Grandes empresas se cuadran ante el SAT
Empresas grandes que registran adeudos ante el SAT han desistido de acudir a instancias jurídicas y llegado a acuerdos con la autoridad fiscal, encabezada por Raquel Buenrostro
María Fernanda NavarroLos grandes contribuyentes quieren evitar enfrentamientos con Raquel Buenrostro, Jefa del Servicio de Administración Tributaria (SAT), también conocida como la “mano de hierro” del fisco mexicano.
En este año se han fiscalizado a 719 personas morales, que pertenecen al universo de 12 mil grandes contribuyentes; y la mayoría ha saldado sus adeudos y evitado establecer un proceso de litigio, afirmó la jefa del SAT durante una reunión con medios de comunicación.
De enero a octubre de 2020 el SAT ha recaudado 200 mil 990 millones de pesos por actos de fiscalización a grandes contribuyentes, más del doble de lo que se recaudó en 2019, año en el que se obtuvó un monto de 94 mil millones; y en el mismo periodo de 2018, cuando por la fiscalización de este tipo de contribuyentes se alcanzaron 93 mil millones de pesos.
Del total de lo registrado en recaudaciones por fiscalización en este año, 84 mil 817 millones de pesos se entregaron en efectivo y 116 mil 182 millones de forma virtual, es decir, aquellos saldos que el contribuyente no podrá utilizar para futuros pagos de impuestos, solicitar devoluciones, realizar compensaciones o aplicar pérdidas fiscales, lo que genera un incremento en la recaudación.
Los 719 grandes contribuyentes fiscalizados este año se encuentran integrados principalmente en los sectores financieros, de telecomunicaciones, de la venta de bebidas y tabaco y de hidrocarburos, detalló Antonio Martínez Dagnino, administrador general de Grandes Contribuyentes en el SAT.
“Desde inicios de año se definió el Plan Maestro para la Fiscalización de Grandes Contribuyentes. Este plan lo que hizo fue tener mayor control en todas las etapas de procedimiento de fiscalización, desde afinar el modelo de riesgo para programar los actos nuevos de fiscalización, acotar los tiempos fiscalización en los actos que ya estaban en marcha, revisar todas las observaciones que se han hecho, también se tuvo mucho mayor relación con cada uno de los grandes contribuyentes, se revisaron los recursos de revocación y los juicios de nulidad”, explicó Martínez Dagnino.
Las autoridades fiscales además apuntaron que se trabaja en “nuevos actos de fiscalización” para las personas morales que forman parte de los sectores acerero, energético, automotriz, de tiendas de autoconsumo y farmacéutico, algunos de los cuales nunca han sido revisados.
Entre estos grandes contribuyentes se encuentran las 15 empresas que señaló Andrés Manuel López Obradror en abril de este año por adeudar más de 50 mil millones de pesos entre impuestos, multas y recargos, mismas que ya entregaron 25,000 millones de pesos al fisco.
Las que se resisten al SAT
Sin embargo, sí hay casos de empresas, como Grupo Salinas, que han optado por acudir a las instancias jurisdiccionales competentes para hacer frente a Buenrostro, cuya gestión se ha caracterizado por la presión a los grandes contribuyentes para evitar la evasión fiscal.
“(En el caso de Grupo Salinas) el tribunal falló a favor del SAT en un litigio por 18 mil millones de pesos y tenemos otro por dos mil 700 millones, son tres instancias antes de que se haga un crédito definitivo y se pueda cobrar. Cada que brinca de una etapa a otra, el empresario tiene la opción de continuar con el litigio o se pone al corriente con el fisco, esa es decisión de cada contribuyente, nosotros tenemos que agotar procedimientos legales y administrativos”, explicó la Jefa del SAT.
Otro caso que se encuentra bajo la lupa del SAT es el de la aerolínea Interjet, que de acuerdo con informes de la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) adeuda tres mil millones de pesos.
Buenrostro comentó que aunque se ha tratado de llegar a acuerdos con la empresa, hasta la fecha no se han concretado las propuestas de solución. Además se encuentra en un proceso de “intervención de caja” y otro de “embargo precautorio”, el primero para vigilar que se priorice el pago a sus trabajadores; y el segundo en el que se retienen los bienes del deudor y evitar que los venda de forma libre, para evadir el pago.
“Desafortunadamente la situación que hoy vive la aerolínea es algo que no tiene que ver con el COVID-19 porque empezó desde 2013”, expresó Buenrostro.