMV

Conquistar nuevos paladares con vino mexicano

Tradicionalmente los bebedores más jóvenes o los nuevos preferían tomar cerveza, mezcal o cócteles antes que pedir una copa de vino, sin embargo, con el paso del tiempo esta tendecia comenzó a cambiar, gracias a que la misma industria vitivinícola se supo adaptar a las exigencias de los nuevos paladares.

Por principio, los productores apostaron por romper la presentación tradicional de una botella de vidrio para elaborar empaques más cómodos, atractivos y hasta más económicos.

Desde sus orígenes, el vino enlatado provocó revuelo, ya que para los puristas de la bebida esto derrumbó todos los esquemas que llevaban siglos de existir.

Contrario a lo que se pensó el producto pasó de ser solo una moda para convertirse en un poderoso negocio que está valuado en 45 millones de dólares y se espera que en los siguientes años la cifra se duplique, de acuerdo con la firma especializada Nielsen.

45
mdd es el valor del negocio del vino enlatado

Otra de las presentaciones es en tetra pak cuyo argumento de sus fabricantes es que el cartón no es tan agresivo con el medio ambiente. Estos dos segmentos, enlatado y caja, han sido muy bien recibidos por los millennials.

Paz Austin considera como un acierto que el vino haya tomado carácterísticas más fáciles de tomar para el público joven, pues es una buena forma de democratizar a la uva.

“Los vinos han evolucionado y ahorita hay tendencias muy amigables para las generaciones que se están interesando en el alcohol con empaques novedosos y de sabores más frescos. Es una buena opción además de que no tiene tantos grados”, comenta.

Salir adelante juntos

México cuenta con 14 importantes regiones vinícolas con una extensión total superior a las 30 mil hectáreas donde se cosechan uvas que se agrupan en cinco vocaciones destinadas a diversos usos.

Una de ellas es la que se utiliza para jugos y zumos de bebidas que se concentra en los estados de Aguascalientes y Zacatecas en un territorio de 4 mil hectáreas; otra la uva de mesa que 80 por ciento de su producción está a cargo de los productores de Sonora y el 90 por ciento de lo que se cosecha se exporta principalmente a Estados Unidos, y a algunos mercados europeos y asiáticos, según datos del CMV.

La reina de todas es la que se destina para la elaboración de la bebida alcohólica. Alrededor del 70 por ciento de los vinos en el país se hacen con 10 variedades de mayor consumo.

Algunas de ellas son Cabernet Sauvignon, que concrenta el 20 por ciento; el Merlot un 8 por ciento, mientras que el Syrah y el Nebbiolo 5 por ciento respectivamente, y el Tempranillo 4 por ciento.

Los últimos datos disponibles por Euromonitor revelan que la industria emplea a más de 7 mil personas de manera directa e indirecta. No obstante, el CMV estima que el cultivo de la vid para vino, junto con la uva de mesa dan apoyo a más de 500 mil jornaleros agrícolas en todo el país.

“En este momento la industria está más fuerte que nunca porque no nos estamos viendo como competencia sino que estamos trabajando juntos para posicionar al vino mexicano como una industria que ve por México y que México ve por ellos”.

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