Fondo Monetario Internacional cumple 77 años de iniciar operaciones entre críticas e incertidumbre

El organismo crediticio internacional concentra casi ocho décadas de llevar a cabo operaciones financieras a lo largo y ancho del planeta,  jugando un papel estratégico en el desarrollo económico y político de la región latinoamericana y arrojando resultados considerados controversiales.

Creado en julio de 1944, pero con un inicio de operaciones fechado el 1 de marzo de 1947, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha cumplido 77 años de actividades que lo han  consolidado como uno de los actores más influyentes a nivel global, no solo en términos financieros, sino también en el ámbito de la toma de decisiones macroeconómicas y hasta electorales.

Por lo anterior, su desempeño no se ha visto excluido de controversias, ya que sus créditos y recomendaciones han generado diversas opiniones dentro de la población de la naciones con las que colabora, ya sea por su capacidad de generar endeudamientos exorbitantes que perpetúan desigualdades o por la implementación de reformas de alto calado que se instauran para garantizarle el pago.

Al respecto, el doctor Samuel Ortíz, académico de la Facultad de Economía de la UNAM, expone que los mecanismos que el FMI ha planteado durante décadas no han sido los más adecuados, ya que más allá de solucionar las problemáticas que aquejan a las naciones que requieren de financiamiento, las han profundizado.

“En cuanto a la controversia por sus acciones, la principal apunta a sus recetas de corte ortodoxo para superar las crisis del sector externo, pues al final una de las consecuencias es que restringen aún más el crecimiento de los países y por eso las naciones que han seguido una ruta diferente a la marcada por estas instituciones supranacionales, como Corea del Sur o China, tienen resultados muy diferentes en materia de desempeño y crecimiento económico”, destaca en una entrevista para Reporte Índigo.

Dichas “recetas” incluyen un asesoramiento de política económica que influye de manera directa en el área monetaria, fiscal y financiera de las economías que solicitan sus servicios, además del planteamiento de reformas que puedan garantizar el pago del financiamiento solicitado; una estrategia que ha llegado a impactar de manera negativa a la población más vulnerable, como dictamina la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

“El FMI no ha detectado eficientemente ni solucionado los puntos vulnerables de las economías que detonaron las crisis. Más recientemente, no ha dado soluciones a la recesión financiera internacional de 2008, la cual por cierto no se ha superado, pues entre otras cosas desde ese año la economía mundial presenta menos comercio, menos inversión extranjera directa y baja rentabilidad de las inversiones”, señala el doctor Ortiz.

América Latina y el FMI, una relación compleja que, se considera, raya en el intervencionismo

A pesar de que el FMI ha tenido como principal objetivo procurar el crecimiento y la prosperidad de las naciones, no ha sucedido así en América Latina, donde ha jugado un papel “intervencionista”, al modificar las políticas de los países que le han solicitado préstamos, considerados como impagables, explica Anibal García, investigador del Observatorio Lawfare.

“La crítica se hace a los programas de ajuste que traen una serie de medidas que inciden en la política fiscal y pública, austeridad en los gobiernos, reformas fiscales y hasta llegan a programas de sectores específicos de la economía”, resalta el experto.

Así, la región ha visto en los casos de Venezuela, Bolivia y Ecuador, por mencionar, el desgaste de los gobiernos y un auge de las protestas como resultado de las políticas de ajuste; una situación que ha vuelto a tomar protagonismo con el reciente posicionamiento de Argentina como el principal país deudor al FMI.

Panorama a futuro para el FMI

Ante un reordenamiento económico de escala mundial, el FMI puede llegar a perder su lugar preponderante ante organismos crediticios que anteriormente no figuraban, como el Nuevo Banco de Desarrollo, o el Banco Asiático de Desarrollo, que  van ganando importancia.

Por otro lado, García resalta que al FMI le restan muchos años de vida, pues aún con la reconfiguración de la economía no desaparecería, pero sí tendría una disminución de su participación ante la diversificación de los demás organismos crediticios internacionales, ya que, pese a que algunas naciones han apostado por financiamientos de otras instituciones, no dejan de participar con el FMI.