La ciudad que nunca duerme está en pausa. El refugio de turistas, migrantes e inversionistas se convirtió en el epicentro del virus en la nación más poderosa del mundo y los daños a la economía local serán de grandes magnitudes. Se estima que el corazón financiero de Estados Unidos perderá hasta 15 mil millones de dólares en ingresos estatales a causa de los efectos del Covid-19 durante este año, de acuerdo con el director de presupuesto del estado de Nueva York, Robert Mujica.
No se sabe por cuánto tiempo el cuarto estado más poblado en el territorio del Tío Sam regresará a la normalidad, pero, al menos por ahora, el escenario es desolador: la Estatua de la Libertad dejó de recibir millones de visitantes, el piso de remates de Wall Street permanece en silencio, y Times Square, así como Broadway lucen completamente vacías.
NYC & Company, la oficina de turismo y marketing de la ciudad, estima que cada año la Estatua de la Libertad recibe a casi cinco millones de turistas con un gasto total que asciende a 270 millones de dólares.
El 18 de marzo, la Bolsa de Nueva York (NYSE, por sus siglas en inglés) anunció que cerraría de manera temporal las operaciones en el recinto ubicado en la calle de Wall Street para migrar hacia las operaciones electrónicas como precaución ante la pandemia. La Bolsa neoyorquina concentra alrededor del 40 por ciento de las operaciones a nivel mundial.
El cierre obligatorio de establecimientos entró en vigor el 16 de marzo y desde entonces los locatarios de cientos de tiendas, restaurantes y bares viven en la incertidumbre sobre si en el futuro podrán levantar la cortina de nueva cuenta. Miles de trabajadores de la industria de restaurantes han sido despedidos como resultado de la pandemia.
Cifras oficiales calculan que las ventas de restaurantes a nivel estatal disminuirán hasta 80 por ciento en los próximos seis meses. De igual forma, la industria de bienes raíces tendrá un descalabro de 20 por ciento, similar a la industria del turismo.
Diversos analistas estadounidenses aseguran que el impacto a Nueva York será similar al que se vivió hace más de una Servicios profesionales y empresariales Transporte, comercio y utilidades Gobierno Información década, sin embargo, Luis Gonzalí, vicepresidente y senior de portafolio manager de Franklin Templeton Investment Services Mexico, considera que son escenarios diferentes.
“Por lo menos ahorita esta crisis no se puede comprar con la de 2008, lo que se está viviendo se parece más a una economía de guerra donde toda actividad se detiene y una gran parte de la plantilla laboral es despedida. Una vez que termine deberá haber una reactivación siempre y cuando el riesgo no se convierta en uno sistémico, en el que las grandes empresas se vayan a la quiebra”, explica el egresado con honores del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
Despertar de la pesadilla en Nueva York
El estado, cuya población supera los 19 millones de habitantes, equivalentes al 6 por ciento del total nacional, reportó 130 mil 689 contagios y 7 mil 758 fallecidos hasta ayer 6 de abril, según el último reporte de la Universidad Johns Hopkins.
El Producto Interno Bruto (PIB) del estado de Nueva York superó los 1.5 billones de dólares, que representaron el 8 por ciento del total de Estados Unidos, al cierre del año fiscal que terminó el 31 de marzo de 2019. Si Nueva York fuera un país, sería la undécima economía más grande del mundo, por encima de Canadá.
A pesar de que el sector de actividades financieras aportó la mayor parte del PIB del estado en 2018 con un 28.5 por ciento, su impacto en la economía local ha disminuido en los últimos cinco años, cayendo del 31.2 por ciento que reportó en 2013, muestran cifras de la Oficina de Análisis Económico (BEA, por sus siglas en inglés).
Los servicios profesionales y empresariales le siguieron con 13.8 por ciento, mientras que el transporte, comercio y utilidades contribuyeron con 13.3 por ciento.
Quizá el día en que los neoyorquinos se despierten de esta pesadilla aún se encuentra lejos y el costo de regresar a la normalidad será muy alto, pero Luis Gonzalí confía en que Nueva York se logrará poner de pie después de que se gane la batalla contra el enemigo invisible.