La economía mundial se perfila a tener un mejor año, ya que factores como la resiliencia de Estados Unidos y de los mercados emergentes, junto con el estímulo fiscal en China, han incidido para que el organismo internacional eleve sus proyecciones de crecimiento a escala global.
En detalle, se prevé que durante 2024 podría lograrse una expansión generalizada de la economía de 3.1 por ciento, 0.2 puntos porcentuales más que en las previsiones hechas durante octubre, mientras que para 2025 se mantiene en 3.2 por ciento; sin embargo, ambos pronósticos resultan inferiores al promedio histórico de 3.8 por ciento del periodo que va entre 2000 y 2019, de acuerdo al último informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) “Actualización de perspectivas de la economía mundial 2024”.
El organismo plantea una mejora en el panorama internacional, pues detalla que la inflación ha disminuido más rápido de lo previsto en la mayoría de las regiones, mientras se disipan los problemas por el lado de la oferta a pesar de que se aplica una política monetaria restrictiva; además se prevé que el nivel general de las presiones inflacionarias globales descienda a 5.8 por ciento en 2024 y a 4.4 por ciento en 2025.
“Ante la desinflación y el crecimiento firme, la probabilidad de que se produzca un aterrizaje brusco ha disminuido, y los riesgos para el crecimiento mundial están en general equilibrados”, destaca el organismo internacional.
Gracias al alivio de las presiones inflacionarias, podría darse lugar a una mayor distensión de las condiciones financieras y una política monetaria más laxa, lo que propiciaría un aumento temporal del crecimiento. No obstante, el panorama apunta nuevas escaladas de los precios de las materias primas a causa de “shocks geopolíticos”, así como a perturbaciones en la oferta de bienes y servicios.