Aunque en México la extorsión telefónica, frecuentemente fraudulenta, es un problema conocido, no es la única amenaza que el público debería temer al usar este medio de comunicación.
Esto debido a que grupos de hackers han encontrado la manera de llevar un viejo fraude a nuevas alturas utilizando el Internet para robar miles de millones de dólares.
The New York Times reporta que el fraude, que afecta sobre todo a pequeñas y medianas empresas (PyMEs), existe desde antes del Internet, pero el incremento en las líneas y aparatos telefónicos conectados a servicios de Internet ha vuelto más fácil para los hackers acceder a los sistemas relevantes y realizar el fraude de manera más rentable.
Lo que sucede es que los hackers se inscriben a servicios en línea que les permiten arrendar líneas telefónicas de tarifas premium, frecuentemente utilizadas por servicios de charla sexual y consejos psíquicos, que le cobran a los usuarios más de un dólar por minuto y le dan a los arrendadores una comisión de hasta 24 por ciento.
Los hackers después se infiltran al sistema telefónico de una empresa y realizan cientos de llamadas simultáneas a sus números previamente seleccionados, obteniendo ganancias de cientos de miles de dólares y dejando la cuenta en manos de la empresa víctima.
Teléfonos bajo candado
A nivel global, esta modalidad de fraude telefónico resultó en un costo de 4.73 mil millones de dólares en 2013.
Esta cifra es casi mil millones de dólares más alta que la registrada en el 2011, según reporta la Asociación de Control de Fraudes de Comunicación.
Al mismo tiempo, como el fraude es tan rentable, los servicios existentes de renta de líneas telefónicas con tarifas premium se han multiplicado, pasando de 17 en el 2009 a 85 en el 2013, un aumento de casi cinco veces en cuatro años, según datos de la empresa Yates Fraud Consulting.
Pero aunque el fraude está creciendo, combatirlo es difícil tanto para las autoridades como para las empresas de telefonía y las PyMEs, y la asignación de responsabilidades al respecto aún no es clara.
Para evitar formar parte de estas estadísticas, los expertos en seguridad recomiendan a las PyMEs desactivar sus servicios de reenvío de llamadas e implementar contraseñas fuertes en sus sistemas de buzones de voz y de llamadas internacionales.
También se recomienda tratar los teléfonos como cualquier otro sistema computacional de la empresa: vulnerable a amenazas provenientes del Internet y capaz de resultar en pérdidas sustanciales para el negocio.