Hacen falta créditos hipotecarios para dar techo a los independientes
Los trabajadores mexicanos han evolucionado y con ello su capacidad y formas para acceder a un crédito hipotecario, una situación que se asume como una oportunidad fuera de la banca tradicional
María Fernanda NavarroLa economía, el mercado laboral, los trabajadores y sus ingresos han evolucionado de forma vertiginosa durante los últimos años, y con ello se han modificado sus posibilidades y mecanismos para adquirir un hogar. La banca privada e instituciones públicas que otorgan créditos hipotecarios cuentan con limitadas opciones para los trabajadores independientes, que no tienen ingresos fijos o que además de su salario buscan otras entradas económicas.
Esta base de trabajadores que crece año con año -tan sólo los empleados por cuenta propia contabilizados por el INEGI alcanzan los 11 millones 951 mil 65 durante el primer trimestre de 2021- representa un atractivo grupo de clientes para las Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (Sofom) reguladas, en tanto que para los trabajadores éstas son una oportunidad para acceder a créditos para la vivienda.
Además, las solicitudes de créditos hipotecarios no disminuyeron durante 2020 a comparación de otro tipo de créditos, señala Juan de Miguel, líder del Negocio Minorista y Ventas Digitales en ION Financiera, Sofom regulada que se centra en el otorgamiento de estos créditos a personas físicas.
El ejecutivo señala que este comportamiento se debió a que se tratan de adquisiciones de largo plazo y se planean con bastante tiempo, por lo que resulta poco probable modificarlas ante cambios en el contexto económico.
“ION nace para cubrir y complementar la oferta bancaria, la banca tiene muy definidos sus clientes pero a veces hay muchos clientes a los que no atiende. Por ejemplo, a la hora de comprobar ingresos, es decir, en un perfil independiente, o que no están integrados a la nómina, entre otras circunstancias, hacemos un estudio socioeconómico a profundidad personalizado y vemos cuál es su capacidad de pago y ese es un cliente que típicamente no le va a prestar (la banca tradicional) por no ser un asalariado y nosotros si le prestamos”, señala en entrevista.
Esa flexibilidad con la que cuentan para atender a trabajadores con diversos tipos de ingresos es la ventaja competitiva de esta Sofom, sobre todo ante la integración de nuevos trabajadores con esquemas laborales diversos o incluso su entrada al gig economy, es decir, el sistema de mercado libre que consiste en un contrato o trabajo independiente realizado de forma temporal o a corto plazo, que generalmente se encuentra en el sector de servicios.
“Creemos que va a crecer la economía, que tenemos el expertise y lo seguimos desarrollando para ser los que mejor conocen a este tipo de cliente y podamos identificar en donde podemos dar un crédito y donde tenemos que seguir creciendo”, señala el ejecutivo de ION Financiera.
Hasta octubre de 2020 las Sofomes contaban con una cartera de crédito de aproximadamente 1.2 billones de pesos, es decir 12 por ciento del crédito en el país, de acuerdo con datos de la Asociación de Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (Asofom), que señala que estas entidades ocupan un espacio importante en la integración financiera en México.
Cabe destacar que actualmente el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) cuenta con mecanismos para atender a trabajadores independientes aunque se limitan para aquellos que alguna vez cotizaron en el instituto y tengan una subcuenta de vivienda con recursos.
Con las reformas integradas a la Ley del Infonavit publicadas en diciembre de 2020 se calcula que se podrían beneficiar aproximadamente a cinco y seis millones de trabajadores que tienen entre 40 y 60 años de edad que “son formales fiscales y profesionales independientes”.
Difícil adquisición de créditos hipotecarios
Aunque los datos revelan que los créditos hipotecarios no registraron una disminución considerable durante 2020, el ánimo entre los trabajadores para solicitar un crédito está a la baja.
De acuerdo con los resultados del Índice sobre Intención de Adquisición de Vivienda (IIAV) elaborado por el Infonavit, los trabajadores muestran una perspectiva negativa en torno a los subíndices enfocados en si es un buen o mal momento para comprar una vivienda.
Este estudio también hace una distinción entre los trabajadores por segmento de ingresos y su interés por adquirir una casa o terreno. Sin embargo, no existen grandes diferencias y la mayoría de los segmentos que van desde un salario mínimo hasta más de seis, señalan que probablemente no solicitarán un crédito hipotecario.