Home Office, el trabajo del futuro después de la pandemia

El home office se convirtió en la alternativa de las empresas para mantener sus operaciones y aun con los retos tecnológicos que implica se abre la puerta a que una vez que termine la pandemia se adopte de manera permanente este esquema
Nayeli Meza Orozco Nayeli Meza Orozco Publicado el
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México vive una nueva realidad laboral. Pero aún queda la interrogante sobre si el home office, ahora sí, se quedará después de la pandemia.

Hasta antes de la crisis sanitaria, alrededor del 60 por ciento de las empresas en el país empleaba este esquema, cifra que se disparó a más del 90 por ciento cuando comenzó el distanciamiento social, según datos de firmas de atracción de talento.

El también llamado teletrabajo se ha enfrentado a diversas barreras, a pesar de que con el paso de los años comenzó a ganar una mayor preferencia entre las organizaciones, sobre todo después de la gripe AH1N1 en 2009.

Los beneficios que le brinda a las empresas son muy atractivos, algo que podría incentivar la permanencia de que sus colaboradores permanezcan en casa después de que ocurra la reapertura.

Por principio, el home office mejora hasta en un 28 por ciento la productividad de los trabajadores, en tanto que los ahorros para los compañías pueden llegar a superar los 925 mil pesos al año dependiendo de su tamaño.

Fidel López Martínez, subdirector de Mercadotecnia de OCCMundial, considera que esta pandemia ocasionó que las empresas derrumbaran paradigmas y el país se encamina hacia consolidar un proceso que trae consigo grandes oportunidades no solo económicas, también sociales.

Muchas organizaciones se vieron forzadas a adoptar nuevas herramientas tecnológicas en un corto periodo de tiempo y hoy sin duda podemos decir que México está preparado, en su mayoría, para seguir operando desde casa después de la pandemia
Fidel López MartínezSubdirector de Mercadotecnia de OCCMundial

Aliados tecnológicos del Home Office

El home office no está completo sin las herramientas que se necesitan para realizar las labores diarias. Uno de los principales apoyos son las plataformas de videollamadas, como Zoom, Skype, y Houseparty.

Cifras de Priori Data muestran que solo en marzo, el mes con el pico más alto, la aplicación de Zoom reportó 26.9 millones de descargas en todo el mundo, seguida de Sype, con 6.2 millones, y Houseparty, 5.1 millones.

Este tipo de tecnología permite a las personas comunicarse y mantener contacto directo con sus superiores, pero no son las únicas, existen otras alternativas que suelen ser ocupadas por su practicidad, aunque son un poco más informales, como las videollamadas a través de WhatsApp o FaceTime.

En la ecuación también forman parte otros elementos como sillas, escritorios, objetos de papelería y productos tecnológicos. En el deseo de acondicionar un espacio de trabajo después de que se decretara la Fase 2, los mexicanos impulsaron 30 por ciento la búsqueda de productos de software en las principales páginas de comercio electrónico, mientras que los de hardware hasta un 10 por ciento, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO).

¿Más horas por lo mismo?

A pesar de que México es uno de los principales países en América Latina con el mayor número de personas que trabajan bajo este esquema, el trabajo desde casa aún se enfrenta a diversos retos que pueden convertirse en una barrera para las organizaciones.

Por el lado de los empleadores una de las mayores desventajas es la privacidad, ya que varias aplicaciones de videollamadas están expuestas a sufrir hackeos durante las transmisiones poniendo en riesgo información sensible.

Otro aspecto es que este método no se aplica para todos, debido a que industrias como la construcción, minería o manufactura requieren de la presencia física de los trabajadores para funcionar.

Al mirar hacia las personas, el mayor desafío para el esquema del teletrabajo es que solo es aplicable para quienes se encuentran en la formalidad, pues el 56.6 por ciento de la población económicamente activa trabaja en la informalidad y ellos no pueden detener o cambiar la dinámica de sus actividades, ya que no recibirían un salario

En el caso de quienes sí pueden ponerlo en práctica destaca que en muchos de los casos las jornadas se vuelven más largas. La encuesta ‘COVID-19 y Home Office’ elaborada por The Wellness and Productivity Project muestra que cuatro de cada 10 profesionistas laboran hasta cinco horas más durante la cuarentena que cuando estaban en la oficina.

También destaca el aumento de peso, pues al estar en casa el consumo de alimentos es mayor y la movilidad es nula, a esto se suma que alrededor del 38 por ciento de los encuestados no realiza alguna actividad física y 3 por ciento opta por la comida chatarra.

Para Fidel López Martínez el hecho de trabajar horas extra no necesariamente está ligado con una mejora en la productividad y hace énfasis en que quizá esto tiene más que ver con un tema de autodisciplina sobre la noción del tiempo.

“Este aumento en las horas laborales se está dando porque en muchos de los niveles jerárquicos no se respetan los horarios, pero el colaborador también debe descubrir una manera de ser más eficiente y entregar mejores resultados”.

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