La formación actual de las niñas latinoamericanas podría estar siendo insuficiente para que puedan enfrentar los retos e integrarse de forma plena a la economía del futuro.
Se pronostica que en menos de 10 años las áreas que más empleo generarán y con los puestos mejor pagados serán las relacionadas con las ciencias, tecnología, ingenierías y matemáticas, disciplinas a las que tradicionalmente se integran en un índice muy bajo las estudiantes de la región.
Actualmente las mujeres que estudiaron carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemática, por sus siglas en inglés) conforman el 33 por ciento de los empleados de nivel básico de estos sectores, 24 por ciento del personal de nivel medio, 15 por ciento del nivel superior y nueve por ciento de los puestos directivos están ocupados por mujeres, advierten cifras del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés).
Organismos internacionales como el Banco Mundial, la Organización para las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y el WEF han advertido que la participación de las mujeres en el campo laboral con equidad y en puestos de liderazgo en el futuro está en duda debido al poco interés que se inculca en las menores por las las áreas profesionales STEM.
Ante este panorama ya existen diversas iniciativas que se enfocan en acercar a niñas de diversos países a estas disciplinas a través de campamentos, cursos y mentorías con líderes de estas industrias con el objetivo de motivarlas a explorar las áreas STEM.
Inspirar y empoderar a las niñas del futuro
Esta fundación junto con MET Community y empresas como Lenovo, Magna y Motorola han organizado eventos regionales como InspiraMET, que presenta testimonios de mujeres líderes en áreas STEM que comparten sus experiencias con alumnas de preparatoria; CampaMET, en el que se otorgó a 40 niñas de secundarias de Nuevo León, Querétaro y San Luis Potosí concursos de robótica; y llevarán a cabo el Festival Girl Powered, en el que también se presentarán mujeres latinas líderes en estas áreas el próximo 5 y 6 de noviembre.
Sánchez explica que este tipo de eventos son determinantes para la formación de las niñas, sobre todo porque aún viven en un contexto en el que hay una fuerte influencia de estereotipos de cómo se debería educar a una mujer y el rumbo que su carrera profesional debe de tomar.
“Desde pequeñas las limitan con el tema de no ensuciarse, no explorar, si un niño juega y se ensucia o es muy activo no es tan castigado como en el caso de las niñas y estos estereotipos hacen que desafortunadamente desde la casa la niñas no puedan explorar. Hay estudios, por ejemplo, que señalan que en la adolescencia las niñas demuestran más aptitudes para resolver problemas de matemáticas pero poco a poco se empiezan a inclinar por evitar ser identificadas por su inteligencia, porque pueden llegar a ser condenadas y en lugar de eso se enfocan en sus bailes de graduación”, cuenta Sánchez.
Este tipo de iniciativas responden justo al llamado que ha hecho ONU Mujeres para poner en marcha acciones para atraer a niñas y jóvenes al ámbito STEM como talleres tecnológicos, de robótica, ciencias y hasta para diseñar juegos mecánicos; además de programas para apoyar la retención de mujeres en la educación superior y la reinserción en el mercado laboral luego de una licencia por maternidad.
En el caso de las estudiantes mexicanas son minoría en carreras enfocadas en ingeniería, manufactura y construcción en donde son 28.5 por ciento del total de los alumnos y las tecnologías de información y comunicación en donde suman 28.4 por ciento, según datos de ONU Mujeres.
Pero no sólo se trata de los empleos del futuro, Sánchez señala que el Banco Mundial ya ha alertado que en 2020 había carencias para ocupar más de tres millones de vacantes enfocadas en tecnología.
“No tenemos suficientes científicos e ingenieros para que cubran las vacantes, les dicen carreras del futuro pero las carreras del futuro son ahora, por eso es necesario que las mujeres asuman estos puestos, porque además se consideran más efectivas al momento de asumir roles de liderazgo en estos espacios”.
Cabe destacar que durante la pandemia por COVID-19 el ya de por sí desaventajado estatus laboral de las mujeres mexicanas se agravó. Los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) de septiembre de 2021 revelan que de los 55.1 millones de personas ocupadas 33.7 son hombres y 21.5 son mujeres.